SALUD DE LOS ECOSISTEMAS
Nota XI
SEXTA EXTINCIÓN
“Ya no hay pescado/ya no hay pescado/porque los grandes de aquellos barcos se los han llevado”, escucho andando por la Isla de Chiloé. Catuy de Achao está interpretando la canción “La mala pesca de José Cheuquel”.
Con tristeza, los pescadores artesanales nos relatan que por la actividad depredadora de los grandes buques factorías, ya no ven determinados peces como el choro zapato. La alimentación y la economía familiar y comunitaria se afectan.
Desaparición de especies vivas se constatan en diversos lugares del mundo anunciando la 6ª Extinción
La historia geológica de nuestro Planeta nos cuenta que hace más de 3500 millones de años aparecieron seres vivos conformados por una sola célula.
Desde ese entonces, en cinco ocasiones se produjeron, en un breve período de tiempo, desapariciones masivas de especies vivas. Es lo que se conoce como las “Cinco Grandes Extinciones”.
Los tiempos geológicos se dividen en eones, eras, períodos y épocas. Estamos en el “Eón Fenerozoico”, en el cual se registran las grandes extinciones. Las tres primeras en la Era Paleozoica y las dos últimas en la Mesozoica, en los siguientes Períodos: 1ª) Ordovícico, 440 millones de años; 2ª) Devónico, 365 millones; 3ª) Pérmico, 225 millones; 4ª) Triásico, 210 millones; 5ª) Cretáceo, 65 millones.
Actualmente estamos en la Era Cenozoica, Período Cuaternario, Época del Holoceno, y es en este momento cuando comienza la 6ª Gran Extinción.
En el transcurso de las últimas décadas se ha acelerado en forma alarmante la desaparición de especies vivas, estimándose en unas 30.000 por año.
No existe una explicación contundente de las causas que produjeron las primeras cinco grandes extinciones.
Sin embargo, para la mayoría de los biólogos, no existen dudas que es el intervencionismo humano lo que ha generado esta 6ª Extinción.
Los científicos nos señalan tres tipos de actividades que generan esta extinción: 1ª) explotación directa; 2ª) introducción de especies exóticas a un ecosistema local; 3ª) destrozo y fragmentación de los ecosistemas locales, siendo esto lo más importante (La Sexta Extinción, Richard Leakey y Roger Lewin, Tusquets; 1997)
La deforestación es quizás lo que más afecta a la biodiversidad. Talando un bosque nativo desaparecen los árboles y muchas otras especies, tales como enredaderas, arbustos, insectos y microorganismos.
Las insensatas conductas violentas de algunos seres humanos arrastran a la desaparición de otras especies vivas hasta tal punto, que entre las especies en peligro de desaparecer, se halla la propia especie humana. Vivimos gracias a que viven otras especies.
Niles Elredge recomienda “encontrar el equilibrio entre las necesidades de los seres humanos y la existencia saludable y continuada de ecosistemas y especies” (La vida en la cuerda floja, Tusquets, 2001).
Es esperanzador que estén vivas otras culturas que tienen como valor esencial el sentido de pertenencia a la Naturaleza, generando y contagiando una ética respetuosa de la Vida.
La Vida continuará con o sin nosotros. Recuperar nuestro sentimiento de pertenencia a la Naturaleza, es asumir el compromiso de cuidarla en el tiempo de nuestra paso por la Vida.
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