Carta 85: 20/09/12
UN MUNDO SIN MINERIA
Se ha estado difundiendo un corto televisivo realizado por la Cámara Argentina de Empresarios Mineros de Argentina,formulando la pregunta, “¿Se imagina un mundo sin minerales?”. El mismo presenta una serie de imágenes que pareciera tener la intención de hacernos sentir que sin los minerales estaríamos en una situación caótica y de franco retroceso en la humanidad.
Esta pregunta lanzada desde uno de los sectores más poderosos del capitalismo, es una oportunidad para la reflexión, para desarrollar nuestra imaginación y promover sueños.
La pregunta no está correctamente formulada.
Los minerales están en el mundo, están en nuestro planeta, están en nuestro cuerpo y cumplen una misión en la vida. “La materia no está inerte, está viva y activa”, afirmaIlya Prigoyine, creador de la Teoría de las Estructuras Disipativas, Premio Nobel 1977.
La pregunta debería ser “¿Se imagina un mundo sin minería?”
Debemos animarnos a recoger el desafío e imaginarnos un mundo sin explotación minera, la cual es una actividad coherente con la lógica del sistema capitalista. Producción, consumo, rentabilidad, acumulación y concentración del dinero.. Parecería que el ser humano del capitalismo reconoce sólo lo que explota.
La consigna para formular y ejecutar políticas biocéntricas, políticas que prioricen la vida, es preguntarnos si la actividad que se propone, ¿aporta a la salud o a la no-salud del ecosistema local?
Responder esta pregunta significa que la actividad minera debe ser desechada, ya que ha demostrado ser una de las más agresivas para la salud, tanto la megaminería a cielo abierto como la de los socavones donde personas van a cientos de metros bajo tierra.
Se sabe de algunas minas que superan los 2000 y hasta 3000 metros de profundidad.
Hablamos no sólo de la salud humana sino del Planeta todo.
El Planeta está agredido por las constantes intervenciones que irresponsable e insensatamente se realizan sin formularse la pregunta de si aportan a la salud o a la no-salud.
Es no sólo necesario, sino urgente, que nos inventemos otra manera de vivir.
El cambio civilizatorio se tiene que asumir a corto plazo, si es que la Humanidad quiere sobrevivir.
Es saludable que ya nos pongamos a pensar un mundo sin explotación minera, como así también sin pozos de petróleo, sin usinas nucleares, sin agrotóxicos, sin transgénicos, sin megarepresas…
Debemos plantearnos políticas que prioricen la vida… Políticas Biocéntricas.
La Humanidad tiene una gran riqueza de saberes y haceres amorosos con la Vida, que sin duda confluirán para “emerger nuevamente una ciencia en la que los científicos cooperen con la Naturaleza para aprender sobre fenómenos naturales y ser capaces de seguir el orden natural y el fluir de la corriente del Tao, como dicen los sabios chinos”, como anhela el físico Fritjof Capra.
Otro Mundo Saludable y Luminoso, ya está amaneciendo,
Hasta la Victoria de la Vida Siempre!
Julio