Carta N° 49: 25/05/11
Qué y Cómo
“Qué se dice” y “Cómo se dice”, van de la mano y no siempre de manera armoniosa. Es bueno tenerlo presente.
Esta Carta que viene sentipensándose desde hace tiempo, va dirigida especialmente a todas y a todos los que tenemos la visión de un mundo de paz, equidad, sustentabilidad, “que respete y celebre toda vida y diversidad; un mundo que permita el florecimiento de los talentos y habilidades…”, como de manera tan bella y contundente lo describe de la I Asamblea Mundial de Salud de los Pueblos (Bangladesh, 2000).
Los soñadores somos diversos y la diversidad, al mismo tiempo que nos trae fortalezas, nos pone en riesgo de dividirnos si no estamos advertidos.
Al ser diversos, tenemos la oportunidad de crecer en creatividad, en solidaridad, en alegremia. Un gran regalo que nos ofrece la Vida.
Todo regalo que nos da la Vida, es un desafío. Recibirlo genera responsabilidades que, según como las asumimos, implican variados efectos.
El “cómo” expresamos nuestros “qué”, resulta áspero y lastimador si olvidamos que estamos compartiendo con compañeras y compañeros del mismo soñar.
Se producen alejamientos sin retorno, fragmentaciones que inundan de tristezas, frustran y paralizan. Es el logro de los que mantienen y recrean el perverso capitalismo, caracterizado por las injusticias, las guerras y el trato irrespetuoso a la Vida en todas sus formas, al pretender imponer su sistema de explotación y acumulación.
Es esencial que sintamos que en esta diversidad tan hermosa de los soñadores, todas las diversidades son respetables.
De lo contrario, creer que “mi diversidad es la acertada”, niega otras diversidades y hacen que se expresen “los qué” con la agresividad de las “malas pasiones”, como dice un amado amigo militante social.
Las “malas pasiones” nublan la vista, juzgan y descalifican a “los qué” de otros diversos, impiden escuchar, anulan la capacidad de análisis, inducen al reduccionismo simplista que teje historias parcializadas, llevando a defender buenas causas con argumentos alejados de la verdad.
Cuando van armoniosamente de la mano el “qué se dice” y el “cómo se dice”, hace que el encontrarNOS sea mirándoNOS a los ojos, conociéndoNOS, respetándoNOS, entusiasmándoNOS en el hacer juntos.
Las mejores propuestas transformadoras, se concretan con personas que, con la sabiduría que genera disfrutar de paz interior y de alegremias, saben abrir espacios para que de cada ser, florezca lo más bello en el jardín de la diversidad.
De aquí la invitación a expresar nuestros “qué” con la poderosa fuerza revolucionaria de las ternuras.
Hasta la Victoria de la Vida Siempre!!
Julio