Carta Nº 31: 19/10/10
CIVILIZACIÓN DEL TRABAJO-ARTE
La TV se ocupó de difundir al mundo las secuencias del rescate de 33 trabajadores atrapados durante 69 días, a 700 metros de profundidad, tras un derrumbe en una mina de cobre, en el norte de Chile. Verlos a todos con vida provocaba una generalizada sensación de alivio.
Es necesario no perder la memoria y recordar a los miles de mineros que han muerto en diferentes partes del mundo solamente en el último siglo.
¿Cómo es posible que seres humanos trabajen en esas profundidades? ¿Cómo es posible que existan “trabajos” que ponen en riesgo la salud y la vida de seres humanos?
“Espero que esto nunca vuelva a ocurrir”, expresó con firmeza Luis Urzúa al Presidente de Chile, inmediatamente de ser rescatado.
Probablemente con esta breve y contundente expresión, Luis, el “Minero 33”, el reconocido líder natural en esa dramática situación por su capacidad organizativa, estaba exigiendo condiciones de seguridad laboral.
En todo trabajo se debe priorizar la seguridad de las personas.
Sin embargo, quienes estamos en la Revolución del Cambio de la Cultura Antropocéntrica a la Cultura Biocéntrica, no nos conformamos con esto.
Visualizamos un mundo en el que nunca ocurrirán derrumbes, derrames de petróleo, escapes radioactivos, fumigaciones, ni nada que ponga en riesgo la salud y la vida.
No ocurrirán porque no existirán minas, pozos de petróleo, usinas nucleares, cultivo de soja, ni actividad alguna que dañe a vidas humanas y a ninguna forma de vida.
Si la Humanidad asume el Biocentrismo, descubrirá cuáles son las necesidades indispensables para vivir, y vivir bien.
Las maneras de satisfacerlas serán respetuosas de la vida. Serán otras las maneras de producción. Nada se alterará. Antes de cada intervencionismo humano se considerará qué consecuencias puede acarrear hasta la séptima generación, como nos enseñan Pueblos Originarios.
Esto será posible porque desde el Biocentrismo, surgirá otra ciencia, otra técnica y otra economía.
La Humanidad evolucionará de tal manera que el dinero no será necesario.
Hasta que todo esto ocurra, es probable que sea necesario un tiempo de transición, en el cual se cierren todas las fuentes de contaminación.
Simultáneamente se pondrán en marcha actividades solidarias tales como la producción de alimentos para alimentar.
¿Es posible? ¡Por supuesto! Cifras siderales se han empleado para “salvar” instituciones financieras. De la misma manera para esta reconversión se debe asegurar que todas las familias vivan con dignidad,
Siendo otra la percepción de las necesidades, será otra la ética para satisfacerlas. No existirán “trabajos para morir”.
El trabajo para satisfacerlas serán espacios y tiempos de creatividad. El trabajo será un placentero ejercicio del Arte.
El Trabajo como Arte es otra de las características esenciales de la Nueva Civilización, así como el sentido de la pertenencia, la ecoalfabetización, la ternura matrística y la salud saludable durante todo el ciclo planetario de cada espécimen de todas las especies.
Hasta la Victoria de la Vida Siempre!!
Julio