CARTA 45: 19/04/11
“ENTRAR EN CARRERA”
Comparto un par de de historias de intentos de “entrar en carrera” con la lógica capitalista.
Ernestina vive en un populoso barrio de una gran ciudad. La conocí en un Encuentro relatando con entusiasmo cómo varias vecinas sembraban en los techos de sus casas, preparando cajones con tierra.
No disponían de espacios verdes ni en sus propios hogares. Cosechaban toda suerte de hortalizas que compartían solidariamente.
Al poco tiempo pude visitarla. Vi con mis propios ojos la belleza de esos techos cubiertos con gran variedad de plantas.
Ernestina además era muy habilidosa en elaborar sabrosas empanadas que a precio módico vendía a sus vecinos.
Al cabo de unos años vuelvo por su casa y encuentro a Ernestina muy afanada atendiendo “su negocio”.
Había sido invitada por una Fundación a participar de un curso para capacitarse como “empresaria”. Cuenta que gracias a ese curso, descubrió muchos “errores” que cometía. Para ella fue importante aprender que “una cosa es la amistad y otra los negocios”.
Ahora fabricaba empanadas en serie pesando los ingredientes en cantidades exactas para optimizar las ganancias.
Ernestina ya no sembraba. En la terraza donde cultivaba estaba construyendo pequeños cuartos para alquilar.
La sentí preocupada y sin alegría. Con buenas intenciones había sido inducida a “entrar en carrera” con la lógica capitalista.
“Los Roldán” eran tres jóvenes hermanos propietarios de un campo de 30 hectáreas. Un querido amigo los visitaba frecuentemente tratando de convencerlos que abandonaran el monocultivo y optaran por la agricultura ecológica.
Un buen día pasan a saludar a mi amigo para despedirse y agradecerle sus visitas.
- ¿Adónde van?
- Y… no sabemos, a alguna ciudad a buscar trabajo… El campo “ya no da más”.
Un “gringo” vecino explotaba sus 3000 hectáreas con semillas transgénicas. Una avioneta fumigaba asiduamente. Con ostentación mostraba sus máquinas, camionetas, ropas “de marca”…
Los Roldán querían imitarlo y no lo lograron. La imagen del “gringo” les indujo a “entrar en carrera” con la lógica capitalista.
La lógica capitalista fomenta el individualismo e incita a la acumulación desenfrenada explotando y excluyendo.
A escasos kilómetros del campo de los Roldán, vive Adela con su Mamá. Tiene una chacra de 3 hectáreas donde de manera natural cultiva de todo, cría pequeños animalitos y una vaca que le da leche.
Cuando necesita algo que no puede producir, como el calzado, va con su canasto a vender alguna hortaliza o huevos a un pueblo cercano.
La alegría que irradia Adela es notable. Escribe poesías, visita a sus vecinos y viaja donde la invitan para que cuente su manera de vivir.
Existen otras lógicas que no llevan a las personas a emprender carreras competitivas. Son lógicas en las que prima la solidaridad y el respeto. Tenemos el desafío de descubrirlas, de inventarlas y de promoverlas.
Vivimos en un instante en el que se hace imperiosa la gran revolución del cambio de valores para que la humanidad sobreviva “viviendo bien”-
Hasta la Victoria de la Vida Siempre!
Julio
Nota: Los nombres son de fantasía. Los hechos son reales.