Salud Comunitaria » Salud de las Relaciones: Aprendiendo a Vivir - Encuentros en la Alcaidía de Mujeres de FormosaÚltima actualización: 07/05/2010
SALUD DE LAS RELACIONES
Este artículo se ha redactado en base a un poster presentado en el
2º Congreso de Atención Primaria de Salud y Acción Comunitaria
de la Provincia de Jujuy, agosto 2008.
El poster fue realizado en forma conjunta por:
Mara Oviedo y Silvia Olmedo (Subsecretaría de Derechos Humanos)
María Carmen Tessio y Sandra Isabel Payán (Programa Salud Comunitaria)
Gabriela, Pastora, Yuliana, Rosalba, Mariel, Eliana,
Felipa, Victoria, Adelmira y Graciela (Internas de la Alcaidía)
El título “Aprendiendo a Vivir” fue propuesto por las internas.
El relato de esta vivencia está realizado por las mismas protagonistas. Este sólo hecho en sí mismo, nos proporciona un ejemplo práctico de un trabajo colectivo impulsado por la idea fuerza de promover y fortalecer relaciones saludables.
“APRENDIENDO A VIVIR”
Encuentros de Salud Comunitaria en la Alcaidía de Mujeres de Formosa
A finales del 2006, la Subsecretaría de Derechos Humanos invita al Programa Salud Comunitaria a desarrollar actividades con la población internada en la Alcaidía de Mujeres.
El motivo era intentar una vía de abordaje a la salud mental de las internas que no se agotara en el suministro de medicamentos, promoviendo la autoestima por medio de los talleres de prácticas autogestivas que el Programa ofrece.
El Programa Salud Comunitaria tiene como propósito la creación de espacios de encuentro para compartir solidariamente la salud integral, valorando los conocimientos locales.
Se decide realizar un primer encuentro con las internas en enero del 2007, en el cual participamos los equipos de Salud Comunitaria y de Derechos Humanos. En este encuentro compartimos las características del Programa, realizamos una de sus actividades, y al cierre del mismo, en conjunto decidimos continuar con encuentros sistemáticos mensuales, los cuales se siguen realizando hasta la fecha.
Nos imaginamos los siguientes propósitos:
· Promover la salud integral de las internas y el fortalecimiento de su autoestima
· Crear espacios de encuentro para compartir solidariamente prácticas autogestivas y saberes propios
· Aportar herramientas para la reinserción social de las internas
Realizamos un encuentro mensual con las internas compartiendo diferentes prácticas autogestivas, tales como preparados con plantas, jabones medicinales, digitopuntura, masajes, preparación de comidas típicas, repostería, expresiones musicales, tejidos, confección de pulseras y otras.
Estas prácticas desarrolladas en cada encuentro fueron inicialmente propuestas por el equipo. Luego fueron elegidas por las internas a partir de la oferta del Programa. Y posteriormente se enriquecieron con nuevas prácticas surgidas de los deseos y expectativas de todos los participantes. Se posibilitó un espacio de libertad en un contexto especial.
La metodología se ha seguido construyendo en el proceso mismo de los encuentros. No llegamos con un esquema previo, sino abiertos a lo que sucediera.
En este camino todos aprendemos y enseñamos al mismo tiempo. Compartimos saberes donde las maestras han sido en algunas ocasiones personas del equipo o invitadas, y en muchas otras, las mismas mujeres internadas.
Mientras estamos compartiendo cada práctica autogestiva, surgen otros saberes para la salud y la vida, sentimientos, reflexiones, ideas y emociones.
.A la fecha, agosto de 2009, se han realizado 35 encuentros. Nos permitimos compartir algunas reflexiones:
La confianza y los afectos que hemos ido ganando en este espacio han persistido aun cuando se han modificado las participantes (salidas e ingresos de las internas). Sentimos que el mismo va teniendo identidad propia. El encuentro nos ha ido transformando a todas. y quienes llegan van formando parte de este espacio y de esta transformación.
Sentimos estos encuentros como una posibilidad de vivir la libertad en condiciones de encierro. Es la libertad de conocernos y de relacionarnos sin desconfianzas, sin prejuicios, sin rótulos, y sin los límites que nos imponen los roles formales.
Se trata de sentirnos pares, las internas, el equipo y las trabajadoras penitenciarias. En algunas ocasiones las trabajadoras penitenciarias han participado de los encuentros, no en su función específica, sino como parte del grupo.
En estos encuentros todos aprendemos y enseñamos al mismo tiempo. Así lo expresa una de las compañeras internas: “digo que estamos contentas porque hemos aprendido y sentimos que hemos enseñado”.
Nuestros encuentros están aportando a la convivencia dentro de la Alcaidía.
Los temas tratados no han sido el propósito, el propósito ha sido el encuentro en sí. Se trata de la promoción de la Vida, no de “atender un problema específico”. Se trata de dejarse llevar por el proceso.
La mirada integral de la salud con la que estamos realizando esta actividad, ha implicado que incorporemos temas como tejidos, artesanías, repostería, alimentación saludable y música, los cuales han sido sugeridos por las mismas internas.
La música está permitiendo que se expresen sin miedo ni vergüenza nuestras emociones y sentimientos, es decir con auténtica libertad.
Este proceso de encuentros se ha constituido en una experiencia invalorable para todos los participantes. Nos está regalando profundos aprendizajes y desaprendizajes sobre la salud y sobre la libertad. La salud como proceso vital y la libertad como posibilidad en cualquier ámbito.
Sentimos que esta manera de relacionarnos y de conocernos, sin prejuicios, superando modelos y dejándonos guiar por el proceso mismo, está fortaleciendo la autoestima de todos.
Nota:
El Programa Salud Comunitaria depende del Ministerio de la Comunidad, de la Provincia de Formosa, Argentina
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