Carta 83: 07/08/12
PARADIGMAS CIENTÍFICOS
Coexisten dos Paradigmas Científicos: el Viejo y el Nuevo, o el de la Modernidad o Mecanicista y el de la Complejidad o Ecosistémico, por llamarlos de alguna manera.
En la Carta anterior felicitaba a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario por la valentía de incorporar la Materia Salud Socio Ambiental desde el Paradigma de la Complejidad.
Al mismo tiempo urgía que se profundizara la enseñanza desde ese Paradigma.
¿Por qué esta urgencia?
Siento que debo compartir con quienes leen estas Cartas, algunos de los sentipensares que me llevan a esta vehemencia.
Me angustia que no se tengan en cuenta los nuevos conocimientos que se constatan en diversos campos de la ciencia, en la formación de trabajadoras y trabajadores de salud.
Los descubrimientos del mundo atómico y subatómico desde comienzos del siglo XX, dan una visión del universo como una red de relaciones, en tanto el Paradigma de la Modernidad concibe al mundo como una máquina compuesta por piezas aisladas.
“No existen las partes, lo que llamamos parte es simplemente una configuración en una red indivisible de relaciones”, nos dice Fritjof Capra, prestigioso físico cuántico que brega por el cambio del Paradigma Científico.
Aun predomina el Viejo Paradigma de la Modernidad en la enseñanza.
¿Qué significa ese Paradigma para nuestra salud?
Todas y todos, o a al menos la inmensa mayoría que hemos nacido y que nos hemos criado en la cultura occidental, tenemos la visión dualista de nuestro ser (mente/cuerpo) y la del cuerpo como una máquina, a la cual se debe reparar cuando una pieza falla.
La singularidad de cada ser es subsumida en patrones de “normalidad” que se establecen buscando homogenizar poblaciones.
La “reparación” desconoce la capacidad de la autoorganización sanadora de cada cuerpo.
De allí que la medicina ortodoxa presenta una constelación de especialidades y subespecialidades.
¿La vida funciona así?
El trabajo en salud, y sobre todo el devenir de los días, me han demostrado que necesitamos una mirada holística.
“La materia no está inerte, está viva y activa. La vida siempre está cambiando de un modo u otro, en su proceso de continua adaptación a condiciones de ausencia de equilibrio”.
“La ciencia clásica nos hacía sentir como testigos indefensos del mundo de relojería de Newton. Hoy en día, la ciencia nos permite sentirnos en casa en el seno de la Naturaleza”, afirma Ilya Prigoyine, creador de la Teoría de las Estructuras Disipativas, Premio Nobel 1977.
Con todo el valor que tienen las discusiones académicas, es necesario escuchar las percepciones de quienes estamos en diario contacto gracias a nuestro trabajo:
- El doctor me dio un remedio buenísimo para la tos, pero me reventó el hígado…
- Mi pariente está internado… El traumatólogo me da su opinión desde su especialidad, el neurólogo desde la suya… El cardiólogo otra… la verdad, es que no sé cómo está…,
- A esta plantita la hizo Dios, a mí también, es mi hermana, debo respetarla…
Urge que nos atrevamos a bucear en el Paradigma de la Complejidad.
Hasta la Victoria de la Vida siempre!!
Julio