Estudios Cualitativos realizados por Residentes » Conociendo el Barrio santa Clara- Marcos Galassi

Última actualización: 21/02/2010

TRABAJO FINAL DE LA MATERIA CIENCIAS SOCIALES, CIENCIAS DEL HOMBRE Y SALUD

 
Centro de Salud Santa Lucia
Marcos Martín Galassi

CONOCIENDO EL BARRIO SANTA CLARA

Introducción:

 
El tema de investigación que elegimos surgió como interés de todo el equipo de salud, por una serie de situaciones que se fueron presentando en forma continuada hace algunos meses atrás, que llamaron nuestra atención y despertaron interrogantes en el equipo.
Intentaremos responder con este trabajo nuestras dudas, para diseñar estrategias, reflexionar sobre nuestra práctica, visualizar problemas y tomar decisiones.
 Si bien en una gran parte del área de influencia del Centro de Salud existen necesidades, el barrio Santa Clara es una microárea crítica en el que las condiciones de vida se distribuyen homogéneamente entre sus habitantes.
 

Definición del problema:
-         Cómo resuelven los problemas de salud los habitantes del barrio Santa Clara (Los Hornos)?
-          Acuden a alguien para resolver problemas de salud?
-         Si lo hacen, a quién?
-          Conocen y usan el Centro de Salud Santa Lucia?.
 
Objetivos: Conocer las características de la población (de dónde vienen, cuánto hace que viven en el barrio, grupos etáreos). Sus representaciones de salud y enfermedad. Conocer las características sociodemográficas de esta micro-área. Conocer en que medida el Centro de Salud Santa Lucía está brindando atención a los habitantes de barrio.
 
Metodología cualitativa: Si bien en este trabajo se usará metodología cuantitativa para saber cuantas personas viven en el barrio, grupos etáreos, cuantos consultan al Centro de Salud (CS), etc., el aporte más importante lo hace la metodología cualitativa porque a través de ella conoceremos las representaciones de las personas y como resuelven sus problemas de salud.
 
Recolección de datos: Los datos fueron tomados en el barrio, primeramente a través de charlas casa por casa y luego de haber establecido un vínculo a través de reuniones con pequeños grupos de vecinos que se acercaban espontáneamente. También usamos las consultas que realizaban al C.S y revisando historias clínicas de quienes se atienden en el Centro de Salud Santa Lucía.
 
Relevancia:
-         Conocer a las personas en el ámbito local
-         Hacer un diagnóstico de la situación
-         Analizar los problemas captados
-         Diseñar estrategias para revertir situaciones
 

Desarrollo del trabajo

Ubicación.
 
 El barrio Santa Clara está ubicado aproximadamente a diez cuadras al sur de nuestro Centro de Salud, se encuentra dentro del área de influencia de nuestro Centro, del C.S Rosello y del C.S San Martín. En la calle 1711 entre las calles Larralde y Campodónico (Ver mapa).
 
 
Características del barrio.
 
 Las casas están asentadas sobre la prolongación de la calle 1711 (que la Municipalidad tiene programado abrir, por lo que se ha convertido en una preocupación el temor a ser desalojados), limitando al sur con quintas de verduras y hortalizas y al norte con hornos de ladrillos. El barrio está conformado por un total de 18 hogares (96 habitantes, 36 adultos y 60 menores de 14 años). La mayoría de los habitantes son originarios de la ciudad de Rosario y una minoría inmigrantes de las provincias de Chaco y Corrientes. La mayoría de éstas familias viven en el barrio desde hace 6 a 10 años. El barrio no cuenta con servicios de agua potable, cloacas, gas y electricidad.
Solo cuentan con una canilla comunitaria para todo el barrio (alrededor de la cual se formo un enorme charco barroso), que está conectada a la red de agua potable a través de una manguera de goma tendida sobre la tierra atravesando la basura. La presión de esa canilla es muy baja, por lo que muchas veces no sale agua y solo pueden recolectar agua por las noches, solo una familia cuenta con agua de pozo (también de dudosa potabilidad).
Se encuentran conectados a los cables de electricidad, que no alcanzan a distribuir por igual la tensión a todas las casas. Estos están ubicados a poca altura y amenazan con desplomarse debido a su precaria instalación.
Muy pocas casas tienen baño propio (pozo), sino que lo comparten entre varias familias.
Las casas están construidas de chapa y madera. Generalmente tienen una o dos habitaciones para toda la familia, las construcciones son muy precarias y varias de ellas corren riesgo de caerse.
Las ocupaciones de los habitantes son diversas, algunos tienen su propia producción de ladrillos, otros son panaderos, jardineros, otros se dedican a cirujear o reciclar basura que un camión deposita en el mismo barrio. Nadie retira la basura no utilizada, por lo que se convierte en un criadero de moscas y ratas.
Una familia cría conejos y gallinas, otra cría cerdos a los que alimentan con basura,
 Algunos pocos reciben los planes jefes y jefas de hogar.
 
 
Resultado de las entrevistas.
 
Lo primero que surgió como dato interesante de las entrevistas, fue que el barrio que nosotros llamábamos Los Hornos (por estar ubicado junto a los hornos de ladrillos) en realidad se llama Barrio Santa Clara.
 De las entrevistas se desprende que todos los habitantes del barrio conocen la existencia de nuestro Centro de Salud. 11 familias refieren al Centro de Salud Santa Lucía como centro de atención, donde consultan sea con turnos programados o por admisión ante patologías agudas, el resto de las familias refieren que consultan en el Centro de Salud Roselló o el Centro de Salud San Martín. De estas familias el grupo de hombres adultos refieren en su mayoría no consultar al Centro de Salud “porque no se enferman” y si debían consultar por problemas agudos consultan en guardias hospitalarias.
Al encontrarnos con esta respuesta de que todas las familias del barrio tenían un Centro de Salud de referencia donde consultaban, quedamos sorprendidos, porque la creencia de quienes trabajamos en el Centro de Salud era que estas familias no tenían un vínculo con nosotros o con otro Centro de Salud, y menos aún suponíamos que la mayoría de ellos mencionaron al Centro de Salud Santa Lucia como referente.
A partir de esta situación decidimos realizar una búsqueda de estas 11 historias clínicas para ver si realmente tenían controles periódicos (partiendo de lo que nosotros consideramos “necesario”). Encontramos que dentro de una familia no todos tienen historia clínica abierta y otros que si la tenían hacía varios años que no consultaban.
Al encontrarnos, revisando las historias clínicas, con que no todos los niños o los adultos de una familia asistían periódicamente al Centro de Salud y ante que solo lo hacían las embarazadas, los niños menores de un año y el resto de la población solo cuando tenían una enfermedad con mucha sintomatología clínica, decidimos entrevistarnos con cada familia y tratar de develar el porque de esta situación. La respuesta con la que nos encontramos fue unánime y muy simple de definir para ellos “ los que no van, no lo hacen porque están sanos”.
Al charlar con las familias sobre que las consultas no solo tienen que ver con la atención de la enfermedad sino principalmente con la prevención de la enfermedad y el acompañamiento de la salud, a ellos esta idea no les pareció de demasiada utilidad y el porque de esta situación podría ser que para las personas sin futuro promisorio las actividades de prevención no son viables porque están muy alejadas del hoy (su realidad) ya que los frutos de la prevención se ven a largo plazo y ellos tienen la necesidad de preocuparse por subsistir día a día.
Cuando les preguntamos que necesidades consideraban prioritarias, 
lo que las familias identificaron como necesario fue contar con:
-         Terrenos propios
-          Una vivienda digna
-          Servicio de agua potable, cloacas y electricidad
-          Limpieza del lugar, incluyendo el control de los perros callejeros enfermos. 
 
Comentarios:
 
La salud no es mas que una de las preocupaciones de las personas”. La importancia que atribuyen a sus problemas de salud puede ubicarlos lejos, “por detrás de una gran cantidad de otras preocupaciones cotidianas”
El tener la seguridad de tener una vivienda propia y digna y no tener el miedo cada noche al acostarse de que en la mañana una topadora va a arrasar con sus viviendas, el contar con agua potable y cloacas, con las medidas mínimas de saneamiento ambiental, es algo indispensable para comenzar a hablar de salud. Por lo tanto una visión que pretende el acompañamiento de salud y prevención de enfermedades circunscripta a la atención que se brinda dentro de un consultorio solamente, no es útil ni creíble. Entonces para poder mejorar las condiciones de salud y de vida de estas personas (que si bien dependen de un nivel general), nosotros deberíamos utilizar todas nuestras herramientas para ayudarlos en su meta de conseguir bienestar.
A partir de orientar nuestro accionar en el sentido de apoyar aquello que para ellos fuera de su interés, al tiempo que poníamos los servicios del Centro de Salud a disposición de quienes lo necesitaran o quisieran utilizarlos, diseñamos la siguiente estrategia:
 
-         Escuchar que cosas les interesan y les preocupan.
-         A partir de esto generar un vínculo.
-         Adscribir pacientes con quienes acordar proyectos terapéuticos responsables y compartidos.
-         Considerar la posibilidad de crear un Centro de Planificación Local y formar promotores sanitarios con gente del lugar.
-         Propiciar, cuando fuera posible, algún tipo de organización social, popular, que permitiera encarar soluciones de fondo a los problemas sociales que los aquejan.
Esto último sucedió cuando un puntero barrial los estafó apropiándose de donaciones destinadas a los habitantes del barrio, cansados de estas situaciones, se organizaron, escribieron un petitorio y lo hicieron llegar a la directora del Distrito Oeste de la Municipalidad de Rosario reclamando solución a sus problemas.
Por nuestra parte como representantes locales del estado municipal, nos ofrecimos a facilitar el encuentro con los responsables de las áreas municipales implicadas (Vivienda, Planificación urbana y Promoción social), lo que derivó en un primer encuentro en el barrio con dichos funcionarios, los vecinos y nosotros para comenzar a acordar soluciones.
 
Por otra parte, cómo ya mencionamos, nuestras representaciones del barrio en cuanto a que las familias que lo habitan no concurrían al C.S Santa Lucia o que si lo hacían eran una minoría, y que el resto no sabía de nuestra existencia, quedaron nulas cuando comenzamos a caminar el barrio y nos encontramos con mayoría de rostros conocidos, y cuando 11 de éstas familias referían acudir al C.S. Esto nos mostró que nosotros no conocíamos ni el barrio, ni a sus habitantes, y que los habitantes de esta micro-área que tanto nos preocupaba por considerarla la más vulnerable de nuestra área de influencia, visitaban habitualmente el Centro de Salud frente a nuestros ojos cual fantasmas invisibles.
 
El conocer las condiciones de vida de estas personas y el identificar quienes son, nos puede permitir una mayor aplicación del principio de equidad y de la discriminación positiva, ya sea cuando estas personas asisten al Centro de Salud o para planificar acciones comunitarias.
 
Agradezco la colaboración de mi compañero de trabajo Gabriel Rodríguez.

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