Nota XIII
ALEGREMIA EN NIÑAS CIEGAS
Quisiera compartir una hermosa vivencia en “Nexos”, una institución que trabaja con personas jóvenes ciegas y con baja visión aquí, en esta ciudad de Montevideo Uruguay.
Hace mucho tiempo que mi cabeza y razón andaba con el librillo “Alegremia”, con historias sobre cada una de las seis A, escritas por la Profesora Eliana Bohorque, de Cuenca, Ecuador. Andaba elucubrando y dándole a la mente una importancia tan sobresaliente como para llevarme y ponerles a todas un sobresaliente.
Ese día con el contenido en la cabeza y observando que a todas nos andaba faltando algo, le pedí a Patricia “si me dejaba visitar Cuestiones de Mujeres”, un espacio de género, para temáticas afines que comparten 6 jóvenes ciegas cada semana. Y allí no más les dije que deseaba compartir un cuento.
Fue sorprendente darnos cuenta de que no había lógica, ni sobresalientes, ni pensamientos, que eran puro corazones, que dábamos por sentado que las cosas se sabían.
Trabajamos y disfrutamos mutuamente dos horas, les conté de donde venía la historia, y les leí la historia. Creo que para nosotras fue impresionante observar las caras y la emoción, la comprensión de un lenguaje poético y la ensoñación que producía.
Hay algunas cartitas escritas por ellas en el idioma Braille que me ocupé de enviarlas al Foro Global Esperanza y Alegremia.
Virginia expresa: “Me quedé pensando y sintiendo escuchando solamente las “A”. Me pregunto ahora por dónde comenzamos, ya que hemos descuidado tanto. No quiero pensar, quiero hacer ya!”
Andrea escribe: “me encantó el libro y me emocionó mucho” y nos dice que en verdad ella nunca había pensado en el aire, ni en cómo se respiraba, ni se imaginaba cómo la cuna se transformaba en una casa.
Las niñas habían participado en un simulacro de votaciones nacionales y de plebiscito por la no privatización del agua, pero nunca se les había ocurrido hacer algo para cuidarla.
Otra de las niñas escribe:”Hablar de algo tan lindo como la Alegremia me aportó mucho. Mientras nos leían ese libro sentí una profunda emoción porque esas palabras tan bonitas me llegaron al corazón. Con esa lectura aprendí a valorar más las maravillosas cosas que tiene la Vida. Yo estaba pasando una situación un poco difícil y hablar de estos temas tan lindos me ayudó a levantar el ánimo porque sentí una enorme alegría, paz y armonía”
Creo que lo más impactante desde nuestra humilde visión, es observar el cambio desde lo postural, y la atención y motivación que despertaba el lenguaje del libro y la manera cómo se relacionan los elementos. Mucha risa con el término “Alegremia”, teniendo en cuenta que sólo les hablaban de alzas de presión (sus glaucomas), de azúcares y otros.
Algunas de las niñas dejaron escapar lágrimas.
Un cambio en la atención, en el tono de voz, en las palabras. Se percibía dulcificación. Eso es lo que produjo, dulcificación en las vidas, tan acostumbradas a los sufrimientos y a salir siempre dispuestas a afrontar retos vitales.
Fue día de alegremia en Nexos, que nos inundó por completo y nos seguirá convocando para desarrollar cada día cosas diferentes.
Próxima nota: Alegremia en la Universidad de Rosario
Adriana Antognazza
Montevideo, República Oriental del Uruguay