Salud Popular » SALUD EN MANOS DEL PUEBLOÚltima actualización: 16/06/2009
II Asamblea Mundial de Salud de los Pueblos
Cuenca, Ecuador, 17-23 de Julio de 2005
SALUD EN MANOS DEL PUEBLOUn Camino Saludable que nos proponen Culturas Campesinas y Pueblos OriginariosJulio Monsalvo
Formosa, Argentina, alta_alegremia@yahoo.com.ar
Todos sabemos... ¡No dependemos!
“Todos sabemos... ¡No dependemos!”,es quizás la expresión que sintetiza con mayor elocuencia esta propuesta que vamos aprehendiendo de los Pueblos Originarios y de las comunidades campesinas.
En un Encuentro Popular de Salud realizado en el Norte de Argentina, campesinos y campesinas nos decían:
“La salud en manos de la comunidad es un concepto de libertad. Y la libertad es un valor que nos hace dignos como personas y la dignidad es un importante componente de nuestra salud”.
“Todos sabemos... ¡No dependemos!” fue el lema elegido para el Encuentro de Salud Popular “Laicrimpo Salud” (1), realizado en 2002, en Rosario, Argentina.
Los “Laicrimpo Salud” son Encuentros a los que anualmente acuden grupos y comunidades del Paraguay, del Uruguay y de varias Provincias de Argentina.
También, en algunas oportunidades, se han recibido visitas provenientes de otros países. Muy recordadas y apreciadas son las que realizaron compañeras y compañeros de Cuenca, Ecuador.
En estos encuentros de intercambio de saberes y haceres se destacen los momentos llamados “Talleres”, en donde se comparten prácticas concretas que habitualmente se realizan en forma colectiva en las comunidades locales.
Todas tienen alguna característica en común: son autogestivas. Esta particularidad es lo que ha dado origen al lema “Todos sabemos, no dependemos”.
¿Cómo se originan estas prácticas autogestivas?
Percibimos que estas prácticas tienen fuertes orígenes ancestrales. Conocimientos que se van transmitiendo de generación en generación.
Sin embargo es notable como otros saberes, procedentes del mundo “académico occidental”, también son apropiados y recreados de manera colectiva.
Un ejemplo es el uso de las gráficas “peso-talla” empleadas para valorar el estado nutricional de los niños. Las mujeres de las comunidades, además de haber aprendido su manejo, las utilizan de manera grupal, compartiendo entre ellas opiniones y consejos que aportan para el crecimiento más saludable de sus hijas e hijos. Esta amplia gama de consejos abarca desde el modo de preparación de alimentos hasta aspectos que hacen a las relaciones entre los miembros de la familia y la vecindad.
Otros saberes y prácticas que se apropian y se comparten proceden de otras culturas, tales como la digitopresura o la reflexología podal.
La propuesta “Todos sabemos, no dependemos” se caracteriza también porque el conocimiento “no se guarda”, se comparte solidariamente.
Trataremos de describir una de las tantas vivencias para apreciar cómo se dan estos compartires:
Veintiocho mujeres, seis niñitos y dos hombres, se hallan sentados bajo los árboles a orillas del majestuoso Río Paraná. Todas y todos pertenecen a comunidades campesinas. Se han autoconvocado para compartir lo que están haciendo en siete distintos parajes para el cuidado de la salud.
Alguien que tiene reloj nos dice que son las tres de la tarde de ese bello primaveral día... Hora de comenzar...
Surgen comentarios y reflexiones... Compartimos algunos:
- Nosotras sabemos muchas cosas.
- Las cosas que sabemos sirven para vivir.
- Los “de la ciudad” dicen que nuestros maridos son “isleños brutos”... ¡ya los quisiera ver a ellos cómo se las arreglarían para cazar para pescar, para vivir...!
- Los que estudian y van a la universidad a la final estudian para su propio beneficio.
- Los que tienen título se guardan su saber... los que somos pobres compartimos todo lo que sabemos.
A continuación las y los representantes de cada paraje exponen los conocimientos y las técnicas que emplean para el cuidado de la salud de sus respectivas comunidades. Presentan carteles con abundantes dibujos que en ese mismo momento confeccionan.
Relatan con detalles las maneras en que realizan determinadas prácticas, tales como pesar en forma comunitaria a sus niños para evaluar su crecimiento, cultivar las huertas incluyendo plantas para ayudar a superar problemas de salud, preparar remedios caseros (fundamentalmente a base de plantas), organizar festejos comunitarios y muchas más.
En todo momento apreciamos la fuerte valoración de sus propios saberes y su visión de la salud concebida integralmente.
Una concepción integral de la salud
Cuando en estas comunidades se habla de salud, se percibe que poseen una concepción integral, que también lleva a incluir como componente de la misma a las celebraciones y festejos, a las relaciones con las demás personas y con toda la Naturaleza.
Compartimos algunas de sus expresiones:
Salud es cuando...
... se goza el día.
... se tienen ganas de trabajar y de compartir con los demás.
... se quiere reír junto con sus amigos; se levanta temprano y no duerme todo el día.
... se quiere hacer algo, no se está quieto.
... se reciben bien los alimentos y uno se siente bien en el trabajo.
... se está alegre y se tienen fuerzas para trabajar.
... a uno le gusta trabajar, reír, se pone conversador, con ganas de jugar y divertirse.
... se tiene alegría, está animada y con fuerzas.
... se lo ve alegre y capaz para todo.
... estamos dispuestos a trabajar.
... nos sentimos bien con todos.
... andamos con alegría y el cuerpo sano.
... en la familia nos llevamos bien, no falta el trabajo y tenemos buena alimentación.
... en la pareja y en la familia estamos felices.
... se tiene buen ánimo y muchos deseos de vivir.
... se cuida la Naturaleza.
... tenemos la tierra donde vivimos.
... estamos acompañados, recibimos y damos afecto.
... la tristeza se convierte en alegría.
Por otra parte, también nos dicen que “Enfermo es el que permanece indiferente ante la injusticia”.
El Pertenecer: Un camino hacia la Salud Saludable
Diversidad cultural de Comunidades y de Pueblos. Cada uno con su propia identidad. Sin embargo algo tienen en común: su sentido de pertenencia, pertenencia a su ecosistema local. En definitiva el sentirse parte de la Naturaleza.
La cultura occidental ha perdido ese sentido a tal punto que no sólo no se siente parte de la Naturaleza sino que se ve ajena a la misma y se siente con derecho a explotarla y someterla.
La ética con la vida y con toda forma de vida es notoriamente diferente Son paradigmas opuestos. Uno lleva al competir y el otro al cooperar. Uno es irrespetuoso con la vida, explota, extrae y destruye. El otro es respetuoso con la vida y con toda forma de vida de forma tal que permite que la salud de su entorno sea sostenible.
De este Mundo Campesino y de los Pueblos Originarios, con su sentido de pertenencia, surge la propuesta del Camino hacia la Salud Saludable.
¿En qué consiste este Camino?
Las comunidades nos enseñan que se trata de una construcción colectiva de la manera de relacionarnos.
Una relación armónica y solidaria que se da en tres dimensiones: cada persona consigo misma, entre todas las personas y entre las personas con toda forma de vida.
Relacionarnos de manera armónica y solidaria posibilita que cada vez haya menos espacio para la no-salud.
Esta propuesta es coherente con su visión de que la no-salud proviene de la ruptura de la armonía.
Una propuesta de vida. Una propuesta que significa, entre otras cosas, un no resignarse a aceptar la no-salud como un permanente integrante en el paisaje cotidiano. Es una concepción superadora a la de “prevención”. Se trata de “ganar en salud”.
Este aprehender otras concepciones en el diálogo intercultural nos lleva a estar atentos a “receptar” la sabiduría que está presente en estas culturas campesinas y de pueblos originarios.
Sabiduría que nos enseña cómo estar sanos, crecer y desarrollarnos en salud y también finalizar nuestro ciclo en salud.
Un Modelo Centrado en la Salud y en la Vida: las voces que proclaman Otro Mundo Posible.
Se trata de un modelo que vamos construyendo a medida que podemos desarrollar nuestra capacidad de “receptar” estas sabidurías.
“Receptar” es algo sustancialmente distinto al concepto de “rescatar”. “Receptar” es posicionarse en una actitud dialógica, dispuestos a aprehender valores, conocimientos y procederes que otras culturas están dispuestas a enseñarnos.
La idea es desarrollar las potencialidades autogestivas de las familias y de la comunidad organizada en tres ámbitos:
1) Ámbito personal y familiar: valorar los conocimientos y las prácticas ancestrales que hacen al cuidado de la salud del suelo, de las plantas, de los animales y de las personas.
2) Ámbito comunitario: promover la organización comunitaria para el compartir solidario de saberes y haceres autogestivos que hacen al cuidado de la salud integral, tanto sean ancestrales como adquiridos y aprehendidos.
3) Ámbito Institucional: facilitar la organización para la realización de gestiones ante el gobierno y otras instituciones, tendientes a abordar la solución de problemas para los cuales no alcanzan los recursos locales autogestivos.
Se trata de generar, desde los valores y las prácticas locales, políticas que impulsen al desarrollo de la autonomía de las comunidades con este enfoque de Salud de los Ecosistemas, es decir, teniendo en cuenta la salud de todos sus componentes.
En una comunidad protagónica de su salud integral se destacarían los siguientes componentes:
· Optar por la felicidad.
· Desarrollar pautas de consumo saludables
· Estimular la Economía Incluyente (autoconsumo, intercambios no monetarios, “minga” y mercadeo local de la producción de excedentes).
· Consumir a partir del autoabastecimiento familiar y comunitario.
· Conservar y transformar la producción
· Valorar los conocimientos locales para el cuidado de la salud integral (del suelo, aguas, plantas, animales, personas).
· Valorar el bosque nativo como fuente de plantas y frutos alimenticios como así también de uso medicinal.
· Valorar los alimentos nativos y de producción local agroecológica como alimentos más saludables (alimentos para alimentar y no para lucrar) y priorizar la producción local de semillas.
· Alentar el uso de tecnologías apropiadas y apropiables.
· Promover la producción de energía local no contaminante y favorecer pequeñas industrias comunitarias.
· Promover viviendas saludables.
Una pregunta clave antes de decidir.
Estas energías en defensa de la vida expresadas por los Pueblos Originarios y Campesinos desde siempre, ese “sentirse parte-de”, es lo que nos lleva a una proponer la Atención Primaria de Salud de los Ecosistemas como estrategia para operativizar políticas biocéntricas.
Al referimos a Ecosistemas, lo hacemos desde la visión de la Ecología Profunda. Esto significa, entre otras cosas, considerar que los seres humanos con nuestras relaciones sociales, políticas y económicas, somos un componente más del ecosistema.
La Declaración de Bangladesh (Asamblea Mundial de Salud de los Pueblos, 2000) nos ofrece un verdadero plan de acción al formularnos concretos llamados a asumir retos económicos, sociales, políticos, ambientales y sanitarios.
Nos describe la visión del mundo saludable por el cual luchamos. Un mundo basado en la Equidad, el Desarrollo Ecológicamente Sustentable y la Paz.
Proponemos que la Atención Primaria de Salud de los Ecosistemas sea un pensamiento que articule transversalmente toda actividad humana
Para ello tenemos la gran oportunidad histórica de escuchar y multiplicar con amplia resonancia las propuestas de las culturas campesinas y de los Pueblos Originarios que ponen todo su acento en la Salud Integral, esto es la Salud de toda forma de vida, la Salud del Ecosistema.
Al decir de las mujeres campesinas, la salud depende del suelo vivo, de la Madre Tierra generadora de vida... para así tener plantas, animales y personas sanas. En otras palabras, ellas están hablando de la Salud de los Ecosistemas Locales.
La población es un componente más del ecosistema. Este pensamiento sistémico nos permite comprender que la salud de cada uno de sus componentes depende de la salud de todo el ecosistema.
De allí que, asumiendo la estrategia de Atención Primaria de Salud Integral como Atención Primaria de Salud de los Ecosistemas, será posible disponer de un pensamiento y un sentimiento articulador para todas las decisiones ya sean personales y comunitarias como así las inherentes a políticas públicas.
Antes de tomar cualquier decisión, este pensamiento ecosistémico nos lleva a interrogarnos si la misma contribuye a la salud del ecosistema local o, por el contrario, es un elemento más de no salud.
El sensopensar andino
Ricardo Alancay, de Tilcara, enclavada en los Andes del norte de Argentina, en la Provincia de Jujuy, nos comparte su sensopensar con estas palabras que consideramos expresan esta visión de pertenencia para pararnos y mirar al mundo desde un paradigma más saludable que haga posible este Otro Mundo Mejor que ya está amaneciendo:
“Aquí nosotros
cuando nos fallan
los seres humanos...
miramos a nuestro alrededor
y el Sol, el Río, los Cerros
y toda..
toda la Pachamama
está con nosotros.
Y entonces decimos
que la influencia
de unos cuantos
humanos
no puede vencer
a la gran influencia
positiva
de todo el Universo”
(1) Laicrimpo, “laicos y comunidades religiosas insertas en el mundo popular”, encuentros que comenzaron en 1990 a iniciativa de 26 Hermanas religiosas. Con el tiempo la asistencia se hizo multitudinaria y los sectores populares de barrios y de áreas rurales sienten que el “Laicrimpo” ya es algo propio que les pertenece. |
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