Carta 104: 09/08/13
SUSTENTABILIDAD SEGÚN LA CONSTITUCIÓN ARGENTINA
Siento que es necesario en este instante de la Historia, recordar el artículo 41º de la Constitución Argentina, sancionada el 22 de agosto de 1994, en especial su primer párrafo:
“Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo”.
Satisfacer las necesidades “sin comprometer las de las generaciones futuras”, es sabiduría ancestral. A mi parecer es la mejor definición de sustentabilidad.
Me siento orgulloso que este concepto se halle inscripto en nuestra Carta Magna. Sentipienso que es un llamado para que la vida de nuestra especie continúe.
Veamos.
Los seres humanos tenemos necesidades para subsistir. Bueno es recordar las Necesidades Vitales Indispensables que nos enseñan las mujeres campesinas: Aire, Agua, Alimento, Abrigo, Amor, Arte, Aprendizaje.
Nadie puede vivir sin estas “A” que se las conoce como las “A de la Esperanza”.
¿Qué otras necesidades tenemos?
Sería muy saludable que nos decidiéramos a sentir y a pensar sobre las necesidades que sentimos en la vida cotidiana, tanto de manera personal como familiar y comunitaria
El sistema capitalista dominante impone “necesidades” que incitan al consumismo. Consumismo que en las últimas décadas ha tomado un ritmo desenfrenado con la llamada globalización neoliberal.
Se induce al individualismo y a la competitividad, sofocando los sentimientos solidarios y las acciones cooperativas. Las injusticias sociales que se generan, son tan notorias como escandalosas.
Al no cuestionar el concepto de crecimiento sin límites, agrede cada vez más a nuestra Pachamama, la Madre Tierra.
Esta agresión es lo que está provocando el aumento sostenido de la temperatura del Planeta y la acelerada desaparición de especies vivas.
Calentamiento global y pérdida de la biodiversidad, nos están advirtiendo que estamos transitando un camino que ha puesto en riesgo la supervivencia de la Humanidad.
¿Qué mundo dejamos a nuestras hijas e hijos?
El capitalismo es producto de la cultura antropocéntrica. El ser humano al considerarse el centro de todo, se toma atribuciones de controlar, explotar y extraer con una mentalidad utilitarista, lo que llama “recursos naturales”,
No repara que el suelo, el agua en sus diversos cursos, la flora y la fauna, no son “recursos”, sino expresiones de vida con las cuales tenemos que cooperar.
Es por lo menos extraño que el propio ser humano, no se pregunte qué es.
Construir una Nueva Civilización basada en la recuperación del sentido de pertenencia a la Madre Tierra, a la Naturaleza, a la Vida, es vital para las generaciones actuales y futuras.
Dejar el antropocentrismo y abrazarnos a biocentrismo, es una revolución que debe comenzar en cada persona, con sus características singulares, y al mismo tiempo, de manera colectiva cooperando con la Vida en todas sus manifestaciones.
. Hasta la Victoria de la Vida Siempre!
Julio