CARTA N° 48: 18/05/11
Epidemias desde el Patriarcado y desde lo Matrístico
En nuestra Carta anterior nos referíamos a “dos epidemias”: “Epidemia de Agresiones” y “Epidemia de Alegremia”.
Nuestra intención es valorar el primitivo significado de “Epidemiología”: “estudio de lo que le ocurre al pueblo”.
Algo que ocurre en el Pueblo-Humanidad, es el Patriarcado y lo Matrístico, dos maneras diferentes de vivir la vida y que a nuestro entender, generan estas dos epidemias.
Patriarcado: Epidemia de Agresiones
Para Humberto Maturana, el Patriarcado se origina cuando la tribu deja de aceptar al lobo como un comensal más y comienza a apropiarse de un territorio como propiedad privada. De esta manera ve al otro como enemigo o potencial enemigo.
Se impone la cultura patriarcal “centrada en la apropiación, la jerarquía, la enemistad, la guerra, la lucha, la obediencia, la dominación y el control”.
El Hombre, en especial el varón, se siente el centro de todo. Es lo que se conoce como el “antropocentrismo”. A nuestro entender debería denominarse con más propiedad “androcentrismo”.
De esta cultura surge en el siglo XV el Capitalismo, caracterizado por las “tres ex”: explota, excluye, extingue.
Lo substancial es la pérdida del sentido de pertenencia a la Naturaleza.
Se disemina la Epidemia de Agresiones: violencia entre seres humanos, guerras entre naciones, crueldad con todos los seres vivientes y con una misma y uno mismo.
Demencial deforestación, convertir a los animales en máquinas productivas y de experimentación y herir a la Madre Tierra envenenándola y succionando hidrocarburos y minerales, son algunas de sus manifestaciones.
Desde lo Matrístico: Epidemia de Alegremia
La Cultura Matrística, primitivamente la natural, se caracteriza por la participación de hombres y mujeres de “un modo de vida centrado en una cooperación no jerárquica”.
Maturana la llama matrística porque “la figura femenina representa la conciencia no jerárquica del mundo natural al que pertenecemos los seres humanos, en una relación de participación y confianza, no de control ni autoridad”.
No está de más distinguir “matrístico” de “matriarcal”. La cultura matriarcal tiene las mismas características que la patriarcal. La única diferencia es que quienes dominan son mujeres.
Aunque el Patriarcado siempre ha tratado de aniquilar a la Cultura Matrística, la hallamos en la cotidianeidad de múltiples espacios de vida.
La esencia de esta cultura es el sentido de pertenencia a la Naturaleza, sentirse vida dentro de la Vida. Es una Cultura Biocéntrica, ya que asume la Vida como el centro de todo.
La poderosa fuerza de la ternura hace que las relaciones sean saludables, con una misma y uno mismo, entre los seres humanos y con toda forma de vida.
Con esta manera de entender y vivir la vida, la alegría circula por nuestro torrente circulatorio. Se expande la Epidemia de Alegremia.
Las dos epidemias están presentes como están presentes el patriarcado y lo matrístico.
Lo esperanzador es que es posible potenciar y contagiar la alegremia que genera entusiasmos para producir la gran revolución de la vida: del antropocentrismo y del patriarcado, al biocentrismo y a lo matrístico.
Hasta la victoria de la Vida siempre!
Julio