Hola, simplemente.
La verdad es que ya he probado tantos encabezados que no se me ocurren nuevos. Esta vez es para contarte algo…
De a ratos voy viviendo, entonces a veces te quiero mucho. A veces me enojo con vos porque siento que sabés algo muy profundo y lo decís en un idioma incomprensible para mí, entonces tal vez lo percibo pero no llego a comprender y dudo de lo que percibo. Hasta tus silencios son en ese idioma y ya lo único claro, lo más nítido de vos son nuestros encuentros fugazmente eternos que ocurren en otras dimensiones.
No me das tiempo a prepararme, así de la nada aparecés y cuando me doy cuenta que estás a mi lado ya estoy sintiendo tus caricias y tus besos suaves... pura ternura y delicadeza en cada movimiento de los Dos que nos diluye en el Universo siendo todo y parte al mismo tiempo. Volvemos plenos, alegres y renaciendo cada vez. No duelen esas despedidas, son la bienvenida del próximo encuentro y van danzando una infinita gratitud.
Pero a veces dudo de esas visitas tuyas, no sé si son espontáneas, si es que te invoco pensándote o si es mi imaginación vívida y fresca, esa que te extraña y que añora profundamente estar con vos.

A veces amo la incertidumbre.
De a ratos creo en vos y de a ratos confío en la cocina de la Vida... sea lo que sea que está preparando, será una delicia y me voy disponiendo a sentir los aromas que me va regalando. En esos ratos entonces, me vienen aromas de la cocina de mis abuelas y de mi mamá. Voy sintiendo la albahaca fresca, la masa cruda, el chocolate fundido y todo el amor que le ponían. Una intensa emoción me toma por sorpresa anudándome la garganta cuando las siento a ellas vivir en mí.
De a ratos me siento plena. A veces soy feliz.
Hay ratos en los que siento tu sabiduría y por momentos me veo sabia, a veces me reconozco Vida.
Me vienen sensaciones como olas en el mar, son destellos de vos que me dicen algo, y algunas veces siento que en cada paso tuyo hay conciencia. Siempre delante de lo que sigue pero casi al mismo tiempo de lo que hay. Esas veces siento que también soy conciencia y me lleno de fe.
Siento a veces que el sincronismo universal se está manifestando a cada instante y que es mucho más profundo que las coincidencias y los deseos.
Vivo de a ratos y entre medio, muero. Cada día se va haciendo de vida y muerte al mismo tiempo y en distintos momentos.

 

Enero, 2008