CARTA 35: 08/02/11
RESISTIR AL “TENER”
“El tener” es lo más evidente y notorio de la colonización mental.la gran ofensiva colonizadora de esta era.
Poderosa colonización que intenta cautivar las mentes para que todas y todos dejemos de ser personas para ser clientes consumidores.
Día a día se insta a consumir cosas… que se tiran y contaminan, como plásticos y pilas.
El ser humano, al sentirse centro del universo, “rey de la creación”, amo y señor de todo, ha generado esa criatura monstruosa que se conoce con el nombre de “capitalismo”.
Irrumpe el capitalismo en el mundo y cunde la explotación por parte de algunos seres humanos a otros seres humanos y, al considerar como “recursos” a otras formas de vida como la flora, la fauna, el suelo, el agua, también las explota.
Cuando los seres explotados dejan de ser “rentables”, se los excluye sin importar su extinción.
Inequidades que son vergüenzas para el género humano, personas trabajando en condiciones por demás precaria, por llamar de alguna manera a la actual esclavitud, bosques arrasados, depredación de los mares, son algunas de las tantas imágenes que constatamos en la cotidianeidad.
El capitalismo mata y entre tantas cosas que mata, mata la espiritualidad al imponer la religión del dinero.
Quien esto escribe ha manifestado siempre su gratitud a las mujeres campesinas y a los Pueblos Originarios, por haber aprendido de ellos las cosas más valiosas para su vida. Esencialmente recuperar el sentido de pertenencia a la Naturaleza.
Estos valores solidarios y respetuosos de la vida, hoy son objetos de la invasión sistemática de mensajes que llegan, y llegan con mucha eficacia, imponiendo el mal llamado “desarrollo”, consumista y derrochador, como una deseable meta a alcanzar.
Los ejecutores de la colonización mental siempre están atentos y activos.
Se hace necesario un llamado a la reflexión para valorar los valores propios centrados en la vida.
Valores que son inmutables y que, a pesar de la ofensiva colonizadora, son tan poderosos que siempre se los encuentran en “los pocos que somos muchos”.
Están en nuestros Andes desde donde surge el principio ético moral del Sumak Qamaña: “Vivir Bien”.
Constatar que estos valores están vigentes, nos insufla de esperanzadoras energías que nos impulsa a la acción.
Los que militamos en la revolución por el cambio de cultura, del antropocentrismo al biocentrismo, llamamos a resistir a la colonización mental del tener.
Resistir al lenguaje del “OK” y del “shopping”, a la comida McDonald's (que no es alimento), a beber coca cola, a la moda de vestuarios y de músicas que desprecian lo propio, al consumismo irrespetuoso y contaminador.
Resistamos activamente revalorando nuestras raíces, nuestro lenguaje, la producción local de alimentos y de semillas, tanto en las zonas rurales como urbanas, la elaboración de alimentos en el hogar, nuestros tejidos, la producción local de energía reflexionando energía para qué.
Recuperemos los valores ancestrales….
Difundamos aquellos que son esenciales para la vida…
El “SerEstar” predominando sobre el “tener”.
Hasta la Victoria de la Vida Siempre!
Julio