Salud Popular » Concepciones del proceso de salud de los participantes de LAICRIMPO, 1a parte: .Tesis Lic.Trab,Social, UNER; Mariángeles Galizzi y Jesica LorenzónÚltima actualización: 17/12/2010
Licenciatura en Trabajo Social
Seminario de Tesina y Tesina
La salud en manos de la comunidad…
es otro mundo posible….*
Concepciones del proceso de salud de los participantes de LAICRIMPO (Movimiento de Salud Popular)
Equipo docente
Docente Titular: María del Rosario Badano
Docente Adjunta: Norma Pereyra
J.T.P: María Gracia Benedetti
Auxiliar de 1era: Rosana Ramírez
Javier Ríos
Estudiantes
Mariángeles Galizzi
Jesica Lorenzón
Asesor Temático:
Lic. Esteban Kipen
Agradecimientos…
Al llegar a esta instancia, hubo mucho esfuerzo en el camino, momentos en que nos costó mas por la angustia y la ansiedad de ver el resultado final de nuestra tesis, lo cual no nos permitían enfocarnos en ella.
En primer lugar agradecernos mutuamente, como equipo de trabajo, que a lo largo de todo este proceso trabajamos incansablemente, respetando las opiniones y aprendiendo una de la otra….
Queremos reconocer a todos aquellos que estuvieron con nosotras, presentes o que hicieron algún aporte desde distintos lugares…
A nuestros padres: Dina – Raul; Graciela – Daniel por habernos permitido transitar por la universidad y darnos la posibilidad de finalizar un estudio con todo el esfuerzo que ello significa. Por estar siempre alentándonos, y no dejarnos bajar los brazos…
A nuestros hermanos/as, sobrinas nuevas… y demás familia… por contenernos y apoyarnos en este viaje…
A Nahiara, Isabella, Thomas y Benjamin por ser esos angelitos hermosos que iluminan nuestros días…
A nuestros compañeros de la vida… Juan y Facundo…gracias por el aguante, las cebadas de mate, y sobre todo la comprensión…
A los que primero fueron nuestros compañeros de la facultad y hoy son amigos, que estuvieron siempre compartiendo este proceso, y todos los años de cursado, en buenas y malas, alentándonos y haciendo más liviando el camino, a los compañeros de la agrupación siete de noviembre, por ser otro espacio compartido…a los integrantes de los proyectos de extensión donde participamos que con sus aportes nos permitieron reflexionar, y además por hacernos conocer el espacio de la extensión universitaria…
A nuestros amigos de la vida, que aunque muchas veces los tuvimos abandonados, siempre están con la palabra de aliento, el abrazo, una mirada…gracias!
A Laicrimpo….a todos los Laicrimperos que permitieron compartir con nosotras esta experiencia sobre todo a quienes entrevistamos, y nos hicieron conocer otros espacios…y a los personajes que compartieron el Laicrimpo 2010…
A Esteban Kipen quien fue nuestro asesor y compañero en este proceso…
A Javier Ríos por hacernos pensar y re pensar tantas veces…que hoy dio sus frutos…por las correcciones…
¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!!
A la Pacha Mamá que nos cobija…Y a la vida que nos ha dado tanto…
Resumen
A partir de nuestro tránsito por el seminario de Tesina y Tesina, presentamos lo que es el trabajo final con orientación a la investigación.
Comenzamos el proceso en otra temática diferente, que por cuestiones varias no pudimos llegar a desarrollar, lo que nos llevó a orientar nuestra búsqueda en el campo de la salud, a partir de experiencias personales y áreas de vacancia en nuestra formación.
El presente trabajo aborda las Concepciones del Proceso de Salud de los participantes de Laicrimpo (Movimiento de Salud Popular).
A partir del mismo, nos proponemos problematizar sobre el campo de la salud y las concepciones del proceso de salud, de quienes se encuentran participando de Laicrimpo, un movimiento de salud popular con una trayectoria de veinte años de encuentros anuales y regionales, que genera a la par un sin fin de actividades, tanto en espacios determinados como en la vida cotidiana de los participantes.
Las categorías principales que conforman el eje de nuestro tema son: Concepciones, Proceso de Salud, Participación, Campo, Modelo Médico Hegemónico (paradigma antropocéntrico) Paradigma biocéntrico - Salud de los Ecosistemas.
A partir de las mismas, consideramos que el objetivo general que guía nuestro trabajo es describir y analizar las concepciones existentes sobre el proceso de Salud de los participantes de Laicrimpo.
Es una investigación de tipo cualitativa, para lo cual las técnicas de recolección de datos utilizadas en el trabajo de campo, son la entrevista abierta y semiestructurada, observación participante y análisis documental de la historia del movimiento (a partir de la lectura de boletines que contienen resúmenes de lo trabajado en cada encuentro tiene la particularidad de ser elaborado por los mismos participantes).
Así mismo, la técnica de análisis utilizada para las entrevistas fue la de frases significativas.
Introducción General
El presente trabajo, es sobre las concepciones del campo de la Salud, haciendo un recorte específico en lo que hemos elaborado como objeto-problema a lo largo de este proceso.
De esta manera se titula “CONCEPCIONES DEL PROCESO DE SALUD DE LOS PARTICIPANTES DE LAICRIMPO” (MOVIMIENTO de SALUD POPULAR)
A partir del objetivo general de conocer las concepciones del proceso de salud de los participantes de Laicrimpo, hemos ordenando el trabajo a partir de distintos capítulos, estableciendo el siguiente orden:
En el primer capítulo, nos encontramos con el Encuadre Metodológico integrado por la dimensión epistemológica, estrategia general y técnica de recolección y análisis de la información
El capitulo dos, de Análisis de la Información, a raíz del trabajo con las entrevistas (frases significativas), considerando las categorías principales del encuadre teórico-conceptual, la observaciones (participante), y la historicidad del movimiento.
El capitulo tres, los hemos titulado “Cierres provisorios, aperturas permanentes” donde concluimos con el trabajo, y se hace una breve lectura de todo lo que fue nuestro proceso.
Por último, encontramos la bibliografía consultada y el anexo comprendido por el trabajo de campo: las desgrabaciones de las entrevistas, los registros de las observaciones participantes, artículos de interés en relación al tema, algunas cartillas del movimiento, además de las notas dirigida a secretaría académica de nuestra facultad para la presentación de nuestro asesor temático y el ingreso de la tesis.
Capitulo I
Encuadre Metodológico
I. DIMENSIÓN EPISTEMOLÓGICA
Tema
Concepciones del Campo de la Salud
Objeto- Problema
Concepciones del proceso salud de los participantes de Laicrimpo (Movimiento de Salud Popular)
Objetivos de Investigación
Describir y analizar las concepciones existentes sobre el proceso de salud de los sujetos que participan en Laicrimpo.
Situación Problemática y Planteo del Problema
Partimos de entender a la salud, como un campo complejo, en el cual se ponen en juego una serie de prácticas, representaciones, concepciones y modos de pensar que estructuran posicionamientos y se enmarcan en un hacer, donde aparecen intereses y miradas diferenciadoras. A partir de entender a la salud de esta manera, podemos hacer un análisis en relación al atravesamiento de nuestra sociedad por las concepciones occidentales, que en el campo de la salud, conciben a la misma a partir de un modelo médico hegemónico con impronta positivista - biologisista, que ha reducido a comprender la salud a partir de los parámetros de normalidad, donde la enfermedad aparece como algo externo o patológico, que viene a alterar un estado.
En esta misma línea, nos encontramos con la definición que plantea la OMS (Organización Mundial de la Salud), para quien la salud es “El estado de completo bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedades” [1].
Esta primera definición de Salud, deja entrever la existencia de “un estado ideal” el cual debe perseguir la persona para sentirse realmente saludable, en palabras de Julio Cesar Payán, “Cuando se habla de la salud como “un estado”, se la mira como algo estático, como un modo de ser, y pierde toda la visión dinámica y cambiante, que requiere el ser humano para permanecer vivo en el flujo de la vida misma” [2].
En la definición de la OMS, vemos que no existe la posibilidad de pensar de qué manera y bajo qué condiciones, una persona debe vivir para alcanzar ese estado de plenitud físico-mental y social, entendiendo que los contextos y las condiciones concretas de existencia, marcan fuertemente la vida cotidiana de las personas, donde no todos comparten el acceso a los recursos, inclusive algunos nunca logran acceder a los mismos.
Por eso es que, pensamos a la Salud como un proceso complejo bio-psico-social, que incluye modos de atención que incorporan una visión integral de la persona, donde no se piensa en un estado ideal a alcanzar, sino que se plantea como se da este proceso de una manera dinámica, donde la enfermedad no es vista como contraria a la salud, sino que se piensa al interior y como parte del devenir vital de cada persona.
Estos diferentes modos de entender a la salud, nos fueron generando interrogantes a lo largo de nuestra formación, que nos permitieron iniciar otras búsquedas, y nos llevó a pensar sobre las concepciones que se ponen en juego al momento de hablar de salud.
En este sentido, haber transitado la cátedra de Salud Pública (cuarto año de la Licenciatura en Trabajo Social – plan 2001) nos fue aportando herramienta para seguir pensando en esta misma línea de salud como proceso, y poder pensarla además no solamente inherente a las instituciones de salud, a las prácticas médicas, sino poder incorporar otros escenarios y espacios donde la salud se hace presente.
De esta manera, participamos de las Jornadas de Salud, organizadas por la cátedra de Salud Publica, iniciadas en el año 2006 y continuando en 2008 y 2009. Este espacio resultó ser interesante, porque nos volvía a interpelar sobre los interrogantes acerca de las concepciones sobre la salud, y fuimos conociendo distintas experiencias, prácticas, discursos.
Es así que tomamos conocimiento de la existencia de un Movimiento de Salud Popular Laicrimpo originado en el noreste argentino a inicios de la década del 90, a partir de que dos de sus referentes Julio Monsalvo y Sandra Payan participan de las Jornadas de Salud en el año 2008.
La propuesta de Laicrimpo llamó nuestra atención, porque en un contexto donde aún tiene vigencia preponderante el modelo médico hegemónico, el movimiento había podido construir otro modo de pensar la salud, relacionado fuertemente con un modelo biocéntrico de saberes ancestrales, revalorizando el saber de cada persona.
Además, el movimiento tenía una trayectoria de veinte años de encuentros anuales y regionales; en dichos encuentros se comparten las diferentes experiencias, prácticas en relación a la salud, y se sigue apostando por “otro mundo posible, si la salud está en manos de la comunidad”.
A partir de conocer esta experiencia, nuestro objetivo es conocer las concepciones del proceso de salud de los participantes del Laicrimpo.
Sujetos sobre los cuales se reconoce su singularidad a partir de las condiciones de existencia y los contextos diferenciados, en donde al hablar del concepto de salud la misma se construye a partir de otros discurso y prácticas que exceden lo meramente institucional al plantear “que otro mundo es posible si la salud se encuentra en manos de la comunidad” como lo reconoce el movimiento de medicina popular Laicrimpo.
Algunos interrogantes que movilizan nuestra búsqueda:
¿Cómo se piensa el proceso de salud en Laicrimpo?, ¿Se habla de enfermedad?
¿Cómo se llega a la conformación de este movimiento?, ¿Que aspectos centrales movilizan esta nueva búsqueda?, ¿Cómo se piensa la salud en la comunidad (modos de atención, recuperación de saberes) desde Laicrimpo?, ¿Qué concepciones sobre la salud atraviesan la práctica de los sujetos que participan de Laicrimpo?, ¿De que manera se apropian los sujetos de este tipo de prácticas?
¿Existe algún atravesamiento de las prácticas del modelo médico hegemónico sobre las prácticas que se llevan adelante en el movimiento de salud popular?
¿Existe algún tipo de influencia confesional dentro del movimiento (teniendo en cuenta el origen del movimiento)?, ¿Qué implicancias tiene pensar de esta manera al campo de la salud para la práctica desde el trabajo social en su intervención cotidiana?
Justificación del Problema
Al momento de elegir el tema que presentamos, confluyeron en esa búsqueda una serie de factores, que fueron determinando el mismo. Intereses personales, profesionales, experiencias, áreas de vacancia. Y a partir de todo lo que ha sido nuestro recorrido en estos cinco años, nos parece interesante poder incursionar en el campo de salud, ya que nosotras no habíamos tenido la oportunidad de generar un acercamiento previo en lo que fue nuestro proceso de las prácticas pre-profesionales, lo que nos interpela a investigar el mismo, desde nuestro lugar de estudiantes, pero también pensándonos en futuros profesionales.
En cuanto a los intereses personales, los mismos surgieron a partir de haber participado en dos oportunidades de las “Jornadas de Pensar el campo de la Salud: otras voces, otras prácticas, otros significados” organizadas por la cátedra de Salud Pública de la Facultad de Trabajo Social, lo que nos fue generando curiosidad y ganas de aproximarnos a este campo poco conocido.
Así mismo, nuestro paso por la cátedra de Salud Pública, reforzó este interés, donde nos encontramos con una perspectiva de salud, pensada a partir del modelo de complejidad, donde lo social en dicho escenario adquiere otro modo de pensarlo y pensarnos.
Relevancia Social y Académica
La construcción de conocimiento en Trabajo Social, es una búsqueda permanente y necesaria para la profesión. De esta manera consideramos que es válido acercarnos a la producción de conocimientos a partir de estos espacios, en este caso, de una tesis.
La elaboración de una tesis de grado es un primer paso en el proceso de investigación, que enriquece las lecturas y complejiza la relación teoría-práctica, además da cuenta de una manera de comprender y posicionarnos sobre un tema específico.
En nuestro caso, la elección del tema tiene que ver con la importancia de la profundización del conocimiento en el campo de la salud, un campo complejo, que es abordado a partir de distintas disciplinas, y donde podemos reconocer la existencia de una multiplicidad de experiencias, posicionamientos, entre los cuales reconocemos al Movimiento de Salud Popular Laicrimpo, a partir del estudio cualitativo que realizamos sobre las concepciones de sus participantes.
Socialmente consideramos que un estudio de este tipo tiene importancia, porque muchas veces la falta de difusión de estos espacios o movimientos, imposibilita tener la oportunidad de conocerlos y acceder a los mismos.
Este modo de entender la relevancia de la construcción de conocimiento, va unido a un modo particular de entender la socialización de ese conocimiento.
Por lo que hemos planteado, consideramos que el tema que nos convoca, tiene una relevancia tanto a nivel social como académico.
Antecedentes – Estado del Arte
En el presente trabajo, reconocemos como antecedentes todas aquellas producciones que aporten a nuestra búsqueda a partir de las categorías principales que hemos señalado, teniendo en cuenta que aportan a complejizar la mirada sobre el campo de la salud.
Es por lo antes mencionado, que hemos seleccionado: tesis de grado de nuestra unidad académica y otras, publicaciones científicas, proyectos de investigación y extensión, artículos periodísticos, producciones de congresos, jornadas y seminarios afines.
En relación a producciones científicas y a los textos sobre la temática, nos interesa destacar los siguientes:
De José Carlos Escudero docente de la UNLP, el artículo “¿Qué decimos cuando decimos Salud Colectiva?” publicado en editorial Encrucijadas de la UBA (nº 23. Buenos Aires 2005).
En el artículo, el autor parte de una pregunta central que es ¿qué decimos cuando decimos salud publica? A lo largo del mismo, va a ir dando herramientas que permiten comprender al abordaje que realiza a partir de que existiría una contradicción al decir salud pública, consciente de la idea de lo colectivo, y una salud para individuos que maximiza las acciones sobre personas aisladas.
Todo el análisis va de la mano de un análisis socio-político en cuanto a las condiciones concretas de existencia que tiene los países denominados del tercer mundo, dentro de los cuales se ubicaría la Argentina.
Es interesante como el autor, analiza la dinámica capitalista en la vida cotidiana que en el caso de la salud, producto de este modelo genera exclusión, mortalidad infantil, falta de políticas públicas, malas condiciones de vida, lo que va a impactar en la capacidad que tienen las personas para desarrollar estados de no salud o enfermedad. Es decir, que la salud no solo es vista como un estado deseable, sino que además está atravesada por las condiciones posibles de existencia de las personas, lo que lleva al desarrollo pleno o no de la satisfacción de las necesidades humanas.
En relación a las ponencias y producciones presentadas en los congresos (Congreso Nacional de Trabajo Social organizado por la FAAPS – Federación de Asociaciones de Profesionales del Servicio Social – Mendoza 2007; III Congreso Nacional de Extensión Universitaria. UBS. Buenos Aires 2009 ), elegimos la ponencia de Mariángeles Funes “Políticas Sociales interdisciplinarias para la atención de la salud” presentada en el Congreso de FAAPS (Mendoza 2007) donde encontramos interesante la manera en que la autora analiza la selección y combinación de medicinas a partir de indagar cómo los abordajes pluralmente construidos en las políticas interdisciplinarias en los ámbitos de la salud, han incluido a profesionales de las ciencias sociales a través de modelos complementarios y alternativos que se llevan a cabo en nuestra sociedad.
Esto da cuenta del análisis pertinente que realiza sobre los diferentes modelos que reconoce al interior del campo de la salud, además resulta interesante, como trabajan los recorridos terapéuticos que los actores sociales realizan y que van en busca de tratamientos holísticos, ya que la biomedicina organicista que impera carece de ésta perspectiva totalizadora, combinándose los servicios de salud ofrecidos por la medicina oficial con otras prácticas.
En un punto, esto tiene que ver con las concepciones existentes sobre ambos modelos, que resulta de un aporte interesante para nuestra investigación.
Concluye exponiendo que toda praxis en salud debería ser necesariamente colectiva, hace una la valoración positiva de las estrategias de complementariedad terapéutica por parte de las instituciones de salud que abre una nueva puerta de comunicación, entre servicios y profesionales oficiales por un lado y las expectativas de la gente por otro.
Por otro lado tomamos los aportes de la ponencia de Leticia Azzaretti, Marina Ridao y María Eugenia Rovetto “La extensión universitaria y la construcción de saberes socio-comunitarios para la promoción de la salud”, presentada en el III Congreso Nacional de Extensión Universitaria (“La integración, la extensión, docencia e investigación. Desafíos para el desarrollo social. Buenos Aires 2009. Facultad de Medicina. UBA)
En la ponencia, se refleja la tensión entre condicionamiento y crisis del modelo médico hegemónico que, por un lado, determina las representaciones sobre las prácticas de extensión universitaria de la facultad de medicina y, por el otro, se encuentra cuestionado por la incorporación de factores socioculturales en la explicación de la etiología de las enfermedades.
En el presente trabajo se expuso una experiencia de extensión universitaria que introduce al debate de los cambios en la formación universitaria de futuros profesionales de salud, cambios que permitan a éstos comprender y abordar los problemas de salud de la comunidad mediante el análisis de los determinantes sociales, económicos, políticos, culturales e individuales del proceso salud-enfermedad-atención, promoviendo la participación activa de la comunidad en la resolución de los mismos.
La ponencia surge a partir de analizar el dicho proyecto de extensión.
De los trabajos finales con orientación a la investigación de estudiantes de 5to año – Licenciatura en Trabajo Social – UNER. Encontramos dos tesinas que trabajan sobre el campo de la salud y representaciones sociales, si bien lo hacen desde distintas perspectivas y planos, por lo cual nos resultó interesante la es sobre las concepciones y prácticas de salud en comunidades aborígenes, “La Salud en el barrio: la nueva comunidad Mocoví. Un proceso de luchas y recuperación cultural” indaga acerca de las concepciones y prácticas de salud, que tiene en cuenta los modelos de producción y reproducción social, en este caso, con la particularidad de hacerlo sobre una comunidad de pueblos originarios Mocoví, de Recreo, provincia de Santa Fe.
Si bien su categoría principal es la de cosmovisiones, se plantea conocer además las concepciones sobre el proceso de salud-enfermedad-atención, que nosotras tomamos como categoría del marco teórico-conceptual, de un grupo de referentes institucionales de la comunidad Mocoví de Recreo; si bien ellas parten de las concepciones, el recorrido que hacen del concepto SEA se vincula con nuestra investigación de tipo cualitativa. Correrse del lugar de lo único y hegemónico, para ver las interrelaciones, lo alternativo y lo complementario
Su unidad de análisis, esta centrada en los referentes de la comunidad aborigen Mocoví de Santa Fe.
La tesis de Gabriela Natalia Páez y Livia Paula Raffo, sobre VIH SIDA en la niñez “Representaciones sociales de los/as profesionales de distintas disciplinas, que trabajan en el Hospital Materno Infantil San Roque de la ciudad de Paraná, acerca del VIH Sida en la niñez”, indagan a partir de preguntarse cuales son las representaciones sociales de los profesionales acerca del tema, de esta manera, emplean como categoría central la de representaciones sociales, que analizan desde diferentes autores o perspectivas con la finalidad de comprender e interpretar los significados que los/as distintos/as profesionales le otorgan al VIH/SIDA en la niñez. Dicha categoría la analizan en relación a otra problemática, pero es significativo el aporte porque permite reconocer diferentes perspectivas al interior de la misma y desde la disciplina del trabajo social.
Destacamos que hacen un recorte sobre el ámbito de la salud pública, ya que realizan la investigación a partir del trabajo de los profesionales de distintas disciplinas de una institución pública de salud como es el Hospital Materno Infantil San Roque de la ciudad de Paraná. La salud pública se encuentra al interior del ámbito de la salud en términos generales, es por esto, que consideramos que este trabajo es un aporte a nuestra investigación.
Consideramos que la extensión universitaria tiene esta particularidad de abordaje, y se constituye en uno de los pilares junto con la investigación y la docencia, lo que motivó a incorporarlos como antecedentes en nuestro trabajo, también existe un conocimiento vivencial de la extensión al haber participado como becarias en distintos proyectos de nuestra unidad académica sabiendo que es un espacio deslegitimado, pero que no deja de ser válido para la formación profesional inclusive en los procesos de investigación, ya que se constituye como un insumo. Además de ser prácticas territoriales, lo que significa un aporte para nosotras, debido a que nos permiten pensar en el intercambio y reciprocidad de la Universidad con el medio, en este caso universidad – comunidad – salud
Hemos seleccionado como antecedentes aquellos que se desarrollan a partir de alguna de las categorías que utilizamos en nuestro trabajo:
El proyecto “Una deuda, un desafío: la salud comunitaria en áreas rurales de los Departamentos de Pocho y San Alberto” (Universidad de Córdoba – 2004) que tiene como director a Ernesto Gagliano, se desarrolla dentro del área de Salud en año 2004, teniendo como destinatarios a la población rural sin distinción de edad y género, con la particularidad de las comunidades campesinas.
Los objetivos principales se relacionan con fortalecer los procesos organizativos de cada comunidad, incentivando la ejecución de acciones de salud y la coordinación y articulación de las mismas a nivel regional. Así como también, desde el lineamiento metodológico, la planificación estratégica y participativa en los procesos comunitarios, posibilitando llevar a cabo las acciones y visualizar las oportunidades y restricciones.
Trabajar desde la educación popular con el fin de lograr la conciencia sanitaria, la planificación social de la salud local y la promoción de organización de redes sociales. Al trabajar específicamente con sectores campesinos, permite ver como se dan los procesos comunitarios al interior, en este caso, sobre la salud, y la promoción, desde una idea de educación popular. Lo popular, lo colectivo tiene relación con lo que nosotros queremos indagar de Laicrimpo, por eso seleccionamos este proyecto de extensión como antecedente de trabajo en la comunidad. Uniendo comunidad / salud.
Por último, el proyecto “El acceso a la Atención Primaria de la Salud Comunitaria, el acceso a un derecho social” (Universidad de Córdoba – 2007) que tiene de directora a María Elena Flores, el mismo se desarrolla en el año 2007 en el área de salud, tiene como destinatarios la población rural, sin distinción de género y edad, haciendo hincapié en las comunidades campesinas.
Los objetivos de dicho proyecto giran en torno a reconocer a las familias como sujetos de derecho, facilitando las prácticas preventivas de la salud a nivel familiar y/o comunitario, el acceso de medicamentos para la atención primaria de la salud de la comunidad, fortalecer la atención médica en los dispensarios, potenciar los vínculos de organización comunitaria para la atención de los problemas de salud, la
creación de un espacio de diálogo, articulación y planificación territorial (multiactoral) en salud comunitaria (movimiento campesino – dispensarios – hospital – escuela rural). La intervención se fundamenta en la necesidad de dar apertura a nuevos espacios de articulación con el universo de políticas, programas e instituciones que trabajan en el marco de la Atención Primaria de la Salud a partir de una problemática social que ha sido identificada por las familias mediante un diagnóstico territorial. Al indagar sobre el acceso a la atención primaria, desde el plano de la salud comunitaria, es un aporte interesante para seguir pensando en la crisis del sistema de salud actual en relación a la accesibilidad que no tienen aquellos sectores rurales o campesino, y la urgente necesidad de pensar otros modos de atención e intervención, que les permitan acceder a la salud como un derecho social.
Con respecto a las actividades de cátedras, en este punto ubicamos a una actividad propuesta desde la cátedra de Salud Pública de la Licenciatura en Trabajo Social (FTS –UNER) “Jornadas de Pensar el campo de la Salud: otras voces, otras prácticas, otros significados”, nos resulta interesante la metodología de trabajo en dichas jornadas, y las dinámicas de participación (talleres vivenciales), que abordan diferentes aportes, voces, perspectivas en torno a la salud. La primera experiencia se realiza en 2007 y se continúan en 2009 – 2010.
En las mismas se parte del reconocimiento de otras voces en el campo de la salud, tratando de visibilizar otros procesos de manera compleja. Participan del mismo diferentes prácticas como son: el chamanismo, ayurveda, acupuntura, terapia neural, curanderismo, Reiki, biodanza, homeopatía, entre otras.
Las jornadas se desarrollaron a partir de clases expositivas donde cada referente contaba acerca de su práctica, se finalizaba la misma con un taller vivencial.
Uno de los objetivos principales, tenía que ver justamente con poder complejizar las concepciones que tenemos sobre la salud, volver a pensar desde donde las construimos y como el modelo medico hegemónico ha tenido una relación muy importante en los sistemas de salud de nuestras sociedades, como así también en los modos de concebir a la misma, como los mismos se plasman en las concepciones y fundan prácticas.
Encuadre Teórico – Conceptual
En el presente apartado, desarrollamos el encuadre teórico – conceptual, donde trabajamos las categorías principales desde diferentes autores, que son las siguientes:
Concepciones – Campo - Proceso de Salud-Enfermedad-Atención - Modelo Médico Hegemónico - Paradigma Biocéntrico – Salude de los Ecosistemas- Participación.
Nuestra investigación tuvo la intencionalidad en un principio de conocer las representaciones sociales del proceso de salud de los participantes de Laicrimpo, pero por descubrimientos que fueron emergiendo a lo largo de nuestro proceso, encontramos que la categoría concepciones era la que mejor se adaptaba a lo que estábamos indagando, sobre todo al momento de realizar el análisis de nuestro trabajo de campo, donde nos encontramos con la dificultad de identificar las representaciones sociales, ya que en los discursos se hacía evidente la existencia de una concepción previa del proceso de salud, en este caso, siendo partícipes del Laicrimpo.
Consideramos a la salud como campo complejo, para lo cual abordamos la categoría de campo desde la perspectiva de Bourdieu, quien aporta una mirada sobre la multiplicidad de actores, de posicione y los capitales al momento de pensar en el proceso de salud.
Otra de las categorías es la de proceso de salud – enfermedad- atención, a la cual incorporamos el paradigma biocéntrico y el modelo médico hegemónico, que van a ponerse en tensión al momento del análisis.
Por último, la categoría de participación, resulta de importancia porque aporta a conocer los motivos y particularidades de los participantes de laicrimpo, y a su vez juega un papel importante a la hora de entender porque se constituye como un movimiento social, y como esta participación juega en los “laicrimperos” a la hora de definir como entienden el proceso de salud, siendo que en algunos casos reconocen que existe un antes y un después de comenzar a participar del mismo.
Las categorías elegidas para trabajar, fueron escogidas en función del objeto problema; las mismas tienen el objetivo de lograr una comprensión compleja y dinámica del campo de la salud, en este caso en particular, a partir de las concepciones.
Concepciones
La categoría de Concepción es una de las categorías centrales en nuestro trabajo de investigación, y nos referimos a la misma tomando los aportes de del informe final del proyecto de investigación “Concepciones teóricas – epistemológicas acerca de la familia, de los trabajadores sociales que intervienen en el campo”, que indaga acerca de la categoría.
Todo sujeto posee concepciones acerca de algo, en el caso particular que nos convoca, nuestro interés tiene que ver con las concepciones existentes sobre el proceso de salud.
De esta manera, las concepciones “ (…) se construyen desde el sentido común e incluye valores, creencias, costumbres, hábitos, trayectorias personales y sociales que constituyen núcleos de significaciones que son aprehendidas a través de la experiencia de la vida cotidiana, y que componen de prácticas de reproducción y producción social”[3].
Se va creando de esta manera un núcleo de significaciones alrededor de las mismas, donde se van articulando diferentes aspectos tanto ideológicos, políticos, religiosos, económicos, sociales, que en este caso en particular, van dando cuenta de los diferentes discursos que se encuentran alrededor del proceso de salud, y de que manera es posible que existan distintos paradigmas que los fundamenten, teniendo en cuenta lo dicho anteriormente.
Las concepciones presentan un doble juego a nivel de los subjetivo y lo social, ya que el sujeto parte de las mismas para comprender diferentes aspectos de la vida cotidiana y actuar en base a eso, y a nivel de lo social se encuentra con una interacción de diferentes concepciones que van dando cuenta de cómo cada sujeto va aprendiendo en este caso el proceso de salud, en base a las experiencias previas, situaciones concretas de vida. Además en este nivel social, esas concepciones muchas veces entran en disputa cuando buscan legitimarse en los diferentes espacios (un claro ejemplo es la fuerza que tienen las concepciones que están ancladas en el modelo médico hegemónico, a la hora de definir que entienden por proceso de salud, a partir de lo cual fundan prácticas e institucionalizan discursos con una alta legitimidad social e institucional en nuestra sociedad).
“A través del proceso histórico es que construimos las concepciones que tenemos acerca de las cosas, del mundo, de los fenómenos particulares que se desarrollan en la sociedad. Esto se constituye en un proceso dinámico, donde participar activamente permite dar cuenta a través de las elecciones que realizamos en relación al mundo objetivo”[4]
De esta manera, podríamos decir que “las concepciones de salud depende de las definiciones que el común de la gente tenga sobre su padecimiento, las que condicionarán los tipos de ayuda a buscar. Existe un complejo mundo de creencias y valores, normas, conocimientos y comportamientos ligados explícitamente a la salud que interaccionan permanentemente con la medicina oficial, y que dan cuentan no solo de las modalidades de gestión de la salud, sino también de la relación que el sujeto tiene con su cuerpo, con la alimentación, con los hábitos de vida, con el tiempo libre y con el conjunto de los servicios sanitarios entre otros”[5]
Campo
Una de las categorías empleadas, a los fines de hacer una comprensión más compleja, fue la noción de campo tomada de Bourdieu, el cual lo define como espacios de juego históricamente constituidos, con sus instituciones específicas y sus leyes de funcionamiento propias.
Entender entonces que los campos son espacios de juego, nos remite a la idea de la existencia de diferentes modos de pensar y hacer, que llevado al campo de la salud, esto tendría que ver con las diferentes concepciones que existen sobre lo que significa la salud, y a partir de la misma, como elaboran este proceso de salud-enfermedad-atención los diferentes grupos y comunidades, donde van a ponerse en juego las trayectorias individuales, pero también la historia del grupo social.
Lo contextual también tiene un lugar preponderante en este sentido, si pensamos en las diferencias que existen solamente a nivel geográfico en nuestro país, donde no se vive de la misma manera en el norte que en el sur, o en la región centro que en la región del litoral. Los modos de vida, lo cotidiano impacta fuertemente sobre los modos de pensar y revalorar las maneras de atención de la salud.
Otra de las incorporaciones que hace esta noción de campo, es en referencia a las instituciones y leyes de funcionamiento propias que estructuran a cada campo social, cuyos límites se definen y redefinen históricamente, y que no se tratan de procesos establecidos y fijos, sino que se dan en medio de este juego de posiciones y poderes, según los distintos capitales existentes.
Y hablando de los capitales, en todo campo social, existen diversos capitales: social, económico, cultural, simbólico, entre otros. Estos capitales son los que permiten a los sujetos contar con un saber que específicamente refiere a alguno de estos niveles, y es ese capital el que el sujeto pone en juego en su cotidianidad, y al encontrarnos insertos en su sistema capitalista, hay que tener en cuenta que la distribución y el acceso a los capitales no esta distribuido de manera uniforme, sino que cada sujeto va desarrollando aquellos que se encuentran a su alcance, según sus condiciones concretas de existencia. Un ejemplo claro puede ser el de un sujeto que nunca tuvo acceso al sistema educativo, lo que de cierta manera limita su capital social y de relaciones, pero ha logrado desarrollar por su vida cotidiana, y sus estrategias de vida un gran capital cultural que le permite relacionarse con el medio y con los demás hombres, además de tener otro tipo de saberes, que tal vez una persona que tuvo acceso al sistema educativo nunca llega a desarrollar este nivel de capital cultural.
A partir de lo mencionado, consideramos que en el caso del proceso de salud-enfermedad, se encuentra visible la hegemonía del saber médico-científico, donde sin embargo se puede reconocer un intersticio que hace visible otros saberes, es el caso de los pueblos originarios con sus prácticas ancestrales, las comunidades campesinas con su trabajo constante sobre el cuidado de la tierra como principal fuente de vida, que en ambos casos hacen hincapié en el principio de pensar la salud en manos de la comunidad, significando revalorizar los saberes que se comparten en forma solidaria y se perciben con la potencialidad de poder resolver problemas de salud, cuidar la misma y algo mas: ganar en salud.
Proceso de Salud-Enfermedad-Atención
Al hablar del proceso de salud-enfermedad-atención aparecen ligados diferentes conceptos, que para llegar a comprender esta idea de proceso, es necesario poder ahondar en cada uno de los mismos para comprender a que nos referimos.
El concepto de salud, es quizá uno de los conceptos sobre el que existen mayores disonancias a la hora de definir a que nos referimos cuando hablamos de salud, en este sentido es necesario poder volver a la etimología de la palabra, para encontrar en sus orígenes una explicación del término.
Antonio Pardo toma los conceptos de Salus y salvatio, muy iguales en latín (considérese que la U y la V, cuyos sonidos y grafía ahora distinguimos, eran una sola letra para los clásicos), para comenzar a explicar el término salud. Significan “estar en condiciones de poder superar un obstáculo”. De estas palabras latinas se derivan sus equivalentes castellanas: salud y salvación. El término castellano “salvarse” incluye el significado original de “superar una dificultad”, y se aplica tanto a dificultades naturales (salvarse de un incendio, por ejemplo), como a las sobrenaturales (la salvación de los peligros que la vida presente supone para la vida del alma).
Sin embargo, el término salud no se entiende actualmente como ligado a dicho significado de “superar una dificultad”. De ahí la gran variedad de definiciones, a veces profundamente discordantes, otras veces más o menos de acuerdo en algunos puntos, y casi siempre eclécticas, que se limitan a agrupar las opiniones más en boga sobre la cuestión [6].
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) en la definición que presenta en su constitución en 1946 Salud (del latín "salus, -ūtis") es el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de infecciones o enfermedades. También puede definirse como el nivel de eficacia funcional o metabólica de un organismo tanto a nivel micro (celular) como en el macro (social). En 1992 un investigador agregó a la definición de la OMS: "y en armonía con el medio ambiente", ampliando así el concepto[7].
De esta manera, nos encontramos con una de las primeras definiciones de salud, dependiente de la OMS, lo que la ha convertido en una definición instituida en los diferentes ámbitos e instituciones referidas al sistema de salud.
Como todo concepto, presenta sus limitaciones, y ha habido desde siempre intentos por ir incorporando a dicha definición otras variables que permitan entender a la salud desde otro lugar.
La OMS, en su definición de salud, establece que ésta es el estado de perfecto bienestar físico, psíquico y social, y no sólo la ausencia de lesión o enfermedad.
En esta definición aparecen dos elementos: la integridad física y el bienestar (aunque con algunas modificaciones que impiden su perfecta equiparación con el significado de estos factores en la definición clásica). Sin embargo, lo más llamativo es que está completamente ausente toda referencia al modo de vida de la persona. Considera sólo la ausencia de lesiones y el bienestar, que el paciente se sienta bien.
Como consecuencia, el problema más importante de esta definición es su restricción a los aspectos meramente animales o hedónicos de la vida humana [8].
En la misma línea Julio Cesar Payán[9], plantea las limitaciones que encuentra en el concepto de Salud que elabora la OMS, a partir de contraponerlo a una idea de proceso. De esta manera comienza por cuestionar el termino de “estado”, debido a que al pensar a la salud como un estado se la mira como algo estático, como un modo de ser, y pierde toda la visión dinámica y cambiante, que requiere el ser humano para permanecer vivo en el flujo de la vida misma. La visión estática, está de acuerdo con el paradigma mecanicista del método cartesiano en el que se sustenta el paradigma científico de la medicina convencional, pero no corresponde a la visión del ser humano como un sistema (de sistémico), complejo, alejado del equilibrio con un orden propio y en relación con todo su entorno (autoecorganización y autoecocontrol). En tanto cuando hace referencia al “completo bienestar físico, mental y social”, coloca a la salud como algo imposible e inalcanzable, asegura Payan.
Parafraseando al autor, si pensamos a la salud como un estado imposible e inalcanzable, introduce un elemento perturbador consistente en la incapacidad de alcanzarlo, pero con la ilusión de tenerlo algún día. De esta incapacidad que comienza a manifestar la persona, surge la necesidad de tener un sustento permanente, que en la actualidad esta constituido por las instituciones médicos sanitarias hegemónicas, lo que va convirtiendo al sujeto en paciente, plasmando una relación de asimetría y subordinación para con el médico.
Esta asimetría, estaría complementándose con el proceso de medicalización que sostiene el mercado capitalista, que viven de la enfermedad y no de la salud.
Volviendo a la idea que sostiene Julio Cesar Payan sobre pensar la salud no como un estado ideal, sino poder comprenderla como un proceso en movimiento y cambio, lo cual nos lleva a reconocer que dicho proceso también es social, ya que el individuo no se encuentra aislado sino que es un ente que forma, transforma y es transformado por el medio social.
Cristina Laurell propone un abordaje distinto de la problemática “salud- enfermedad”, en el cual se formula la causalidad de la enfermedad en términos sociales que le son propios. En este sentido define a la “salud- enfermedad” como problema “social”, y por lo tanto, “colectivo”. La autora hace referencia que por lo tanto no se reduce el problema de la cantidad, como una simple sumatoria de los fenómenos individuales, sino que se lo plantea de modo cualitativamente distinto.
Se parte de las relaciones y de los procesos sociales en los cuales participan y que definen a los grupos y a las clases sociales, para explicar como aquellos generan “patología”.
Esta posición social no niega la existencia ni la relevancia del fenómeno biológico, ni la importancia del proceso adaptativo entre agente, huésped y ambiente. “La enfermedad como fenómeno individual es en efecto, la manifestación concreta de los procesos sociales que determinan la salud colectiva y llegan a presentarse, justamente porque estos procesos desencadenan y transforman las relaciones entre huésped, agente y ambiente (modelo ecológico de salud)”[10]. Pero no se reduce a constatar estos fenómenos, sino que les da orden, respondiendo a la pregunta crucial para el entendimiento de la distribución de la enfermedad en la población y de la patología específica de cada grupo: ¿Por qué se presenta esta problemática de salud en este momento y en este grupo?. Determina la “historicidad” de los fenómenos de salud – enfermedad, cosa que la posición biologista ni ecologista pueden hacer, concluye Laurell.
Cuando nos referimos a enfermedad, también nos encontramos frente a un fenómeno complejo y aparecen distintas voces que explican sobre la misma.
Para el autor José Luis García García, “la enfermedad se considera como un fenómeno cultural complejo en el que los indicadores patológicos son transformados en signos sociales relacionados simbólicamente con otras dimensiones de la vida social. Esta pluridimensionalidad incide en la formación del contexto terapéutico”[11].
De esta manera, el autor incorpora la dimensión cultural para hablar de enfermedad, lo cual deja entrever que el enfermar no se constituye en un hecho individual, sino que por el contrario es un verdadero hecho social. El autor además, continúa su análisis de las relaciones de la enfermedad con el entorno sociocultural desde tres perspectivas distintas: la cultura define y tipifica las enfermedades, las dota de significación social y crea su contexto terapéutico.
En cuanto a que la cultura tipifica y define las enfermedades, esto tiene que ver con que en toda sociedad la enfermedad irrumpe como alteración del funcionamiento biológico o conductual, pero es a partir de las reinterpretaciones que hace la sociedad de esos síntomas, lo que va a dar un significado particular a la enfermedad en determinado grupo difiriendo totalmente de cualquier otro significado, esto muestra claramente la relevancia que juega la dimensión cultural en la comprensión del proceso de enfermar, lo que además trae aparejado las diferencias en el plano de las representaciones sociales y las concepciones de cada sociedad.
En relación al significado que le da la cultura a la enfermedad, podemos decir que el mismo se ubica en un contexto peculiar, que es el de la transgresión, y desde el mismo se la puede combatir. Este tipo de explicaciones trasciende la “sintomatología patológica”, para buscar el significado de la enfermedad en niveles del orden moral de la sociedad. A partir de esta perspectiva, se comprende el lugar del enfermo dentro de su grupo, y en la media que es portador de la misma, se le suministran fármacos y cuidados terapéuticos específicos como símbolo de un trato diferencial con la persona que esta “sana”, es decir que no esta padeciendo enfermedad.
Decir que la enfermedad se ubica en el plano de la moral, lleva al cuestionamiento de los valores y creencias de la sociedad, al momento de que la persona enferma, lo cual genera además un cambio conductual y actitudinal en el grupo que lo rodea, generando actitudes solidarias y altruistas.
Por último, al hablar de la creación del contexto terapéutico, García García hace referencia a que el modelo propuesto nos sugiere más bien que la enfermedad se presenta como un continum complejo, tridimensional, diferenciándola drásticamente o incluso conjugándolas. Mas que de antagonismo hay que hablar de complementariedad.
El hecho de que todavía existan en conjunto con la práctica de la biomedicina, otro tipo de medicinas, tiene que ver con la existencia de pacientes que no encuentran contradicción en acudir simultáneamente a médico, y al curandero.
“El grupo social que rodea de forma mas inmediata al enfermo es un tamiz que filtra el diagnóstico médico, lo traduce a signos socialmente reconocidos y actúa con frecuencia, por propia iniciativa en el tratamiento de la enfermedad”[12].
Así mismo, en el nivel de lo simbólico, es asumido por otro personajes, como pueden ser familiares, amigos, religiosos, y al participar este del proceso terapéutico, quienes rodean al “paciente” lo ven como un continum dentro del mismo proceso, otorgándole cierta identidad moral en la que pueden encontrar valores del orden social.
Al decir de Eduardo Menéndez “La enfermedad y la atención constituyen hechos estructurales en toda sociedad; expresan no solo fenómenos de tipo epidemiológicos y clínico sino que también expresan las condiciones sociales, económicas y culturales que toda sociedad inevitablemente procesa a través de sus formas de enfermas, curar y morir[13]”; entonces si entendemos de esta manera el proceso de salud/enfermedad por el que atraviesa toda sociedad o grupo social, nos permite incorporar variables como son las condiciones económicas y sociales que van a influir o condicionar este proceso.
A partir de lo que venimos desarrollando, es que entendemos a la Salud como un campo complejo, en el cual se ponen en juego una serie de prácticas, representaciones y modos de pensar que estructuran posicionamientos y se enmarcan en un hacer, donde además aparecen intereses y miradas diferenciadoras, dentro del mismo coexisten diferentes modelos de salud, que van a tener una relación directa con los modos de atención y con las representaciones sociales en lo modos de entender a la salud, y que además aparecen en un determinado momento histórico-social que le va a imprimir ciertas características particulares.En este sentido, y a los fines que tiene nuestro trabajo final con orientación a la investigación, nos parece pertinente reconocer al modelo médico hegemónico y por otro lado al paradigmas biocéntrico – salud de los ecosistemas (modelo integral de la salud), sin dejar de reconocer otros modelos (y modos) de entender a la salud, pero haciendo un recorte especifico sobre los mismos, a fin de comprender y complejizar el proceso de salud.
Modelo Médico Hegemónico
El nacimiento del llamado modelo médico hegemónico a fines del siglo XVIII - principios del siglo XIX, coincide con las condiciones socio-económicas dadas por el proceso de industrialización (de las principales potenciales mundiales, como ser Inglaterra, Estados Unidos) que van generando una marcada diferenciación de las clases sociales, donde podemos identificar los grupos hegemónicos propietarios de los medios de producción, y las clases populares portadores de la fuerza de trabajo, en medio de una relación asimétrica de poder e ideológica, lo cual atravesará también al campo de la salud, en donde estas asimetrías se repiten, favoreciendo a los propietarios de las empresas.
En este contexto el desarrollo del modelo médico hegemónico, no solamente tiene que ver con el avance de los saberes biomédicos, sino que también con una realidad de las clases subalternas que comienzan a enfermar, demandando atención. Estos modos de enfermar son diferenciales en cuanto a las condiciones concretas de estos sujetos en el espacio laboral, expuestos a las exigencias del trabajo, que generalmente no contemplaba las condiciones mínimas de salubridad para el trabajador (descanso, horario de almuerzo, lugares apropiados para el trabajo, sobre exigencia horaria, entre otros).
Esta situación comienza a alertar a las clases hegemónicas, quienes deben dar una respuesta, en términos de beneficios propios, y es en este sentido, que el modelo médico hegemónico se consolida de manera funcional para mantener el orden social que necesitaba el capitalismo en su fase monopólica.
Sandra Payan, médica neural participante del movimiento de Laicrimpo y con una vasta trayectoria en el campo de la medicina convencional, define que el modelo médico hegemónico establece como principales parámetros para entender y actuar sobre la salud y la enfermedad los siguientes: a) biologismo, ahistoricidad y asociabilidad, es decir que reduce a los individuos a su dimensión física aislándola de toda condición social, histórica y espiritual, b) concepción de la enfermedad como ruptura, desviación y diferencia, y de la salud como normalidad estadística, c) práctica curativa basada en la eliminación del síntoma, d) relación médico - paciente asimétrica, de subordinación social y técnica del paciente, e) la salud - enfermedad como mercancía y tendencia inductora al consumismo médico, f) medicalización de los problemas, y g) identificación ideológica con la racionalidad científica como criterio manifiesto de exclusión de otros modelos.
En este sentido, afirma que se trata de una concepción mecanicista del ser humano, que lleva, entre otras cosas, a las inconsistentes separaciones entre las partes de un todo, entre la mente y el cuerpo, y entre el individuo, la sociedad y el universo; a la búsqueda de certidumbres y de verdades absolutas; a la creencia en la causalidad lineal como única forma de relación; y a la subvaloración de la subjetividad.
El biologismo, hace su aporte a partir de entender que todo proceso de salud, hace referencia a algún desequilibrio o agente externo a nivel de lo biológico, afectando únicamente este plano de la persona. Entendiendo que el cuerpo de la persona se asemejaría a una maquina, donde si alguno de sus engranajes no funciona bien, se encuentra enfermo. Esto llevado al plano de la sociedad, en cuanto a la salud de los trabajadores, incorpora además el darwinismo social que legitima la explotación y estigmatización de los trabajadores a través de criterios socio-racistas, que no ven en ellos a las causales de la enfermedad del trabajador, trasladando al mismo las causas a partir de los “malos hábitos culturales”.
Este biologismo y evolucionismo se encargó de ir excluyendo los procesos históricos y las condiciones socio-económicas, culturales e ideológicas respecto de la causalidad y desarrollos de los padecimientos del sujeto, esto no deja de lado que el modelo médico hegemónico hacía un reconocimiento de las causas socio-culturales, pero no al mismo nivel que tenían las causas biológicas a la hora de enfermar.
Ante la gran demanda de las clases trabajadoras sobre la atención de la salud, y en esta necesidad de mantener el orden, el Estado interviene a partir de la estructura sanitaria, que va a generar acciones que mejoran la salubridad de los trabajadores y sus familias, sin modificar a nivel estructural las diferencias existentes, como la persistencia del modelo económico.
“El Estado al asumir lo social, evita que el sector salud tenga que reconocer su papel en el proceso salud-enfermedad. De lo social se ocupará el Estado y no la biomedicina; de tal manera, el saber médico impulsará el tipo de actividad que mas ajusta a la exclusión de lo social. Esto se expresa sobre todo en las actividades clínicas pero también en las actividades salubristas. Y así, en lugar de impulsar una epidemiología que incluya lo social en un nivel similar a lo biológico, desarrollará una epidemiología que basará sus objetivos en la implementación de instrumentos devenidos de la investigación bacteriológica” [14]
A partir de lo dicho anteriormente, podemos reconocer como las funciones principales del modelo médico hegemónico:
- función curativo/preventiva
- función normatizadora
- función de control
- función de legitimación
La función curativo preventiva es la principal función biomédica, reconocida por tanto por el saber médico, como legitimada por la sociedad.
En cuanto a la función normatizadora y de control, se encuentran estrechamente vinculadas a la función curativo/preventiva, controlando comportamientos a los fines de legitimar y normalizar dicho modelo.
La función legitimadora es la encargada principalmente de utilizar los recursos necesarios para validar el modelo, asegurando de esta manera la continuidad del mismo, sin perder la credibilidad en el mismo, como ejemplo podemos tener en cuenta los estudios sobre mortalidad infantil, incremento de la esperanza de vida, que se utilizan como principales pruebas de la utilidad y eficacia de dicho modelo.
Vemos de esta manera, que el modelo médico hegemónico, nace a partir de los intereses de una clase de la sociedad, donde es fundamental para mantener dicho modelo, poder tener control sobre la clase trabajadora. Por consiguiente, si bien existe todo un pensamiento que estructura y legitima este modo de pensar en la salud y en su atención, se reconocen otros elementos que permitieron este proceso, y para estudiarlo en su complejidad Menéndez ha elaborado un análisis de las diferentes dimensiones que se pueden reconocer al interior: dimensión ideológica, dimensión económica-política, dimensión institucional.
Dentro de lo que sería la dimensión económico-política, el autor reconoce como a partir del proceso que se fue acrecentando de la mano del capitalismo monopólico, donde se incrementan las demandas hacia el sector de la salud, según las posibilidades de acceso y consumo de la clase trabajadora.
Las nuevas formas de producción laboral, van generando otros tiempos en la vida cotidiana de las personas, que permite el desplazamiento de la atención de la salud, pasando de mano de los capitalistas, a ser atendida por el propio Estado, que en su afán de mantener el orden social, comienza la implementación de políticas sanitarias, y la expansión de la industria química-farmacéutica que aumenta a partir de la medicalización en aumento de la población y el aceleramiento del ritmo de vida que trae nuevas problemas de la salud.
En este sentido, se puede reconocer que el sistema de salud, poco a poco se va convirtiendo en uno de los ejes de las políticas que aplica el capitalismo.
En relación a la dimensión institucional, podemos decir que el modelo médico se desarrolló durante los siglos XVIII - IXX sobre tres instituciones básicas: la universidad, el hospital público y el consultorio privado. Cada una de estas instituciones hace referencia además a una condición de estratificación social dominante en cada uno de estos momentos.
Dadas las condiciones de vida y de trabajo en las fábricas, la clase trabajadora fue convirtiéndose en uno de los principales sujetos demandantes de atención a los recurrentes problemas de salud, de esta manera el hospital público se constituye para la clase subalterna en el lugar recurrente de atención.
Además el hospital es la institución central en el aprendizaje médico. Menéndez afirma que a fines del S. XIX se desarrolla una concepción que al mismo tiempo que coloca en el hospital lo negativo del ejercicio médico, coloca en el consultorio privado la imagen del buen médico y la buena atención.
“El proceso de concentración de la atención médica y la creciente demanda de atención por parte de la población derecho- habitante, condujo a reforzar o a crear rasgos de despersonalización y burocratización en la relación personal de salud-paciente, y sobre todo en la relación más significativa para los sujetos y grupos sociales, es decir la relación médico paciente[15]”.
Por último haciendo referencia a la dimensión ideológica podemos reconocer que dicho modelo se considero como el medio más eficaz para curar determinadas patologías o problemas de salud que traían aparejadas las exigencias del mundo del mercado.
De esta manera, es importante señalar que la dimensión ideológica se refuerza y adquiere mayor aceptación a partir de los saberes de los conjuntos sociales, como del personal de salud, incluidos los médicos. Estos últimos poseen una concepción pasiva de la población en relación a la participación, lo que refuerza el verticalismo, el autoritarismo y asimetría del modelo
Paradigma Biocéntrico – Salud de los Ecosistemas
Como venimos desarrollando anteriormente, la preponderancia del modelo médico hegemónico en la atención de la salud, se inscribe fuertemente a partir no solo de las prácticas en el sistema de salud, sino además acompañado por un modelo político-económico que sustenta el mismo.
Este modelo, busca la homogeneidad del pensamiento, en cuanto a nuestras propias prácticas cotidianas, que en el mercado se traduce a partir de las tendencias consumistas, y en el plano de la salud esto lleva a una mercantilización de las prácticas y los recursos, bajo las corporaciones médicas, obra sociales y prepagas, convirtiendo de esta manera a la salud en una mercancía a la venta en el mercado, a la que solamente pueden acceder quienes se encuentran insertos dentro del sistema, lo que genera un fuerte proceso de exclusión para aquellos que no pueden acceder. En nuestro país, esto va de la mano de la crisis del sistema de salud público, el cual no siempre puede hacerse cargo de las demandas que debe atender, por falta de recursos materiales y humanos.
Pero todo pensamiento hegemónico, tiene sus resistencias, a partir de las cuales se pueden dar a conocer otras maneras de pensar, en este caso sobre el proceso de salud. Frente a un modelo como el médico hegemónico, se puede reconocer al paradigma biocéntrico que parte en primer lugar de reconocer la interrelación, el intersomos existentes entre el hombre y la naturaleza. Ya no se habla de dos esferas separadas, sino que desde el paradigma biocéntrico, la vida pasa a ser el centro, de esta manera existe una relación mutua entre el hombre y la naturaleza, porque uno pertenece al otro, no es una relación de subordinación o dominación como plantea el otro paradigma, sino que es justamente una interrelación.
De este modo, esta interrelación se funda en pensarse parte de la naturaleza y a partir de ahí el cuidado que hay que tener para preservarla y preservarnos, no solamente por un cuidado personal, sino específicamente pensándolo en el sentido de comunidad con el otro.
Desde esta pertenencia a la vida, pensar en salud, significa adentrarnos en la complejidad, donde se reconoce el lugar de cada uno, desde su mismidad y cómo la interacción con el medio en lo cotidiano, también va a estar influenciada por este modo de pensar la vida misma, es decir que salud no solamente va a tener que ver con la atención de la salud, sino además en vivir y habitar un mundo saludable con todo lo que ello significa. El cuidado de la tierra, del aire, el agua, el cuidado de las relaciones y la manera de vincularnos con el otro también son factores condicionantes de nuestra salud y de la atención que hacemos sobre la misma.
Para dar cuenta de las principales diferencias entre ambos modelos, a continuación tomamos un esquema elaborado por Sandra Payan, que trabaja en su texto “Para pensarnos, para vernos, para encontrarnos”[16], donde rescata las siguientes características de ambos paradigmas:
De esta manera, las premisas del paradigma biocéntrico difieren totalmente de aquel paradigma que se configuró a partir del hombre como ser superior (antropocéntrico) el cual utilizaba a la naturaleza como un recurso para obtener un fin y satisfacer sus necesidades.
Esta pertenencia a la vida que plantea el paradigma biocéntrico, tiene su raigambre en los pueblos originarios y comunidades campesinas quienes lo viven de esta manera, y por lo tanto se significan a partir del mismo.
El sentido de pertenencia que el modelo occidental no ha tenido en cuenta a la hora de pensar al hombre y su modo de relacionarse con el medio y con los otros hombres.
Una de las premisas fundamentales de este paradigma es la necesidad de pensarnos como un ecosistema, el cual se refiere a un sistema de seres vivos en un mundo de relaciones, que incluye las relaciones de los seres humanos entre sí, con la naturaleza en su conjunto y con otras formas de vida
Pensarnos a partir de la idea de ecosistema, significa también pensar en una red, donde ya no existe la idea de partes que en conjunto forman un todo, sino una red en cuanto totalidad y diversidad compleja.
“El mundo no es una serie de objetos aislados sino que es un todo, indivisible e imprevisible. Un mundo donde no existen partes, lo que llamamos parte es simplemente una configuración en una red indivisible de relaciones”, nos dice el científico Fritjof Capra.
“Los físicos durante las primeras tres décadas del siglo pasado, se encontraron con los fenómenos subatómicos que mostraron una nueva visión del mundo que los obligó a cambiar la manera de pensarlo. Se descubrió que el mundo no era, como se creía hasta entonces, una serie de objetos independientes que conformaban una máquina. Una máquina que al funcionar cumpliendo ciertas leyes, se hacía previsible y por lo tanto controlable.” [17]
Siguiendo con el planteo de Sandra Payan en su artículo “Para pensarnos, para vernos, para sentirnos” (2009), donde reconoce que a partir de entender este paradigma biocéntrico, se reconoce al interior del mismo un modelo de salud llamado de los ecosistemas, como el concepto de salud que emerge del paradigma biocéntrico. Concepto que se encuentra presente en la sabiduría de nuestros pueblos.
“La salud consiste entonces en vivir el singular y universal proceso de hacernos cada vez más conscientes de lo que sabemos y de lo que podemos. Es vivir la alegría de sentirnos pertenecientes a un nosotros que es mucho más que una sumatoria, que es la Vida misma que emerge en cada uno de nuestros cuerpos y de nuestros encuentros, que nos abraza, que nos contiene y que nos constituye” [18]
Participación
Históricamente la participación estuvo vinculada a los modos de satisfacer las necesidades existenciales y las necesidades de realización humana, unida a la función de crear riquezas.
Pero cuando hablamos de participación social se alude a la asociación de individuos en alguna actividad común destinada a obtener beneficios personales.
Sin embargo los años han demostrado que este concepto posee una flexibilidad conceptual y posee variadas referencias empíricas determinado una cierta complejidad para su tratamiento.
Partimos de pensar que la participación tiene en este caso un fuerte sentido social, por lo tanto estamos haciendo alusión en el caso del movimiento de salud popular a un significado de tomar y ser parte de una vivencia, de un grupo en el cual se deja entrever que hay diferentes niveles de involucramiento por parte de quienes participan.
Es así que la participación no sólo se va a caracterizar por el plano de la acción, los comportamientos y los valores fundamentales que motivan la adhesión de los individuos, sino que la misma debe ser analizada desde el hecho de tomar parte en la existencia de este movimiento, es decir el sentido de pertenencia que va a influir en la subjetividad individual y grupal.
De esta manera podemos entender a la participación como “el desarrollo de procesos reflexivos fundados en la experiencia y la democratización de los conocimientos y saberes, lo cual va a marcar una identidad basada en relaciones horizontales donde todos impulsan y fortalecen otro modo de pensar la salud”[19].
Siguiendo lo dicho anteriormente reconocemos que en el movimiento se da un proceso de interacción popular de saberes, experiencias, toma de decisiones, donde todos son protagonistas en esta búsqueda de ganar salud basados en un respeto, solidaridad haciendo evidente que su participación apuesta al derecho a la salud concretada en la salud en manos de la comunidad.
Este modo de entender la participación en el campo de la salud, lleva implícita la idea de que no existan relaciones de dependencias o del tipo verticales, sino que “(…) conlleva un intenso trabajo reflexivo de rescate y de jerarquización de saberes y haceres ancestrales que tienen la característica de ser autogestivos, tales como conocimientos y usos de plantas, grasas, friegas, remedios caseros y mucho más”[20].
En este sentido, la recuperación de otras voces y prácticas en este campo de la salud, en medio de un trabajo reflexivo, da cuenta de la importancia de la actitud de dialogo en estas instancias que lleva a establecer relaciones en un mismo nivel, donde no solamente se trata de escuchar al otro, sino también estar dispuestos a admitir la posibilidad de modificar los puntos de vistas, las actitudes y los valores, siempre respetando al otro.
II. ESTRATEGIA GENERAL
Tipo de Diseño
El presente estudio, se ubica dentro del marco de un estudio cualitativo, que surge a partir de preguntas que nos hacemos, y que dichas preguntas vienen desde un lugar teórico, a partir de la inducción teórica, y de buscar la comprensión.
Se enfatiza en el contexto de descubrimiento el cual nos va dando un encuadre en una determinada matriz teórica-epistemológica.
Entonces podríamos preguntarnos, ¿cuando surge la indagación cualitativa?
Cuando hay necesidad de comprender y se busca comprender la singularidad de los sujetos en la sociedad; construyendo un otro. Ese otro que construimos, es nuestro objeto de estudio con sus prácticas, sus concepciones, sus modos de pensar hacer y decir, sus discursos; esta relación de conocimiento en la que el otro es un sujeto como yo, es la que funda una de las particularidades de la investigación cualitativa.
Esta necesidad de comprender, demanda preguntas que deben ser flexibles, otorgándonos la libertad para explorar el fenómeno en profundidad.
Dentro de la investigación cualitativa nos encontramos con una serie de herramientas que van dando cuenta de la particularidad de la misma como ser:
- la importancia que le infiere al lenguaje, entendiéndolo al mismo como aquel que enfoca y dirige nuestra atención, transformando nuestra experiencia. En este sentido, el discurso proposicional que tiene se construye con aserciones y tiene relaciones sujeto/predicado, porque la indagación cualitativa se dirige hacia objetos y hechos que somos capaces de crear. En parte llegamos a conocer el mundo en virtud del texto que leemos, las imágenes que vemos, etc.; de esta manera la investigación y la evaluación cualitativa se localizan hacia el extremo narrativo del continuo sin ser ficción en el sentido estricto del término.
- Otra de las características que podemos identificar, tiene que ver con el carácter interpretativo, en el contexto de este tipo de investigaciones el termino interpretativo tiene dos significados: por un lado reconocer que tratamos (nosotros los indagadores) de justificar aquello a partir de los que hemos sido informados, y por otro lado, la interpretación la podemos relacionar con el tipo de experiencia de la situación que abordaremos
- la sensibilidad y el esquema: ambos proporcionan el método mediante el cual le vamos dando sentido a nuestra investigación cualitativa de manera compleja. La sensibilidad nos advierte de las cualidades matizadas y los esquemas establecen posibilidad de darle un significado a aquello que queremos conocer
- significados: los significados se construyen y las formas que adoptan los mismos, tiene que ver con las herramientas que se adoptan, de esta manera la importancia de los mismos viene determinada no solo por sus cualidades externas, sino también por las herramientas que se aplican
La indagación cualitativa es en última instancia una materia de persuasión; estamos persuadidos por diversas fuentes. En este tipo de investigaciones no hay resultados estadísticos para comprobar el estudio. La persuasión tiene un toque subjetivo.
La indagación cualitativa atraviesa la superficie, por lo tanto los indagadores cualitativos buscan lo que Geertz denomina descripción gruesa, su propósito es cubrir debajo de la conducta manifiesta el significado que tienen los hechos para quienes los experimentan.
La aproximación al mundo social, los indagadores cualitativos buscan un universo más maleable. En la investigación cualitativa los hechos nunca hablan por si mismos.
“Investigar es un proceso mediante el cual todo el tiempo hay una producción. La metodología cualitativa tiene un modo de encarar el mundo empírico, que le es propio. El investigador va al escenario y a las personas en una perspectiva holística, las personas, los escenarios o los grupos no son reducidos a variables sino considerados como un todo”[21]
A partir de lo dicho anteriormente, con respecto a las características de una investigación cualitativa, consideramos que la teoría orienta el trabajo en terreno con el propósito de generar teoría a partir del mundo empírico.
La teoría “pre-existente” es “usada” de acuerdo a las manifestaciones del fenómeno en la realidad. Se busca generar nuevos conceptos, categorías y relaciones consistentes con las manifestaciones observadas, lo cual va a posibilitar preguntarnos y re-preguntarnos continuamente sobre los datos y sus significados.
Rol del Investigador
Al tratarse de una investigación del tipo cualitativa, el rol de investigador, se relaciona con los modos de conocer y de acceder al campo, donde no se pretende una objetividad neutral y acabada, porque tanto el investigador como los sujetos con quienes se relaciona (en nuestro caso a través de las entrevistas y la observación participante) tienen la particularidad de ser sujetos sociales, con diferentes trayectorias y recorridos.
Para lo cual es importante poder posicionarse desde una visión holística y una mirada compleja, que le permita el investigador comprender, en nuestro caso, las concepciones que tienen los sujetos sobre el proceso de salud a raíz de participar de un movimiento de salud popular.
Selección del contexto, del terreno, unidad de estudio
“Laicrimpo es un Movimiento Popular para la Salud integral”
En el año 1990, un grupo de hermanas religiosas pertenecientes al Movimiento “CRIMPO” (Comunidades Religiosas Insertas en Medios Populares) y que de una u otra manera sus trabajos estaban relacionados con el cuidado de la salud en la región del Nordeste Argentino, se autoconvocaron para tratar específicamente las condiciones de salud de la población más pobre.
A partir de allí todos los años se sucede este evento en distintas provincias. Año tras año son cada vez más numerosas las personas que concurren por sus propios medios para participar, para compartir lo que se hace en cada lugar en defensa de la salud.
A propuesta de una religiosa, este evento comenzó a llamarse “Laicrimpo Salud” (“lai por “laico”, persona no religiosa, ya que era mayoritaria la presencia de personas de las comunidades).Desde mediados de la década del 90, se va transformando en un acontecimiento de salud popular ya hecho propio por los sectores más humildes y con presencia de trabajadores de la salud, de la educación, de instituciones de promoción, y muchos otros. Para las personas de las comunidades “el Laicrimpo ya es nuestro”.
Las relaciones entre las personas priman sobre los títulos y las instituciones.
Se trata de un movimiento. No existe ninguna ONG, ninguna institución, ningún “proyecto” que sustente económicamente la realización de estos encuentros. Ni siquiera un “secretariado permanente”.
Al final de cada encuentro se decide donde será el próximo y a partir de allí las personas de ese lugar se ponen a la tarea de organizar y de convocar. Solidaria y espontáneamente, compañeras y compañeros “históricos” se suelen acercar para aportar ideas y también para colaborar en tareas logísticas con el equipo local.
Desde el año 2000 ya es permanente la presencia de personas, familias, grupos de varias provincias argentinas y también del Paraguay y Uruguay.
Han participado también compañeras y compañeros de otros países tales como Ecuador, Colombia, Bolivia, Puerto Rico y otros.
¿Qué fuerza es la que lleva a las personas, familias, comunidades muy humildes, a vender pasteles, empanadas, ingeniarse para recorrer cientos y aun miles de kilómetros para participar de este encuentro? ¿Qué es lo que lleva a jóvenes trabajadores de la salud a renunciar a concurrir a eventos “científicos” y hacerse presente a este tipo de eventos? Parecería que para este sentir el amor a la vida en la mente universal, no resulta suficiente la protesta, sino que a la protesta, se le debe añadir la propuesta y junto con la propuesta un hacer cotidiano transformador.
Esto es lo que se vivencia año tras año en los Laicrimpos. Hay propuestas, ejemplos, de cosas que hacen familias compartiendo con los vecinos de sus comunidades.
Así mismo el Laicrimpo es en sí, es la vivencia de la propuesta, es la vivencia de esta “otra manera de relacionarnos”, entre los seres humanos, con los otros seres de la Naturaleza y con nuestro propio cuerpo. Se trata quizás de grupos minoritarios localmente, trabajando en espacios pequeños y al mismo tiempo con la grandeza de demostrar que es posible hacer las cosas diferentes. Y en estos encuentros, se toma conciencia de que “los pocos somos muchos”, muchos en muchas partes del país y del mundo. En la Asamblea de Salud de los pueblos, en Bangladesh, se vivenció lo mismo: el “oír a los que nadie oye” era oír sus protestas en los plenarios de la mañana y oír sus propuestas en los cientos de talleres vespertinos demostrando lo que se hace por la salud. Es lo que también se puede afirmar acerca de lo que viene ocurriendo en los Foros Sociales Mundiales que se realizan en Porto Alegre desde el año 2001: protestas y propuestas. Trabajos serios, investigaciones, proyectos ya puestos en marcha.[22]
Unidad de Análisis
La unidad de análisis es fundamental definirla debido a que la misma nos posibilita definir las personas a quienes se va entrevistar, es decir la delimitación del universo.
Nuestra unidad de análisis esta conformada por los sujetos- participantes (laicrimperos) del Movimiento de Salud Popular (Laicrimpo)
Tipo de muestra
“El muestreo consiste en elegir de un grupo una pequeña parte que lo represente de forma adecuada. Se suele recurrir al muestreo, porque estudiar la totalidad de la población es demasiado complejo, costoso, consume demasiado tiempo o, es simplemente innecesario”[23]
Consideramos que el tipo de muestra se realiza en base a la unidad de análisis escogida en nuestro trabajo de investigación, en nuestro caso, realizada sobre los sujetos entrevistados (participantes de Laicrimpo).
Tiene la característica de ser una muestra intencional[24] , es decir casos seleccionados como punto de partida de nuestro trabajo en terreno, y significativa en tanto se ha elegido a los sujetos que dan cuenta de cómo juegan sus concepciones al momento de pensar en el proceso de salud.
Para la elección del tipo de muestra, se tuvo en cuenta la proximidad física con los mismos (residentes en las ciudades de Paraná y Santa Fe), los cuales no se identifican a partir de su profesión (aunque la mayoría es profesional), sino a partir de su sentido de pertenencia y participación en dicho movimiento.
III. TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN Y ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN EMPÍRICA
La recolección y el análisis de los datos van de la mano, es un procesoencontinuo progreso en la investigación cualitativa. Como es inherente a esta metodología, las entrevistas y la observación producen datos descriptivos.
Es decir que de los datos surgen:
- concepciones (lo que “se dice”: entrevistas)
- conductas observables (lo que “se hace”)
De los datos emergentes proceden las categorías de análisis, los temas, los conceptos y las comprensiones.
Se trata pues de una investigación inductiva: de los datos surgen las comprensiones. No se parte de teorías preconcebidas que se imponen a los datos.
Básicamente las actividades de la metodología cualitativa son trabajo de campo y entrevistas, en que el instrumento es el propio investigador y las operaciones de recolección y codificación aparecen estrechamente unidas, y a una operación de doble hermenéutica, en que hay que tener en cuenta la capacidad interpretativa de los sujetos en estudio y la interpretación que a su vez lleva a cabo el investigador.
Entrevistas
Como técnica para recolectar los datos, la entrevista puede propiciarnos nuevas ideas, otras miradas sobre el tema. No debemos dejar de lado la importancia que en la misma se reconoce que además de la comunicación verbal, debemos interpretar la comunicación no verbal, las actitudes, los gestos.
La entrevista nos permite obtener información, es decir, que determina cierta características y condiciones de nuestros entrevistados, lo que enriquece la posibilidad de conocer opiniones, creencias, concepciones, comportamientos, sentimientos frente a nuestros intereses y objetivos establecidos.
Es partir de lo dicho anteriormente que hacemos referencia a las entrevistas no estructuradas, lo cual nos deja mayor libertad en cuanto a que las preguntas son abiertas para que la persona entrevistada responda con sus propias palabras y dentro de sus propios marcos de referencia.
Las entrevistas no son encuestas; las entrevistas son conversaciones libres, abiertas, lo ideal es una actitud de diálogo: un expresar y un escuchar en un mismo nivel. En otras palabras, apuntamos al logro de una investigación participativa
Algunos graban las entrevistas o toman nota. Si bien es deseable que se tengan algunas preguntas en mente, enfatizamos en la importancia de fomentar la espontaneidad en el transcurso de toda la conversación.
“La recolección y la interpretación de los datos en el trabajo de campo se dan en simultáneo (van de la mano): el analista a la vez recoge, codifica y analiza su información, y decide qué datos escoger inmediatamente y dónde encontrarlos”[25]
Observación
Mediante la observación logramos datos que surgen de lo que se hace.
Elegimos en este caso, la observación participante. Es decir que nos involucramos en el evento de tal manera que nos sentimos uno más del grupo humano que está realizando aquellas practicas que nos interesan estudiar (Por ejemplo: actitudes en el cuidado del enfermo ya sea internado o en el hogar, familiar o vecino; producción de alimentos, modos de conservación, de transformación y de preparación de los mismos; maneras de organizarse para planificar trabajos comunitarios, realizar una fiesta o celebración; etc.)
“Consideramos importante poder transcribir no solo lo que ocurre en el medio, sino también dar cuenta de lo que nos está pasando a nosotros en ese momento, así mismo nos parece oportuno registrar nuestras notas a posteriori del evento en que participamos y no durante el mismo, justamente para potenciar la espontaneidad y el diálogo.
La premisa es recoger datos de modo sistemático y no intrusivo”[26]
Observación Participante
Como una de las técnicas escogidas para la recolección de los datos, nosotras elegimos a la observación participante, que es una de las técnicas que la antropología social y cultural inventa para estudiar la alteridad.
“La implementación de la observación participante como técnica, surge de la crítica al evolucionismo. Para algunos antropólogos, entre ellos Malinowski, el gran error que llevó a los evolucionistas a construir una versión deformada de la realidad, fue el de basarse en datos proporcionados por un hombre práctico medio y por ello, llenos de prejuicios y opiniones tendenciosas. Eran productos de mentes inexpertas y no habituadas a formular sus pensamientos con coherencia y precisión.”[27]
“Tradicionalmente el objetivo de la observación participante ha sido detectar los contextos y situaciones en los cuales se expresan y generan los universos culturales y sociales, en su compleja articulación y variabilidad. La aplicación de esta técnica o, mejor dicho, conceptualizar esta serie de actividades como una técnica para obtener información, se basa en el supuesto de que la experiencia, esto es, la percepción y la experiencia directa, ante los hechos de la vida cotidiana de la población en estudio garantiza la confiabilidad de los datos recogidos y el aprendizaje de los sentidos que subyacen a las actividades de dicha población”[28].
Siguiendo con el planteo de Rosana Guber (1991), la observación participante consiste en observar sistemática y controladamente todo lo que acontece en torno al investigador y participar tomando parte en actividades que realizan los medios de la población en estudio o una parte de ella.
Capitulo II
Análisis de la Información
En el presente apartado, se comienza con el análisis de la información. Cabe recordar que se trata de una investigación de tipo cualitativa, al haber trabajado con entrevistas semiestructuras, observación participante y registros de campo, todas ellas herramientas escogidas a los fines de poder dar cuenta de las concepciones del proceso de salud los participantes del Laicrimpo (Movimiento de Salud Popular).
A partir de las categorías principales que fueron desarrolladas en el marco teórico-conceptual: concepciones, proceso de salud y participación, comenzamos con el análisis de las entrevistas a los participantes, de quienes elegimos una muestra significativa [29] a partir de los recorridos particulares de cada uno, dando cuenta de las diferentes trayectorias.
Utilizamos la técnica de frases significativas, donde ponemos en tensión las voces de los mismos y tratamos de realizar una interpretación dando cuenta de la complejidad y heterogeneidad de los participantes de Laicrimpo.
Cabe aclarar que la categoría participación la incluimos al interior del análisis en un apartado, porque consideramos que era necesario para comprender como juegan las concepciones de cada uno de los sujetos.
Por otro lado, al haber participado del XIX Laicrimpo realizado en Rosario de la Frontera – Salta en noviembre de 2009, nosotras pudimos hacer nuestras propias observaciones sobre lo que fue el encuentro, participando de los talleres y estando presente en los diferentes momentos, información que también nos permitió comprender y hacer nuestro primer ingreso al campo, cuando nos encontrábamos todavía definiendo nuestro objeto.
Breve Introducción…
Para pensar el proceso de salud…desde las voces de los laicrimperos…
Desde el recorrido que venimos realizando, tanto a nivel de producción teórica, como así también de los diferentes espacios transitados, como ser nuestra participación en el encuentro nacional de Laicrimpo en la provincia de Salta, los laicrimpitos [30] realizados en Paraná y Santa Fe, las entrevistas, fuimos reconociendo otras voces que compartieron sus experiencias con nosotras, y nos permitieron llegar a una comprensión de las mismas, siguiendo nuestros objetivos de investigación, pero abiertos a seguir pensando y repensando en este proceso.
Lo que queremos mostrar en nuestro trabajo son las concepciones del proceso de salud de quienes participan de Laicrimpo, existiendo ellas una premisa que tiene que ver con la posibilidad de entender la salud en manos de la comunidad.
Como todo movimiento social, conformado por sujetos, analizamos las continuidades y rupturas que se dan al interior del mismo, reconociendo que cada momento tuvo una repercusión en los participantes y generó nuevas miradas, prácticas, preguntas, que fueron las que permitieron (y permiten) seguir construyendo conocimientos al interior del campo de la salud.
También se hacen visibles las tensiones existentes entre los paradigmas y modos de entender la salud, producto de la heterogeneidad de sus participantes (trabajadores de la salud, doñas campesinas, profesionales, amas de casa, chamanes, pueblos originarios, entre otros), que lejos de aunar criterios, permiten que confluyan diferentes miradas respetando el intercambio cultural.
El proceso de salud… pensar las diferentes concepciones
Hablar de salud, como término implica adentrarnos en el campo complejo de la salud, a partir del cual podemos empezar a preguntarnos: ¿qué es salud?, ¿qué entienden por salud?, ¿que concepciones tienen los participantes de Laicrimpo sobre el proceso de salud? .
Estos interrogantes interpelan las concepciones de salud existentes, que han sido influenciadas fuertemente no solo en la formación profesional, sino también en la vida cotidiana, a partir de la definición establecida por la OMS[31] (Organización Mundial de la Salud) quien reconoce que la misma es el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de enfermedades. Incorporando algunas variables epidemiológicas, que estarían dando cuenta de los aspectos a tener en cuenta para definir el bienestar de una persona.
Haber sido formadas en esta tradición de pensamiento, nos generó la necesidad y el desafío de conocer las concepciones que existen sobre el proceso de salud de quienes se encuentran participando en este caso de un movimiento de salud popular como es Laicrimpo. Fue una apuesta a recuperar otras voces sobre el proceso de salud, sin quedar entrampados en el discurso médico de las instituciones sanitarias públicas y privadas, las prácticas médicas, las políticas públicas destinadas al sector salud y en la propia intervención de la disciplina trabajo social al interior del campo.
Fue difícil indagar sobre las concepciones de salud desde otro paradigma, no solo por la falta de información a nivel de las producciones académicas, sino también porque al momento de plantear algo distinto a lo establecido por el modelo médico hegemónico al interior del campo de la salud, se presentaron como evidentes los prejuicios y las concepciones que existen sobre el mismo.
Que exista una manera diferente de entender la salud, da cuenta de que hay otras concepciones vigentes, donde se pone en juego otros conocimientos científicos o del sentido común, otras prácticas, otras maneras de evaluar que es lo saludable o no.
De esta manera, nos estamos refiriendo a las concepciones, porque todo sujeto tienen concepciones acerca de algo, y “se construyen desde el sentido común e incluye valores, creencias, costumbres, hábitos, trayectorias personales y sociales que constituyen núcleos de significaciones que son aprehendidas a través de la experiencia de la vida cotidiana, y que componen de prácticas de reproducción y producción social”[32].
Teniendo en cuenta entonces que las concepciones se fundan en valores, trayectorias personales, comportamientos, creencias, costumbres, entre otros, no se construyen de manera objetiva, sino que son atravesadas por el contexto mismo donde se maneja el sujeto, además la concepción tiene una carga histórica importante, porque no siempre existe de la misma manera, hay concepciones que varían según el momento histórico, donde pueden ser mas acordes o no al momento que se esta viviendo, pero depende de cada sujeto el valor que se le otorga a la misma, en este caso al proceso de salud.
En este sentido, queremos hacer referencia a que no son las mismas las concepciones sobre el proceso de salud de quienes están participando de estos espacios como laicrimpo, porque evidentemente cada uno tiene diferentes recorridos que están atravesados por esos valores, comportamientos, y que los han llevado a cuestionar una concepción legitimada por la mayoría de la sociedad, como es el caso del modelo médico hegemónico (que se hace evidente en la definición de la OMS)
(…) para mi la salud es tan… yo me acuerdo cuando estudiaba en la facultad, estudiábamos la definición de la OMS (risas) la salud es el estado de completo bienestar físico, mental y social, están diciendo muchas cosas con esa definición, esta bueno hablar de lo físico, de lo mental pero yo también sumaría lo espiritual a eso, digamos no solo lo mental, porque deberíamos pensar que es lo mental también, la idea de completo bienestar me parece que ni siquiera abría que planteárselo.. Qué es completo bienestar? Porque a mi me remite que hay un parámetro que se debería alcanzar, yo creo que eso depende de cada persona y esa persona en cada contexto (…) (Graciela)
Graciela es una de las entrevistadas; al hablar de lo que es la salud para ella, vuelve sobre lo aprendido en su formación, que es justamente la definición de la OMS, pero reconoce que esta definición no le dice nada, que al contrario tendría que ser un concepto que abarque otros aspectos, como hacer referencia a lo espiritual, lo mental.
Además Graciela sostiene que bajo esta concepción de salud de la OMS se deja entrever el ideal de un parámetro a alcanzar, “esto ha fijado la idea de que la salud es una normalidad y lo que se desvía de esa normalidad, es enfermedad. La medicina moderna tiene claro que hay enfermedades leves que curan solas, otras son mas moderadas, otras mas graves. La medicina preventiva trata de que la salud se mantenga en la normalidad y si se desvía, que vuelva a la misma o más o menos cerca[33]”.
José, es uno de los entrevistados, referente del movimiento Laicrimpo (médico generalista con una importante trayectoria de trabajo comunitario y con los pueblos originarios del noreste argentino), sobre el cual realizamos esta investigación.
En palabras de José, la salud es una sola, no existen una separación cuerpo-mente, ni una jerarquización de los saberes, “todos sabemos de que se trata” asegura José, por eso recupera la charla con las doñas campesinas, para quienes no se puede hablar de salud si el suelo, las plantas, el aire no están vivos y en condiciones.
“(…)acá pasa una avioneta que fumiga, llega el veneno a nosotros se enferman las plantas, los animales, las personas...si no está el suelo vivo ni hablar de salud, si el suelo está vivo hay plantas sanas, animales sanos, y personas sanas, es decir una concepción del ecosistema, y bueno yo creo que esa idea fuerza de que la salud es una sola, no hay salud del niño, del anciano, de la mujer, de la planta, de los animales…no no…la salud es una sola porque intersomos no?(…) (José)”
Salud aparece entonces en la relaciones de producción y reproducción social, La salud es una sola porque intersomos, no? (José)
Al decir intersomos José hace referencia a pensar al hombre con la naturaleza en una convivencia, donde no existe el dominio de uno sobre otro, es decir que estaría pensando no desde un paradigma antropocéntrico[34], sino de desde un paradigma biocéntrico[35] , que tiene como centro la vida misma. Por eso al decir intersomos hace referencia a una relación con el medio, que también tiene que ver con esta “concepción de ecosistema” a la que hace referencia.
Acuerdos, desacuerdos y lejanías... el atravesamiento del Modelo Médico Hegemónico
Teniendo en cuenta que nuestra sociedad se encuentra atravesada encontramos históricamente por el modelo médico hegemónico[36] , que se ha plasmado no solamente al interior del campo de la salud, sino también en la cotidianeidad, que ha llevado a entender los procesos de salud, en una relación de causa – efecto, apareciendo la enfermedad como lo ajeno al cuerpo, sin poder cuestionarse como influencia en los modos de vida, y la vertiginosidad del tiempo, así como también la existencia de una comercialización de la “salud” (la medicalización), de esta manera deja de lado otras variables que repercuten en la cotidianidad de los sujetos, como ser: el lugar donde viven, la posibilidad de acceso a la educación, dónde trabajan, las exigencias laborales, los modos de interacción con el otro (familia, vecinos, comunidad, compañeros, amigos), la alimentación, el medio ambiente, la posibilidad de recreación y “tiempo libre”, la espiritualidad, el amor; tener en cuenta estas variables, significaría cuestionar el sistema en que vivimos y habitamos.
“El proceso de concentración de la atención médica y la creciente demanda de atención por parte de la población derecho- habitante, condujo a reforzar o a crear rasgos de despersonalización y burocratización en la relación personal de Salud-paciente, y sobre todo en la relación más significativa para los sujetos y grupos sociales, es decir la relación médico paciente [37]”.
Luciana, es otra de nuestras entrevistadas, participante desde hace tres años de los encuentros de Laicrimpo; en la entrevista que mantuvimos con ella, al hablar sobre la salud y los diferentes modos de entenderla, ella comienza reconociendo la importancia que ha tenido ( y que tiene todavía) esta tradición hegemónica del modelo médico, que no solamente ha fundado las prácticas y profesiones del sistema de salud, sino también que él mismo ha atravesado la formación de los sujetos a nivel de las instituciones y de lo cotidiano… (…) porque también uno se formó en ese lugar, digo formar desde lo familiar, desde lo barrial, desde la comunidad (…) (Luciana)
(…) vivimos en esta tierra y estamos atravesados todos por estos saberes hegemónicos…son hegemónicos hoy, antes no lo eran. Antes no existían en realidad, porque en realidad la medicina tradicional no es el modelo médico de ahora.
Pero sí, en realidad yo creo más que hacen jugar, si es inevitable, pero porque? Porque también uno se formó en ese lugar, digo formar desde lo familiar, desde lo barrial, desde la comunidad (…) el tema es qué se hace con eso, como uno lo transforma, como lo toma, como uno se reconoce también. Porque uno se reconoce también formado, delimitado por todo eso (Luciana)
Luciana además, hace hincapié en que el discurso del modelo médico hegemónico, no se encuentra por fuera de Laicrimpo; al contrario, al reconocerse sujeto parte de esta sociedad, inevitablemente están atravesados por el mismo, y el movimiento no es una excepción, además Luciana destaca que para ella el modelo de la medicina legitimado socialmente, no fue hegemónico desde un principio, debido a que reconoce la existencia de otros saberes ancestrales, que si bien no se han legitimado antecedieron el modelo médico, y sin embargo no lograron una legitimidad social importante.
Por eso es que ella dice que es hegemónico hoy en día, y que nada tiene que ver con el modelo de medicina tradicional (…) en realidad la medicina tradicional no es el modelo médico de ahora (…) (Luciana)
“Mira, el paradigma que yo tenía en la cabeza sobre salud-enfermedad, era el que había aprendido, que es el que comparte todavía la mayoría de la gente, no solamente los médicos, sino la mayoría de la población. Es la idea de que la enfermedad es algo que te viene desde afuera, vos te enfermas porque entra a tu cuerpo una bacteria o un virus o humo a los pulmones o algo desde afuera te enferma. Ese paradigma nace de la idea de que los seres humanos somos los reyes de la creación y estamos acá para dominar todo y estamos por fuera de la naturaleza, con esa idea nosotros podemos, como decían Bacón el decía, la naturaleza es como la mujer…hay que torturarla para arrancarle los secretos (risas irónicas) si es terrible, y Bacon es el principal pensador de toda la teoría actual, entonces de ese paradigma nace la idea de que la enfermedad es algo que te viene desde afuera. Y así como viene de afuera, se curaba con algo de afuera, un medicamento cuando eso no daba resultado había que cortar pedazos de cuerpos y hacer cosas así para curar. (Mariano)”
En palabras de Mariano (participante de Laicrimpo), se ve claramente cómo el posicionarse desde un paradigma de salud-enfermedad atravesó toda su práctica, no solo como médico (en los primeros años que ejercía desde esta perspectiva) sino también como cualquier persona… (…) es el que comparte todavía la mayoría de la gente, no solamente los médicos, sino la mayoría de la población (…) (Mariano), hacer esta aclaración es importante, porque es entender que el modelo médico hegemónico no solamente se lo podía reconocer al interior del sistema de salud, sino que su carácter hegemónico le permitía ( y le permite) legitimarse en los modos de producción y reproducción social, y constituirse en un saber válido; además como modelo que se basa en el paradigma positivista, prevaleció en una época, a partir de lo cual fue dando cuenta de diferentes prácticas y saberes fundados en esta idea de salud – enfermedad.
En la frase de Mariano, también se deja entrever la influencia de este modelo en la cotidianeidad de las personas, a partir de lo cual, no solamente se termina en esta concepción de la enfermedad como algo que te viene desde afuera y por lo tanto hay que “combatirlo” sino también, que esta forma de entender lleva muchas veces a caer en la “auto-medicación” o en los diagnósticos simplificados y/o reduccionistas, sin cuestionar o preguntarnos porque llegamos a esa situación o a ese “estado de no salud”.
“..A mi lo que me molesta de la cuestión médica propiamente, es que los médicos se asumen en ese lugar de dios que te van a curar y te van a salvar y los pacientes también se entregan en esa relación de que me van a salvar. Entonces ni siquiera como pacientes no hacen un reconocimiento de sus propios síntomas, se establece una relación asimétrica y de dependencia, donde el médico sabe lo que vos tenés y sabe más que vos, sabe cómo vos lo sentís. Pero no es solamente el médico que establece esa relación asimétrica y también el paciente, que decir paciente también tiene toda una connotación, se pone en ese lugar de subordinación y de dependencia, porque también a veces ese lugar es más cómodo.(…)” (Graciela)
Para Graciela la “cuestión médica” es aquella posición que toma el médico en este proceso de salud, a partir del cual es él quien tiene el conocimiento, mientras que “el paciente” en una relación totalmente subordinada deposita en el médico toda expectativa de “curación”.
Esta idea fuerte del lugar del médico y del paciente, esta arraigada del mismo paradigma positivista, por ende en el modelo médico hegemónico.
Además, Graciela hace referencia a un lugar de “comodidad” del paciente en esta relación, porque, según ella “el paciente” es consciente de que es una relación asimétrica, sin embargo no cuestiona la misma… “el médico sabe lo que vos tenés y sabe más que vos, sabe cómo vos lo sentís”… (Graciela)
Este lugar de “comodidad” al que hace alusión Graciela, tiene que leerse en un contexto en el cual, el sujeto es social, es decir que se relaciona con el medio, un medio cada vez más exigente, que condiciona al mismo.
Depositar en el otro el lugar del saber (no solamente el conocimiento científico, sino además el conocimiento sobre nosotros mismos, cuando hace determinadas lecturas sobre las dolencias o padecimientos), y por lo tanto del poder, establece indefectiblemente una relación asimétrica, de la cual es difícil correrce si existe toda una tradición que la ha legitimado, a nivel de la sociedad.
También podemos pensar que más allá de la comodidad por parte del paciente puede reconocerse la ausencia del conocimiento por parte del personal de salud sobre qué hizo el paciente previamente para cuidar la salud, dejando de lado la idea de salud integral o viendo al sujeto como totalidad.
Esta ausencia de interés refuerza la medicalización del proceso de salud y revela que la realidad sociocultural es pensada como “acto” y no como “proceso”. Retomado a Sacchi “el acto de intervención es una fotografía y no una película con pasado, presente y un futuro. El recorte que se produce es temporal (aquí y ahora de la consulta) pero también es socioespacial, ya que en general, no toma en cuenta el contexto y condiciones de vida del paciente y menos aún sus creencias[38] ”
Graciela, nos cuenta que en su infancia a partir de un problema de salud mantuvo un tratamiento prolongado, el cual fue muy significativo para ella; podemos decir que lo personal juega fuertemente a la hora de definir su concepción de salud.
En las voces de los entrevistados, Graciela, Mariano y Luciana dan cuenta de las características principales del modelo médico hegemónico, si bien estas no aparecen de manera explícita, es fácil identificarlas porque quedan en evidencia a la hora de “hablar de enfermedad” o hacer énfasis en que todas aquellas prácticas y discursos que no se encuentran dentro de esta tradición aparecen como alternativos, dando cuenta con esta denominación, de que existe “el modelo” y lo demás aparece como una cuestión subsidiaria que viene a contraponerlo.
Recuperamos nuevamente las características principales del modelo médico hegemónico, que tienen que ver principalmente con: el biologismo, la ahistoricidad, asociabilidad, es decir que reduce a los individuos a su dimensión física aislándolo de toda condición social, histórica y espiritual; la concepción de la enfermedad como ruptura, desviación y diferencia; la salud como normalidad estadística; la práctica curativa basada en la eliminación del síntoma; la relación médico - paciente asimétrica, de subordinación social y técnica del paciente, la salud; la enfermedad como mercancía; la tendencia inductora al consumismo médico, la medicalización de los problemas y la identificación ideológica con la racionalidad científica como criterio manifiesto de exclusión de otros modelos
Entonces podemos decir que pensar la salud por fuera de estas características, significa pensarla de “otra manera”. Esta “otra manera” que salio en las entrevistas, tienen que ver no solamente con el espacio profesional en el que se desarrollan actualmente los entrevistados, sino también con búsquedas personales, que los han llevado a cuestionar aquello que aparecía como obvio y explicito en relación a la salud, tienen que ver entonces con sus concepciones.
“…pero en el momento de dar respuestas a las enfermedades consulto al médico convencional, tengo médicos de cabeceras, pero si aplico la digitopuntura, todo lo que sea la parte de la herbolaria, medicina herbolaria“(Alejandra)
En este caso, en la frase anterior Alejandra (otra de nuestras entrevistadas) reconoce que el cuidado de la salud personal pasa por consultar al “médico convencional”, agregando que además tiene médicos de cabecera, pero en su vida cotidiana, recurre a otro tipo de prácticas no solamente ella, sino también su grupo familiar (en la entrevista cuenta como ella ha trabajado con sus hijos la nutrición, el Reiki y la participación en diferentes instancias de formación), es decir que reconoce que el médico convencional es a quien recurre para “dar respuestas a las enfermedades”, no descarta esta posibilidad, y si bien sostiene que es necesario hacer otras tipo de búsquedas, sigue reconociendo los aportes tanto prácticos como teóricos que sigue realizando la medicina convencional, a diferencia de otros entrevistados, que en esta cuestión hacen una clara demarcación, hablan inclusive de un antes y un después que les ha permitido que hoy en día no recurran a un médico, o no tomen medicamentos.
Procesos saludables en la comunidad...el desafío de pensar otra salud...
(…) la vida me regalo lentamente abrir mis sentidos, yo digo mis poros para poder desaprender muchas cosas de mi cultura y aprender esa mirada de vivir, que tienen los pueblos originarios… tuve la posibilidad de trabajar en varias provincias del norte con familias campesinas criollas con influencia guaraní en Corrientes (José)
En términos de aprendizajes, podríamos hacer una lectura de esta frase a partir de entender, que pensar la salud desde otro lugar, implica desaprender (en palabras de José) aquellas cuestiones arraigadas y propias del modelo médico hegemónico, con todo lo que ello implica
José utiliza el término desaprender, buscando dar cuenta de cómo vivió el proceso que lo llevo en su profesión de médico al trabajo y encuentro con comunidades campesinas y pueblos originarios, lo que le significó repensar aquellas cuestiones propias del modelo médico, fuertemente arraigadas en la cultura occidental donde el hombre es el centro y la naturaleza pasa a ser un recurso para la producción y reproducción de la vida. Entonces al encontrarse con otros modos de vida, otra cultura, donde el hombre ya no es el centro ni tiene el dominio de la naturaleza, empieza a pensar en esta idea de “interelación” – “intersomos” que va configurando otros modos de entender, tanto las prácticas, como los discursos que se construyen alrededor.
“(…) La salud parte justamente de…no desde una visión verticalista, sino desde una relación horizontal donde todos sabemos, y en función de eso como intercambiamos saberes en función del lugar y al hábitat que te toco en tu vida” (Alejandra)
En la línea que viene planteando José, a partir de nuevos aprendizajes, Alejandra agrega que para ella la salud parte justamente “no desde una visión verticalista sino desde una relación horizontal donde todos sabemos”.
Esta relación horizontal, que aparece como intercambio de saberes y la posibilidad de estar participando activamente del proceso de salud, esta arraigada en la concepción de un modelo biocéntrico, el mismo que mencionaba José, donde la vida es el centro de todo, y en base a esto son otros los intercambios, las prácticas y los discursos que se construyen alrededor del mismo.
Esta coincidencia entre ambos entrevistados, tiene que ver con sus trayectorias personales, ya que tanto José trabajó con pueblos originarios del noreste argentino, y Alejandra se encuentra trabajando en la actualidad con comunidades Mocovíes y Tobas de la provincia de Santa Fe, lo que le ha permitido, hacer esta lectura.
Trayectorias personales, que así mismo van formando concepciones acerca de lo que están viviendo, por eso en este punto, José y Alejandra comparten esta la idea de que puede existir una convivencia de saberes, para complementarse, sin que esto signifique que uno tiene que estar en detrimento del otro, sino reconociendo en cada uno los aportes para trabajar, en este caso con la comunidad.
“(…) Trabajo en los centros de salud Padre Cobos, que es este, Las Lomas con los Tobas, y ahora hace dos meses con los Mocovíes en Recreo” (…) (Alejandra)
Es poder cuestionar una tradición que venia marcando fuertemente las prácticas de cada uno, si bien ambos reconocen los aportes que sigue haciendo la medicina convencional, apuestan a otros tipos de prácticas y consideran la importancia de pensar a la salud como un derecho, el cual debería estar garantizado por igual a todos/as, como así también el acceso a la información tanto de la medicina convencional, como de otros saberes y prácticas, dándole a la persona la libertad de elección, en tanto sujeto autónomo ya no como objeto de estudio, que fue el lugar preponderante que le ha dado la ciencia al hombre desde su paradigma positivista.
“Hoy estoy absolutamente convencido de que no, que ese paradigma no es válido, la salud y la enfermedad no son algo que viene de afuera, cada cuerpo tiene todos los mecanismos, absolutamente todos para mantener la salud y para recuperarla” (Mariano)
Mariano hace una lectura de la salud directamente relacionado a las condiciones de vida de las personas, al decir que cada cuerpo tiene todos los mecanismos para mantener la salud y recuperarla, da cuenta de que existe una relación del sujeto con el medio social, con la naturaleza, ya sean relaciones de producción o reproducción, que van a ir configurando estos modos y prácticas que llevan a cabo las personas a la hora de sentirse “enfermas” o estar pasando por un estado de “no salud”.
“Y en eso tiene mucho que ver, no solo lo que comas, lo que tomes, y el resto de la medicina tradicional que se llama prevención al no tomes alcohol, no fume, hace actividad física y como sano y chau…tiene que ver con lo que pensas, con lo que decís, la relación que tenes con un vecino, con tus hijos, con todo, con un perro, con un pájaro. A mí no me queda duda que la enfermedad es básicamente una construcción social, hay enfermedades que hoy existen así de esa manera es porque socialmente la hemos construido, este, eso en algún momento no me interesaba, no lo podía ni pensar” (Mariano)
De esta manera, entender a la enfermedad como una construcción social, implica ver los factores que inciden sobre la misma de manera directa, que tiene que ver con un sistema político-social-económico desigual en cuanto a las posibilidades de acceso que tienen los sujetos. Al decir de García García “(a la enfermedad) se la considera como un fenómeno cultural complejo en el que los indicadores patológicos son transformados en signos sociales relacionados simbólicamente con otras dimensiones de la vida social[39]”.
“(…) ese paradigma anterior de ver la salud es muy jodido, es muy jodido en el sentido de que es perverso, porque esa manera de ver la salud y la enfermedad es una para mi, de las formas más poderosas, la herramienta más poderosa que tiene en este momento el sistema para legitimarse, lo más poderoso que hay es el sistema de salud, mucho más que cualquier otra cosa. Porque no se objeta (…) – (Mariano)
Esto que señala Mario, en cuanto a lo poderoso del sistema de salud (modelo médico hegemónico) que no se objeta, lo ejemplifica claramente con la situación que se vivió en el país los últimos dos años, con la “epidemia” de la gripe A y como a partir de la misma, se lleva adelante un plan de vacunación masivo basado en la prevención de los grupos de riesgos, pero que luego se amplia a la comunidad, creándose alrededor del mismo un cierto pánico a la enfermedad y la urgente necesidad de vacunarse sin cuestionar el porqué de esa vacunación, y sin llegar a entender de que se trata la gripe A; acá aparece claramente esto de “no objetarse”, porque parte del campo de la ciencia y la medicina, el cual no se puede cuestionar, al ser un discurso aceptado (avalado, legitimado) socialmente no se cuestiona.
“La enfermedad y la atención constituyen hechos estructurales en toda sociedad; expresan no solo fenómenos de tipo epidemiológicos y clínico sino que también expresan las condiciones sociales, económicas y culturales que toda sociedad inevitablemente procesa a través de sus formas de enfermas, curar y morir” [40];
Salud como proceso….
A partir de los diferentes paradigmas y modelos desde los cuales se ha intentado pensar la salud como campo complejo al interior de un sistema social, la idea de estado ideal o deseable queda acotada para explicar y comprender las dimensiones del mismo, es por esto que pensar la salud como proceso es lo que permite hacer hincapié en la importancia de la historicidad donde existen continuidades y rupturas; en los sujetos, en los modos de pensar, en la atención y en las instituciones.
Porque un proceso no es algo acabado, sino que hay que pensarlo en términos de un devenir histórico, el cual implica tener en cuenta lo contextual en referencia al espacio y al tiempo, y también a la cotidianeidad de los sujetos que se encuentran atravesados por estos procesos de salud.
Julio Cesar Payán afirma que al pensar en un “estado de salud deseable o alcanzable” se pierde la visión dinámica y cambiante que necesita el sujeto para permanecer vivo en el flujo de la vida. Esta visión de “estado” viene del paradigma mecanicista del método, al interior de la medicina convencional, dejando por fuera la visión del ser humano como sistema complejo, simplificando el mismo en esta relación causa-efecto, donde el hombre pasa a ser el centro y a tener el dominio de la naturaleza como recurso en su propio beneficio.
De esta manera, la idea de proceso hace alusión a un sujeto que vive en relación con su entorno social, los cuales se condicionan mutuamente; esta interrelación pensada en términos de la complejidad, es la que va incorporando variables que modifican la relación con el medio y con los otros hombres, creando concepciones sobre estos procesos de salud, “estados de no salud”, atención, “enfermedad”, las que van a fundar prácticas y atraviesan la cotidianeidad de los mismos.
“(…) porque para mí salud es poder tener el reconocimiento de lo que no está bien, y no me gusta la palabra enfermedad; porque cuando una dice enfermedad habla de la persona enferma, como cuando uno dice el discapacitado… hay alguna discapacidad o hay algo que no está bien que se está manifestando a través de un síntoma como puede ser la gastritis pero que da cuenta de muchas otras cosas mucho más complejas (…) (Graciela)
Para Graciela, salud es poder tener el reconocimiento de lo que no está bien, que se puede manifestar a través de los “síntomas” (alguna dolencia, y pone el ejemplo de la gastritis), pero que va mas allá de eso.
Ella está haciendo referencia a una idea de salud, que no tiene que ver con un estado ideal, sino con la importancia del reconocimiento de la persona, un reconocimiento no solamente de lo corporal también del entorno, de los modos de relación, actividades, et; esto también da cuenta de un proceso. No todos los procesos son iguales, justamente pensar en términos de proceso a la salud, implica pensar en estas particularidades, desde los modos de entenderla, hasta aquellos modos o prácticas de atención a los que recurren los sujetos cuando sienten que “algo no esta bien”.
Lo central en esta idea de proceso es reconocer la importancia de la singularidad de los sujetos, sin perder de vista su condición de sujetos sociales.
Las continuidades y rupturas que se dan al interior de cada proceso, se las puede leer desde distintos lugares, sin que exista una racionalidad única para entenderlos, significa un abanico de posibilidades, y no una lectura lineal típica del modelo hegemónico.
“Es necesario considerar a la salud, no solamente como hecho de la naturaleza sino también como hecho del campo de las relaciones sociales que implican valoraciones subjetivas y situaciones de poder”[41]
La participación en Laicrimpo….un movimiento de Salud Popular….
Retomando lo desarrollado en el marco teórico-conceptual, en relación a la categoría de participación, seguimos pensando que la participación tiene en este caso un fuerte sentido social, por lo tanto estamos haciendo alusión en el caso del movimiento de salud popular a un significado de tomar y ser parte de una vivencia, de un grupo en el cual se deja entrever que hay diferentes niveles de involucramiento por parte de quienes participan
Pero ¿que connotaciones tiene el hecho de que Laicrimpo sea un movimiento social con una heterogeneidad de sujetos que participan?
En este sentido, la idea de movimiento viene a dar cuenta no solamente de la dinámica al interior del mismo: la circulación de la palabra, la disposición de los talleres, los espacios que se comparten al interior de cada encuentro; sino también la predisposición con la que concurren los integrantes, ya que existe un modo de estar en el encuentro, este modo de estar, para los participantes con mayor trayectoria, significa haber hecho un recorrido previo al encuentro nacional, donde ha concurrido en su mayoría a diferentes encuentros regionales “laicrimpitos” o encuentros de salud de distintas organizaciones: Foro Social Mundial, Movimiento de Salud de los Pueblos, donde llevan la propuesta de Laicrimpo para darla a conocer.
La identidad es una particularidad en esta idea de movimiento, donde cada uno de los sujetos se presenta a partir de un nombre y no desde una profesión o lugar en la sociedad.
Además, pensar en términos de movimiento les permite crear una identidad propia, que en el caso de Laicrimpo, significa no depender de ninguna institución, ONG, partido político, creencia religiosa, que pudiera estar delimitando de alguna manera la ideología del mismo, esto también tiene que ver en los términos económicos, ya que el movimiento se mantiene a partir del autofinanciamiento para sus actividades, donde cada provincia que participa realiza diferentes actividades para obtener los recursos necesarios (organización de los Laicrimpos, planificación, transporte, alojamiento, etc.)
Un documento del movimiento sostiene que:
“Se trata de un movimiento. No existe ninguna ONG, ninguna comisión, ninguna institución, ningún “proyecto” que sustente económicamente la realización de estos eventos. Al final de cada encuentro se decide dónde será el próximo y partir de allí las personas de ese lugar se ponen a la tarea de organizar y de convocar”[42]
De esta manera, pensar en salud tendrá una concepción diferente para quienes participan de Laicrimpo, quienes le van incorporando otros elementos, otros matices, otras miradas, que permiten ir pensando, para ir complejizando esta idea de salud.
El recorrido previo que cada participante realiza, los va preparando para el encuentro anual, ya que es el encuentro mas esperado, porque confluyen los participantes de diferentes provincias, países, credos, disciplinas en tres días intensivos de trabajo, en el cual la premisa fundamental es el intercambio de saberes, y la predisposición a recibir los mismos, en palabras de José (referente de Laicrimpo) esto sería la “práctica-actitud”.
Este intercambio de saberes y haceres, no pasa únicamente por lo que se trabaja de manera vivencial en los talleres, sino que además se realiza una feria de experiencias donde todos están invitados a contar lo que han realizado durante todo el año, los paneles centrales, donde se abordan temáticas de interés común, y sobre todo, el intercambio constante entre los mismos participantes, de experiencias que han realizado, trayectorias, búsquedas tanto personales como a nivel de la comunidad. Esto es lo que queremos decir cuando hablamos de “un modo de estar en el encuentro” que es particular.
En tanto Laicrimpo es un movimiento de salud popular que tiene su eje a partir de pensar que la salud esta en manos de la comunidad, dando la importancia del trabajo en redes, con otras instituciones, con otros organismos, y tal vez esto puede suceder porque Laicrimpo no depende de ningún organismo, ONG o partido político que delimite su ideología, esto también es lo que permite que confluyan participantes tan heterogéneos.
Si bien en sus inicios, Laicrimpo surge como Crimpo (comunidades religiosas insertas en el mundo popular), a partir del encuentro de 26 hermanas religiosas en el año 1990, quienes se encontraban preocupadas por la situación sanitaria del noreste argentino, a partir del trabajo que venían realizando con comunidades campesinas y pueblos originarios de la zona de Chaco y Formosa, quienes eran los afectados debido a la realidad económica-social (consolidación del modelo neoliberal) que atravesaba el país, donde hubo un incremento importante de la pobreza, desocupación, recortes presupuestarios a los sectores de salud y educación. Todo esto fue creando un escenario de desafiliación y exclusión, donde el noreste argentino fue la zona mas castigada de nuestro país.
En términos sanitarios, esto preocupaba a este grupo de Crimpo, quienes deciden comenzar a recuperar los saberes que existían en las comunidades en torno a la salud.
Este inicio que tiene el movimiento, marca para nosotras un carácter confesional, que si bien no esta explicitado, sigue presente de alguna manera, sobre todo en las dinámicas que se realizan en los encuentros, y en la manera de encontrarse con el otro. Queremos aclarar que a partir de la participación de laicos (por eso cambia el nombre a Laicrimpo), va incorporando otras voces, otras disciplinas, otros discursos, otros credos, sin que exista ninguna restricción en la participación, lo que va haciendo mas difuso este carácter confesional, que como se ha dicho anteriormente, en algunas cuestiones se puede reconocer todavía esta particularidad.
“ bueno yo creo...esto es un suposición…fueron hermanas muy especiales, eran hermanas que estaban insertas en el Crimpo…Comunidades Religiosas Insertas en el Medio Popular de América Latina, o sea que estaban trabajando en el medio pobre, en salud, empiezan a traer gente que trabajan con ellos, en un momento se pasan a llamar LAI por laicos, en el año 96 se levanta un hermana y dice “cambiemos el nombre si acá hay gente de todas las religiones y sin religión” y ya se llama LAICRIMPO, como si fuera una identidad, un club, una camiseta. Yo nunca he sentido algo confesional, digamos, sino que una cosa abierta, que nació como pudo haber nacido un grupo budista, o sin religión, para mi es algo de espiritualidad, de la vida (…)” (José)
José expresa que en realidad no se trata de un carácter confesional, sino que tiene que ver con la “espiritualidad”, al hablar de que Laicrimpo se empieza a ver como una identidad, y que aquellas hermanas que iniciaron el movimiento fueron “especiales” a la hora de permitir abrir la participación al ver que cada vez era mayor la concurrencia. Cuando habla de que “eran hermanas especiales” lo hace en relación al carácter de trabajo que tiene Crimpo, donde se trabaja directamente con el medio popular, sin que exista una relación de mayor dependencia con la iglesia católica como institución.
Mas allá del reconocimiento o no que pueden estar haciendo los participantes sobre este carácter que nosotras reconocemos como confesional, Laicrimpo no queda acotado al mismo, pero nos pareció interesante mencionarlo, porque hace también al inicio de este movimiento, y al mismo modo de mantener la salud para algunos, en esto que José llama espiritualidad, nos encontramos con muchos participantes que tenían esta idea del movimiento, de diferentes credos inclusive.
Es importante reconocer que no todos tienen las mismas trayectorias personales, y si bien hay algunos participantes que se reconocen como religiosos o practicantes de algún credo, hay muchos que no, inclusive existe un respeto sobre estas cuestiones que no impide pensar el cuidado de la salud en manos de la comunidad.
A modo de ejemplo, mencionamos que desde nuestra experiencia como participantes en el último encuentro, fuimos a un taller de sotai, que es una técnica de relajación y masaje oriental, el cual era coordinado por una hermana religiosa y el grupo de caritas de Misiones. Es decir, en este punto estaba confluyendo una práctica de salud ancestral, como es la medicina oriental, y quien enseñaba era una persona con un credo religioso. Para nosotras esta situación nos generó extrañamiento, ver que confluyan dos tradiciones totalmente distintas en una misma persona, y que además esta persona cuenta como inicio su camino en estas prácticas ancestrales como una cuestión muy personal, que además estaba dispuesta a compartir este saber e invitaba a seguir pensando en el cuidado de la salud de nosotros mismos y los demás.
Este es para nosotras un claro ejemplo de cómo se cruzan y en algún punto se encuentran los distintos saberes al interior de Laicrimpo, tal vez a nosotras nos llamó la atención porque era la primera vez que participábamos pero los demás no demostraban estar sorprendidos por esto.
Lo dicho en el párrafo anterior, nos lleva a pensar en una multiplicidad de posibilidades de porqué pasa esto, y nos generan las siguientes dudas e interrogantes:
- Nos sorprendió porque como estudiantes universitarias, estamos acostumbradas a participar de otros espacios (congresos, jornadas, seminarios) en donde el saber es legitimado a partir de quien lo porta (en sentido hacemos énfasis en las profesiones y en los grados de profesionalismo: doctorados, posgrados, entre otros, que van dando mas importancia a ese título y mas legitimidad al saber, dentro del círculo académico, vale aclarar) y existe una acumulación de los saberes ( a partir de también de las posibilidades de acceso, porque no todos podemos acceder a los mismos, por el arancel elevado que tienen, entre otras limitaciones) donde pareciera que solamente pueden circular en esos espacios. Habernos formado en esta tradición académica, ha marcado fuertemente la representación del saber a la hora de querer compartirlo con otro o enseñar a otro, y sentirnos que no estamos capacitados, porque lo que sabemos debe estar validado de alguna manera por la academia, volvemos a esto de las especializaciones dentro de las profesiones. Esta situación se relacionada fuertemente también con el bajo presupuesto, en este caso que reciben las universidades públicas, que lleva a hacer aranceladas todo tipo de capacitaciones o especializaciones por no contar con los recursos necesarios para hacerlos, lo cual implica una restricción para los interesados en las temáticas.
- O bien la trayectoria de participación de los laicrimperos, les permite naturalizar estas cuestiones de compartir los saberes, considerar que lo que uno sabe es valioso y le puede servir al otro, y además la importancia del respeto, lo cual también estaría dando cuenta de la identidad del movimiento, es decir de que existe algún acuerdo implícito de la aceptación del otro, esta heterogeneidad es la que enriquece al movimiento, aporta saberes y permite que confluyan los mismos.
Estos interrogantes, dudas surgieron a partir de nuestra experiencia, y consideramos que hacen a las concepciones que tienen los participantes sobre el proceso de salud, y que además a los interrogantes debemos tenerlos en cuenta a la hora de poder analizar las mismas.
(…) haber yo venía de un congreso de la Universidad donde se supone que el que está hablando o el que se para adelante es porque tiene… o cuando vas a los paneles, el que se planta adelante es por lo menos porque maneja otros saberes o una cuestión de saber jerarquizado y acá no era un saber jerarquizado, nosotros queríamos saber y conocer y esa persona estaba en condición de poder compartirlo y lo quería compartir (Graciela)
En la frase de Graciela podemos ver que también hace ver esta diferencia de la participación en dos espacios diferentes: por un lado la academia, y por otro el encuentro anual de Laicrimpo. Graciela al decir que “acá (haciendo referencia a Laicrimpo) no era un saber jerarquizado, nosotras queríamos saber y conocer y esa persona estaba en condición de poder compartirlo y lo quería compartir”, esta definiendo como se vive el tema de la participación en Laicrimpo, hay que aclarar que Graciela participó de Laicrimpo por primera vez el año pasado, lo que también le permitió vivenciar de otro modo todo lo que sucedió en esos tres días que duró el encuentro. Pero lo que nos parece central e importante en la entrevista que mantuvimos con ella, es que lo que más la impactó fue la presentación de las personas y el trabajo corporal, es decir que “uno también tenía que poner el cuerpo y no pasa como en otros espacios cotidianos que se fragmenta lo corporal todo el tiempo”.
(…) la presentación de la persona no es desde la profesión digamos sino desde lo que está ofreciendo… (Graciela)
Este ofrecer, o compartir es lo que valida ese saber, si yo se que le puede servir a alguien, es porque tiene un valor.
(…) A mi lo que me llamó la atención que la gente que yo vi, que estaba era asidua concurrente a los Laicrimpos, vi una cuestión de compromiso, pero no de este compromiso que obliga a, sino desde el compromiso con el espacio, con las relaciones que se van generando y lo que me pareció también re fuerte, es el compromiso desde una perspectiva de salud (…) (Graciela)
Esta idea del compromiso, a la que refiere Graciela, esta también presente en otros participantes entrevistados que reconocen que existe un compromiso que puede ser más explicito o no, pero que tiene que ver con que la gente va por lo general, con la idea de aprender y de enseñar algo que le interesa, es decir que no primar la idea de que se concurre a Laicrimpo porque es un antecedente para la formación de cada uno, sino que lo vinculan mas a una búsqueda personal en algunos casos y en otros al trabajo comunitario, es decir, esto que voy a aprender es para trasmitirlo y seguir trabajándolo todo el año, aparece la idea de proceso, no todos son iguales ni se dan de la misma manera.
Volviendo al porqué de la concurrencia a estos encuentros, a partir de las lecturas de los/as entrevistos/as, de las observaciones, se hace explicita la concepción de que el saber que circula se trasmite, y todos pueden aportar al mismo, si bien se reconoce la participación de profesionales de diferentes disciplinas, esto no los ubica en el lugar del saber, ni tampoco ubica sus discursos en el lugar de la validez, lo cual deja entrever y reafirmar las relaciones que se dan en este plano de la horizontalidad, lo que nos decía Graciela, cada uno se presenta con su nombre (al decir el nombre hace referencia a que cada uno se presenta con la identidad de uno mismo).
“…No hay una corporación del saber, sino que todo se va compartiendo y la libertad de que cada uno le pone y la creatividad de acuerdo a la zona…” (Alejandra)
En relación a lo que se venía exponiendo, podemos reconocer que los entrevistados distinguen como principio del Laicrimpo el intercambio de saberes y haceres que no solo se manifiesta en el encuentro anual, sino que cada provincia enriquece dichos saberes con la creatividad, los aportes y búsquedas que se realizan desde cada participante en esta idea de pensar la relación con uno mismo y con los otros, sin olvidar que el movimiento se piensa desde un paradigma biocéntrico.
(…) bueno nos propusieron conocer ese espacio, y ahí concretamente lo conocí participando en el dos mil ocho…dos mil ocho…digo ahí concretamente lo conocí, antes tenía información pero nunca lo había tomado y participé concretamente por una necesidad –interés personal, no por este….por ganas este de incorporar algo o alimentar algo de lo profesional, sino netamente personal.
Por bueno, por búsquedas de uno, cambios de uno, y me encontré en el Laicrimpo con un lugar donde había mucha horizontalidad, donde no había títulos académicos, solo nombres…o sea por lo tanto había identidad, eh…eso fue una de las cosas que a mi me llamó la atención. (Luciana)
A partir de la frase de Luciana, además de identificar la horizontalidad, el intercambio de saberes, el compartir al interior de Laicrimpo, se hace evidente también el reconocimiento que hay sobre la presentación de cada uno de los participantes en los diferentes momentos que dura el encuentro, donde es a partir del nombre y de decir quien soy, dejando de lado la importancia en este espacio, de los títulos o profesiones que pueda tener esa persona, esto es lo que hace fuerte esa horizontalidad de la que hablan todos los entrevistados.
Cabe aclarar que cada uno de los entrevistados, es profesional en alguna disciplina, lo cual los podría estar posicionando de otro modo, sin embargo, llamó nuestra atención que en cada una de las entrevistas particulares y los espacios que compartimos en el último encuentro, ninguno estaba predispuesto a ser reconocido a partir de su profesión o de su trabajo, con esto no queremos generalizar sobre todos los participantes, pero nos parecía interesante destacarlo.
(…) todo el mundo tiene su nombre y no importa lo que haga para vivir, en que trabaja, es lo que cada uno lleva lo que tiene, y cada uno aporta lo que sabe y cada uno toma lo que necesita, y la mayoría de la gente se acerca, no todos se acercan con esa idea, hay mucha gente que se acerca porque por ahí estaba con esta cuestión New Age (…) (Mariano)
Reafirmando esta idea de que la participación gira a partir de lo que uno tiene para dar, aporta lo que sabe y toma lo que necesita, existen además otro tipo de intereses que tienen que ver con búsquedas personales, el ejemplo que hace Mariano sobre la gente que se acerca desde una cuestión New Age, curiosidad, interés por reafirmar cierto tipo de saberes que hoy se han convertido en una mercancía mas, es el caso de las personas que participan del encuentro, en determinado talleres que tienen que ver mas con el cuidado corporal y estético y lo toman justamente como una capacitación para aplicarlo en su trabajo.
Si bien una de las ideas fundamentales del Laicrimpo es vivir saludablemente pensando en la salud en manos de la comunidad, como algo posible de concretar, o en palabras de los participantes, aprender a vivir de otra manera donde el lugar de la vida es el centro (paradigma biocéntrico), muchos van en búsquedas puntuales que no le permiten identificar esta idea de proceso, y siguen en la misma línea del modelo médico hegemónico, donde el saber del otro termina siendo algo que puedo acumular individualmente, por lo tanto una mercancía, y se pierde la riqueza de pensarlo de otra manera, en palabras de Mariano:
“conservar mucho de aquello, del otro sistema es cambiar el medicamento por el yuyo, pero no cambias mucho, viste? (…) esta cuestión de que es posible vivir saludablemente de otra manera, de que la salud no pasa por tomar medicamentos, eso en general la mayoría de la gente lo comparte, para mi lo que no todos comparten, viste? Yo no se si lo que yo creo es lo mejor o no pero no todos comparte esto. Que no me parece bueno caer en esto de que, si yo tengo problemas de estomago este yuyo me cura el estomago, si yo tengo dolor de cabeza, este yuyo me cura el dolor de cabeza, porque eso es conservar mucho de aquello, del otro sistema, es cambiar al medicamento por un yuyo, pero no cambias mucho, viste?(…) (Mariano)
Pensar entre todos….la idea de construcción colectiva…
“(…) para mi Laicrimpo es una construcción colectiva de pensar el derecho a la salud como vivir en salud, eh…y todo esto que se ve que por ahí son prácticas, masajes, es más que todo una relación no? Al momento una persona puede estar en una situación que se siente de no salud el acompañamiento ayuda y eso es lo que yo creo que cualquier persona con titulo o sin título que decide trabajar en salud como médico, odontólogo, enfermera, psicólogo, etc. su misión principal es acompañar, con cualquier medicina que realice, sea acompañar” (José)
“Yo creo que en Laicrimpo se piensa que la salud es una sola, un acompañamiento, es un espacio de encuentro de compartir todo lo que se vive en el año y bueno realmente una magia que año tras año se viene realizando sin plan previo, sin ninguna organización, sino una puerta….hay muchos que vienen por primea vez, en otros es mas continuo… “(José)
Esta idea de construcción colectiva a la que refiere José, cuando se le pregunta que significa Laicrimpo para él, esta dando cuenta de una concepción de movimiento que trasciende lo meramente individual, y esta idea de “autocuidado o autocuración” que aparece en otros participantes con otras búsquedas. Porque además a la idea de construcción colectiva agrega como elemento importante estar pensando la salud como derecho (no solo el acceso a las instituciones de salud, sino poder tener el derecho de vivir saludablemente) en el sentido de que todos puedan acceder a la misma, a partir de prácticas individuales o comunitarias que le permitan mejorar la calidad de vida y vivir dignamente; en ningún momento esta haciendo referencia al acceso a una obra social o prepaga que pueda estar garantizando la misma, porque no considera que la salud solamente esta relacionada con la enfermedad y por lo tanto las soluciones a los problemas de la salud se encuentran únicamente en el sistema de salud público, sino que además es importante incorporar los aportes del paradigma biocéntrico, al momento de pensar en vivir saludablemente hay que tener en cuenta, los modos de relación con los otros y con el medio, los cuidados personales, la posibilidad de tener espacios de recreación y tiempo de ocio, entre otros.
Pensar la salud desde otras experiencias, en este caso la recuperación de los saberes de las comunidades campesinas y los pueblos originarios que destaca José, no significa que se deslegitime totalmente al modelo de la medicina tradicional, sino que esto significa incorporar otros saberes que permiten cuestionar justamente ese modelo de medicina tradicional, que en el caso de la provincia de Formosa, a partir de múltiples experiencias que venían desarrollado, y al darse otros espacios para cuestionar como se venia trabajando en la Región en relación a la salud, les permitió crear un Programa de Salud Comunitaria, al interior del Ministerio de Desarrollo Humano de la Provincia durante el período 2002-2009, pero en 2009 a partir de la creación del Ministerio de la Comunidad comienza a trabajar dentro de su ámbito.
La creación de este programa, como mencionamos anteriormente fue fruto de un trabajo de intercambio constante con la comunidad, que justamente les permitió llevarlo adelante, a su vez todo este proceso fue acompañado por la constitución provincial, que en su Artículo Nº 80 [43] da cuenta de que se entiende por Salud, incorporando la importancia de reconocer las diferentes pautas culturales, la idea de salud como derecho individual y comunitario, asumiendo el compromiso de crear estrategias para la atención primaria de la salud de manera comprensiva e integral.
(…) a eso yo quería llegar porque ellos tomaron la salud en sus manos, el lema del Laicrimpo era “la salud en manos de la comunidad”, en relación a eso yo pensaba esto no va en detrimento de garantizar un sistema de salud, pero si estamos pensando en esta idea de que los sujetos puedan ser los protagonistas de su proceso de curación, en eso me parece es mucho más profundo (…) no es en definitiva espejitos de colores para que la gente que no que tenga un verdadero acceso a la salud se entretenga con esto, que en un momento los va a curar, se van a poder encargar de ellos mismos pero en el fondo se sigue reforzando la desigualdad.(…) (Graciela)
En la línea de lo planteado anteriormente, Graciela reafirma lo que dice José, al entender que pensar la salud en manos de la comunidad no va en detrimento de garantizar un sistema de salud, sino que estaría significando pensar en un sujeto autónomo, capaz de lograr ser protagonista de su proceso de curación, en otras palabras, es la posibilidad de que el sujeto establezca una relación de dependencia con el médico.
En la entrevista que mantuvimos con Graciela, ella expresa que en uno de los talleres que estuvo participando en el último encuentro (Laicrimpo 2009), quien lo coordinaba dijo algo que a ella le llamó la atención y le permitió entender realmente de que se trataba todo esto que estaba conociendo. La coordinadora expresó lo siguiente “cuando hablamos de medicina natural no es una medicina pobre, para pobres”, haciendo referencia a las diferentes prácticas que se estaban enseñando para el cuidado de la salud; lo que para ella fue significativo, es el hecho de que se estaba reconociendo que la recuperación de esos saberes y prácticas eran un elemento más a la hora de pensar la salud en las manos de la comunidad.
(…) “cuando hablamos de medicina natural no es una medicina pobre para pobres”, es otra relación con la naturaleza, eso me quedó grabado a fuego por eso yo digo que el planteo es mucho más profundo porque es pensar la salud en el contexto de relaciones económicas, de relaciones sociales y en el ecosistema, por eso también es muy profundo poder derribar lo otro, porque si uno cuestiona que se está haciendo con el suelo cuando se planta soja sin parar, está cuestionado cuestiones económicas dominantes muy fuertes, intereses económicos muy fuertes, eso también es lo que está en juego.(…) (Graciela)
Lo manifestado por Graciela nos da pistas para pensar y reflexionar que estas prácticas no sólo son utilizadas por quienes no tienen acceso al sistema de salud, es decir que no se piensan como alternativa, sino como un complemento que a su vez cuestiona de algún modo las desigualdades socio- económicas que existen y que generan exclusión y desplazamiento de grande sectores de la población que no se pueden atender o que no son contenidos por las políticas de salud, cuyo carácter se supone que debe ser universal, si estamos pensando la salud como un derecho.
Es importante en este sentido, que exista difusión de la información, lo cual permite a las personas poder elegir dentro de las distintas prácticas que conviven en la actualidad aquella que sea mas acorde a las búsquedas de cada uno; en palabras de Alejandra
(…) más conocés, más posibilidad tenés para decir, opto por esto, es mas certero porque conozco, sino como que la gente al no conocer, no le queda, muere sin conocer otra opción, entonces me parece que ahí está la riqueza nuestra de ir aportando para que la gente pueda conocer… (Alejandra)
El acceso o no a las prácticas en salud, también deben ser pensadas en el contexto de las relaciones económicas y en los modos de producción y reproducción social que se ponen en juego al momento de pensar en modos de vidas más saludables. Porque es el mismo contexto, la vertiginosidad de los tiempos y responsabilidades que llevan a un estado de “no salud”, olvidando la importancia del cuidado de la misma.
Es importante en este punto, reconocer que en líneas generales, una concepción fuerte que existe al interior del movimiento, tiene que ver con lo temporal y su relación con la salud – la vida saludable. Reconociendo que nos encontramos inmersos en un modelo de producción capitalista, el tiempo es válido en tanto sea un tiempo de producción, y en este sentido, no se reconoce la importancia del tiempo de ocio o tiempo libre, que puede estar destinado al cuidado personal, a la posibilidad de compartir otros espacios y relacionarnos de otra manera, por fuera de la lógica mercantil.
Esta idea de tiempo, viene en relación directa a la vida cotidiana, no solamente al tiempo libre, sino el tiempo que se dedica a cada actividad que se realiza durante el día: alimentación, descanso, cuidado del cuerpo, otras actividades, etc, con esto queremos decir, que existe un fuerte cuestionamiento acerca de cómo se vive el día a día, y la necesidad de pensar como lograr un equilibrio entre exigencias del sistema y los tiempos personales de cada uno, sin caer en una idea utópica sino justamente siendo conscientes de que es posible pensarlo de otra manera, y aplicarlo siguiendo esta idea de una vida saludable.
Como venimos planteando la idea de proceso que hay alrededor de la salud, lo temporal se piensa de esta manera como proceso, es decir, el movimiento no hace una reducción del tiempo a los tres días que dura cada encuentro anual, sino que lo piensa mas allá, a partir de que se van dando otros espacios, experiencias, modos de vincularse y actividades por fuera del encuentro anual, además esto da cuenta de la idea de totalidad a la hora de pensar que es lo saludable para la vida y cada una de las personas, porque no solamente se quedan en las prácticas y saberes que se comparten, sino que además hacen este tipo de planteos y cuestionamientos que colocan a la salud en el centro de la escena y muestran la multiplicidad de variables que atraviesan la misma y ponen en juego las diferentes concepciones que existen, y las búsquedas o intereses personales.
(…)Y bueno dentro de todo eso, haber entrado a conocer a LAICRIMPO tiene que ver con eso también, no es que eso me lo dio el LAICRIMPO, porque sino es como depositar todo ahí, uno lo viene viendo a eso y poniéndolo en práctica y estas entrando a elegir esas cosas, y entre todo ese abanico de cosas placenteras y que le hagan bien, que te den una alegría, apareció también el LAICRIMPO. Porque LAICRIMPO es algo que ocurre durante tres días y nada más, sino te pones como media fundamentalista, y parece que fuera una religión…es eso (…) (Luciana)
Para Luciana, el comenzar a participar del movimiento, esta directamente relacionado con una elección personal, en medio de un momento de búsqueda en el cual opta por aquello que es placentero y le hace bien, remarca fuertemente esta idea en la entrevista que mantuvimos con ella.
En relación a esto, para Luciana Laicrimpo es algo que ocurre durante esos tres días y nada mas, sino después se corre el riesgo de caer en fundamentalismos como si fuera una religión, esto lo plantea con la idea de que al ser algo placentero que ella eligió, pero que se encuentra estrechamente relacionado a un recorrido previo que no necesariamente tuvo como objetivo la participación en este movimiento, sino que fueron cosas que la fueron llevando, y al día de hoy reconoce que fue su elección, a partir de haber sido invitada por otros amigos, si bien al principio había una resistencia por su parte a participar, sin embargo hoy lo ve como un espacio que le da otros elementos: simplicidad, horizontalidad, vínculos.
“(…) entonces yo estoy optando cada vez mas por eso, por hacer cosas que me hagan bien y que me den alegría. En tanto y en cuanto me comiencen a molestar ya no las quiero hacer más (…)” (Luciana)
Entre idas y vueltas…el conocer LAICRIMPO y la invitación a participar…
Cada uno de los participantes entrevistados, tiene una historia particular que lo va llevando, por diferentes motivos e intereses, a participar de este movimiento.
En algunos se hace mas evidente, la búsqueda de otros espacios mas participativos donde existe un vinculo desde lo personal y colectivo que es muy diferente al que se puede establecer en otros lugares.
Otros en cambio a partir de determinadas experiencias a nivel de lo profesional se comienzan a cuestionar la manera en que han venido desarrollando su actividad profesional, y al conocer un espacio como Laicrirmpo manifiestan que ese primer acercamiento les llamo la atención porque tenían incertidumbre al no conocer con que podían encontrarse, ya sea por las otras personas o el prejuicio a pensar diferente el proceso de salud.
Cabe aclarar que la fuerza de este prejuicio esta anclado en la fuerza de un modelo hegemónico como lo es el modelo medico en la medicina tradicional.
(…) Este, y fui…claro y el primer día con ese espíritu de que estaban todos rallados, y hacia el final del primer día, ya empecé a ver cosas que yo no entendía, que no podían ser (…)Bueno al cuarto día salí de ahí fascinado, no lo podía creer, increíble cuando vi el método de diagnostico bioenergético. Pero fue un caudal de información tan grande y tan impresionante y no sabía qué carajo hacer con todo esto, que hago? Si yo estaba acostumbrado a trabajar de otra manera. Fui a un segundo encuentro al año siguiente, reafirme mucho más, aprendí muchísimo más y en el transcurso del otro año fui al primer Laicrimpo, el primero que yo asistí creo que era el cuarto que se hacía en MONTECARLO (Mariano)
Un ejemplo claro, se ve en la frase anterior de Mariano, donde reconoce que ese primer encuentro fue algo que lo movilizo porque no entendía realmente de que se trataba, si bien él como médico cuenta que en su experiencia profesional, siempre busco otros modos de atención a los pacientes, como ser, darse el tiempo necesario para escuchar que le esta sucediendo al otro, pero fue justamente esta idea la que lo llevo a experimentar en Laicrimpo, se empieza a cuestionar y a preguntar que era realmente la enfermedad y porqué cuando alguien se enferma al interior de un grupo familiar, el resto no lo hace, si bien se comparten los mismos espacios y donde posiblemente todos podrían estar expuestos a contraer la enfermedad, entonces esto le lleva a pensar que había algo mas en el acto de “enfermar”, y que no solamente tenia que ver con la enfermedad como algo que viene desde afuera, sino que en algunos casos la misma persona podía estar generando este estado.
Es decir, que Mariano piensa que el enfermar o no hacerlo tiene que ver además con las capacidades de adaptación que desarrollan las personas, ante determinadas situaciones que lo pueden llevar a encontrarse más vulnerables de “contraer” cierta enfermedad o a estar generando ellos mismos ese estado. Un ejemplo serían las enfermedades que se relacionan con el estrés: gastritis, nervios que en realidad son síntomas que el cuerpo esta manifestando para decirnos que algo no anda bien, en palabras de Mariano.
Estos interrogantes en su práctica profesional, comienzan a cuestionar también su vida cotidiana, ya sea en sus actividades como en los modos de alimentación, que van cambiando al mismo tiempo. Es decir que para Mariano, esto comienza como una necesidad de buscar otras explicaciones al proceso de salud, por fuera de lo convencional que ya no daba cuenta, para él, de la complejidad de este proceso.
(…) Después por un montón de razones, estuve varios años sin ir a Laicrimpo, un montón de años, hasta el que se hizo en santa fe hace cuatro años atrás, bueno ahí empecé a retomar y seguí yendo a todos. Pero en todo ese camino hubo otro montón de cosas que empezaron a movilizarme, empecé a leer otras cosas de medicina, otros libros sobre salud y demás y bueh… eso fue lo que fue cambiando. Y eso no paró nunca hasta el día de hoy, sigo cambiando y recién ahora después de un montón de años, muchos años (…) (Mariano)
Sin embargo, Mariano deja entrever que este descubrimiento del movimiento, fue un primer paso de abrir otras posibilidades, si bien él reconoce que estuvo un tiempo sin participar por diferentes razones, no significó dejar de lado la búsqueda de aquello que le generaba ruido, por eso él cuenta que en su propia formación comienza a leer otro tipo de bibliografías sobre salud y va de a poco incorporando otros saberes y prácticas.
Lo interesante en el planteo de Mariano, es que asegura que esto es una búsqueda constante, que no termina ni se cierra, sino que se sigue alimentando a medida que también va conociendo otras perspectivas y sobre todo, esto sigue alimentando su idea que tiene de dejar de lado definitivamente la medicina convencional, en cuanto a su trabajo profesional (el actualmente sigue desempeñándose como médico gerontólogo).
(…) porque esto fue hace, que se yo, diecisiete dieciocho años atrás, recién estos últimos años te puedo decir que se cómo hacer con todo esto. Porque en ese momento yo veía solo dos caminos, tiro todo esto a la mierda y sigo con lo que estoy haciendo o dejo todo lo que estoy haciendo y sigo con esto y no me atreví a hacer ninguna de las dos, esto no lo puedo tirar y esto es valioso. Y tirar todo lo que se? Y que hago con esto? Como vivo? Recién ahora estoy encontrando la vuelta. Y la idea es en el futuro dejar totalmente de lado la medicina convencional y dedicarme solamente a eso, este mientras tanto voy poco a poco cambiando (…) (Mariano)
Mientras tanto continua el cambio; .un cambio que como vinimos planteando, se va fortaleciendo con esta participación y la posibilidad de ir experimentando otros saberes, sin embargo reconoce que cada encuentro le permite ir fortaleciendo todo lo aprendido, pero que al volver a Paraná (donde se encuentra viviendo actualmente) reconoce que es muy difícil encontrarse con espacios de este tipo, porque parece que todavía se encuentran muy deslegitimados u ocultos en la representación social de la gente, y precisamente en el contexto de Paraná esto se reafirma, si bien hay mucha gente que esta trabajando en pensar la salud de un modo mas integral, no existe una idea a nivel colectivo, sino que pueden verse mas dispersos, a diferencia de otras ciudades que tienen una trayectoria de trabajo relacionada a lo colectivo/comunitario. Entonces esto es un elemento que Mariano analiza como importante a la hora de pensar en la salud a partir de otros saberes.
(…)pero yo cada vez que voy a Laicrimpo me siento muy fortalecido, muy bien, porque en todo caso estando acá en Paraná, no muchos, en algunos, uno se siente realmente extraño, ahora ya no dudo, pero había épocas que decía ¿no estaré yo totalmente loco? ¿No seré yo el tipo rallado? Pero igual el que halla la mayoría de las personas piensen distinto, el que halla otra cosa, que se yo te hace cosquillas, viste? Entonces vos vas al Laicrimpo y te sentís renovado, y decís no estoy loco, en todo caso somos muchos los locos, no estoy solo, entonces eso te fortalece, y además hay otra cosa importante, que yo tampoco creía en eso, que es la cuestión energética, que hay entre las personas (…) (Mariano)
Hay dos cuestiones importantes para poder pensar en esta frase, por un lado el sentido que le da al espacio de Laicrimpo cuando cuenta que su experiencia es sentirse renovado cada vez que participa, pero que al volver a su vida cotidiana, a su trabajo, muchas veces esto le hace pensar, en forma irónica si no esta loco; es una manera de decir que condensa fuertemente la idea que sigue estando el paradigma tradicional y el prejuicio de poder establecer una vida saludable de otra manera. Si bien Mariano aclara que “en todo caso somos muchos los locos” la idea aparece igual, podríamos preguntarnos porque está la idea de la locura presente.
Por otro lado, les llama la atención la cuestión energética a nivel de las relaciones, lo destacan no solamente en esta entrevista, sino que todos hacen mención a lo significativo que es, relacionado a lo vincular, es decir esa sensación de que hay una energía a nivel de las relaciones que uno establece, y que predispone de otro manera a la participación y al compartir los saberes con el otro. Además esta cuestión energética la vinculan a la posibilidad de pensar de qué manera nos relacionamos con el otro y con la naturaleza, en los diferentes espacios de la vida cotidiana.
(…) las representaciones sociales de la gente es esto que aparece fuerte que es darle otro lugar a la naturaleza, darle lugar al cuidado, al cuidado personal, al cuidado de los otros, al intercambio (…) (Graciela)
Esto también es reafirmado por Graciela, al reconocer que aparece fuertemente la representación de darle otro lugar a la naturaleza, desde una concepción que se hace visible al conocer de que se trata el movimiento y quienes participan; además otra de las concepciones, esta relacionado con la horizontalidad y la participación, sino no se podría estar pensando en un intercambio genuino.
(…) es la práctica –actitud, que es el hacer acompañado del sentir, de lo afectivo. Entonces él dice que no es alguien que da y alguien que recibe, no es alguien que sabe y alguien que no sabe, es alguien que ofrece y hay alguien que acepta (…) (Graciela)
Lo mencionado lleva a que los participantes vayan definiendo y re pensando como entienden el proceso de salud, pero no en todos se va dando de la misma manera, por eso mismo se habla de proceso, relacionado al contexto y a las búsquedas de cada uno.
Mas allá de esto, lo que genera el movimiento no se queda acotado a pensar únicamente en la salud, sino que existe la idea de un modo integral de entender la vida misma, dentro de este modo una de las tantas dimensiones es la salud, pero vinculado a la misma aparecen otros elementos como el cuidado de la naturaleza, del propio cuerpo, de las relaciones sociales, los modos de producción, la distribución del saber, la posibilidad de pensar en otros paradigmas que se corran de la idea antropocéntrica que buscan la homogenización del pensamiento a través de la validación que otorga la comunidad científica.
En palabras de los participantes:
(…) yo creo que lo que pasa en el Laicrimpo es una distribución del saber, que no la detenta nadie, yo la tengo y la quiero dar y el otro me la quiere tomar. Yo la doy en tanto y en cuanto el otro la tome. Pero para que digamos? Para que me haga bien a mi, para que yo se lo pueda dar al otro, y además encontrarme con el otro. Hay una cosa de encuentro en el LAICRIMPO (…) (Luciana)
(…) es vivir de otra manera, aprender a vivir de otra manera distinta y después de un primer encuentro la mayoría de la gente entra en esta cuestión de la horizontalidad de decir yo tengo esto para compartir y no me da vergüenza compartir esto con ustedes, yo creo que esto sirve y al que le sirve lo tomo y al que no, no (…) (Mariano)
Al llegar a este punto, donde fuimos tratando de dar cuenta de cómo fue ese momento en el cual los distintos participantes y en este caso los entrevistados sintieron las dudas que poco a poco fueron llevándolos por una búsqueda, que algunos aseguran que es constante y no termina, acerca de lo complejo que puede ser el proceso de salud.
Desde sus distintas experiencias y cotidianidades, hubo sensaciones, incertezas que fueron generando en ellos esta necesidad de recorrer otros caminos, sin el temor de pensar diferente a lo establecido, no solamente a nivel de sus distintas formaciones profesionales, sino a sus propias historias de vida, a lo establecido socialmente como lo verdadero, lo esperado y por lo tanto lo que debe ser.
Es por ello que comienzan a atravesar un proceso en el cual, se van planteando nuevos interrogantes, quizás algunos sin respuestas, pero que mantienen vivo este objetivo de que es posible pensar la salud en manos de la comunidad, sin caer en una utopía irreal, sino siendo conscientes de lograr un equilibrio teniendo en cuenta las condiciones concretas de existencia que los atraviesan.
Es importante reconocer que si bien la propuesta del movimiento dista mucho de aquella medicina tradicional, de raíz positivista, no se puede dejar de ver que existen todavía entrecruzamientos conscientes o no en los mismos participantes, y que tienen que ver con la fuerza de esta tradición hegemónica, que atraviesa históricamente todas las dimensiones de la vida cotidiana, y esto lo han hecho implícito los entrevistados a los largo de todo el recorrido, ya que fueron mencionando en determinados momentos que estos discursos todavía existen y como dijo Mariano al compartir los encuentros uno se siente en sintonía con el resto, pero al volver a la vida cotidiana es difícil de sostenerlo, sobre todo en espacios o estructuras rígidas como la mayoría de las instituciones en las cuales ellos desempeñan su labor profesional, lo que no quita que reconocen que se pueden aprovechar los intersticios que permiten generar otras propuestas, las cuales pueden dar otras perspectivas de trabajo, en el modo de relacionarme con el otro ya sea con un profesional, un vecino, un colega, y que esto va a repercutir de otra manera y va generar otros resultados.
No queríamos realizar un cierre de este apartado, sin recuperar nuevamente las voces de los entrevistados, que en esta oportunidad esta frase aporta un interrogante interesante para nosotras, y que fuera de cerrar y tener una respuesta, sentimos que sigue abriendo nuevas preguntas, y viene a tensionar de una manera particular lo desarrollado anteriormente, no solamente en relación al movimiento y su dinámica, sino también a paradigmas que siguen conviviendo, o por lo menos es la percepción que tiene la entrevistada sobre lo que fue su experiencia.
(…) Esta frase me encantó (lee en voz alta la pregunta) ¿Existen voces que hacen jugar el discurso hegemónico dentro del Laicrimpo? Miren yo se los tiro como una observación (…) o sea voces la verdad que no sé, pero bueno a mi algo me llamó la atención de Laicrimpo, quizá para bien una observación, cuando se hace el cierre de Laicrimpo en Salta, se acuerdan que estaban los tipos, no se si mas grandes, los mas representantes de Laicrimpo, se acuerdan?, fíjate vos. No sé si esta bueno o no, pero llama la atención, todos los que estaban ahí parados eran médicos…piolas, divinos, pero eran médicos… estaba la pediatra…estaba no me acuerdo quien mas…eran la mayoría de esos quince que estaban ahí adelante eran médicos… esta re bueno capaz, pero a mi me llamó la atención (…) (Luciana)
La descripción que hace Luciana en esta frase, sobre la percepción que tuvo de esa ultima imagen donde al cierre del ultimo encuentro todos los que estaban parados adelante en el escenario eran “médicos” deja en claro que Laicrimpo no deja de ser un movimiento social en el que se pueden dar estos tipos de entrecruzamientos, porque justamente no se trata de una cuestión objetiva, sino todo lo contrario.
No se puede decir que dentro de la concepción de salud que existe en laicrimpo, queda por fuera cualquier otro tipo de postura diferente, al contrario confluyen, disputan, y como en todo campo, los sujetos ponen en juego los diferentes capitales que tiene cada uno para legitimarlo o hacer visible esa concepción.
Capitulo III
Cierres provisorios...
Aperturas permanentes...
El proceso de nuestra investigación…
A partir del proceso que iniciamos con la elaboración de nuestro proyecto de tesis, con orientación a la investigación, al momento de pensar en un tema, decidimos poder indagar una de las áreas de vacancia en cuanto a problemáticas desarrolladas durante el cursado de la Licenciatura en Trabajo Social.
Durante nuestro recorrido académico, atravesamos distintas experiencias personales que nos fueron dando algunas pistas para indagar sobre aquello que no conocíamos en profundidad, si bien entre las dos atravesamos temáticas diferentes en las asignaturas Intervención Profesional y Vida Cotidiana( 3er año), e Intervención e Institucionalidad Social (4to año) que fueron dándonos un conocimiento específico sobre cada una de esas problemáticas, sentimos la incertidumbre de investigar sobre aquello que no conocíamos, o que no habíamos podido llegar a profundizar, y que hacen a su vez al mismo ejercicio profesional.
En un primer momento, guiadas por esta búsqueda, nos atrajo conocer acerca de la dimensión cultural, a partir de las prácticas culturales que se desarrollan en la comunidad o el medio barrial, tomando como objeto el desarrollo de las murgas barriales, como expresión cultural contundente en este medio social. Los interrogantes que nos planteamos giraban en torno a poder pensar la inserción en la comunidad de este tipo de experiencias, si se podía pensar desde la disciplina de Trabajo Social a este tipo de experiencias como posibles espacios de intervención profesional, desde lo lúdico-cultural, centrándonos en las potencialidades de las personas que al participar de estos espacios, se podría trabajar con ellos sobre diferentes temáticas tanto a nivel de la comunidad como del entorno familiar, y corriéndonos del lugar de la necesidad material, al que siempre se apela para validar las intervenciones profesionales desde nuestra disciplina.
Esta idea surge además, después de conocer la experiencia de la Escuela de Trabajo Social de la Ciudad de Córdoba, quienes apostaron a la creación de este espacio con los estudiantes, para trabajar cuestiones ligadas a la comunidad, y entendiendo que la dimensión cultural es potenciadora de los procesos de intervención disciplinar.
Sin embargo, se nos hizo difícil sostener este proyecto de tesis, debido a que nos encontramos con una serie de dificultades: el acceso al campo, poder construir un problema para fundamentar el tema a investigar por no encontrar las producciones teóricas adecuadas para fundamentar el porqué del problema construido. Estos obstáculos fueron disminuyendo nuestro interés por el tema, y a mitad de un proceso que ya habíamos comenzado tuvimos que cambiar de tema para poder continuar, lo cual no fue una decisión fácil, porque apostábamos a un desarrollo de tesis apelando a temáticas sobre las que no había muchos antecedentes de producciones.
En medio de esta decisión, volvimos al punto de partida pero no perdimos de vista el objetivo de conocer y profundizar sobre lo no conocido. Fue así, que en un momento de muchos silencios y pensando en otras posibilidades, recordamos nuestra participación en las Jornadas de Salud...organizadas por la cátedra de Salud Pública, donde conocimos la experiencia de un Movimiento de Salud Popular denominado Laicrimpo; quienes lo presentaron son dos de sus referentes principales Julio Monsalvo y Sandra Isabel Payán. En esa oportunidad, contaron de que se trata la propuesta de Laicrimpo, que a partir del trabajo que venían realizando en relación a la salud, llevaron estas experiencias a otras regiones de nuestro país y a los países vecinos, como así también la participación en foros sociales a nivel internacional.
Conocer esta experiencia nos generó ruido al pensar que era interesante de que manera se pensaba desde Laicrimpo a la salud, lo cual otorga otras miradas que se corren del modelo médico hegemónico, y los novedoso para nosotras fue la revalorización que hace de las prácticas ancestrales ya sea de nuestros pueblos originarios y comunidades campesinas; y por otro lado era seguir apostando a aquél objetivo que tanto nos movilizaba en conocer otras experiencias.
Fue así, como comenzamos a realizar la búsqueda de distintas bibliografías, volver a los textos de las cátedras de salud, en el rastreo de antecedentes, contactarnos con la gente del movimiento quienes hasta el día de hoy se encuentran predispuestos para con nosotras en el acompañamiento y aporte de sugerencias, en un proceso que volvíamos a empezar y que nuevamente se nos presentaba como algo novedoso y con grandes interrogantes.
Seguimos avanzando con el tema, y fuimos invitadas a participar del encuentro anual que se realizó en esta oportunidad en Rosario de la Frontera – Salta (2009), nos pareció importante y de gran valor poder ir, para profundizar en conocer las representaciones sociales que movilizan a los cientos de personas que se juntan año tras año, para compartir diferentes prácticas y talleres, que hacen a un modo de pensar el proceso de salud.
Si bien esta instancia fue enriquecedora para nosotras, por el aporte significativo para nuestra tesis, se realizó en un momento donde tuvimos que elegir y suspender otras actividades que hacían a nuestra vida de estudiantes, ya que nos encontrábamos cursando las ultimas materias y rindiendo otras, pero consideramos que no podíamos dejar pasar esta oportunidad, que como dijimos anteriormente fue valioso no solamente como insumo para nuestra tesis, sino que además nos permitió poner en prácticas herramientas técnicas de recolección de datos como ser la entrevista y la observación participante en este tipo de instancias, si bien tuvimos un involucramiento importante con la dinámica del encuentro, no podíamos dejar de lado el objetivo de nuestra participación.
Cerrando el año 2009 comenzamos con el trabajo de campo, a partir de establecer contacto con las personas que posteriormente pudimos entrevistar para conformar la muestra, y a su vez continuamos con la construcción y re-construcción del marco teórico y la dimensión de la estrategia general, lo cual seguimos profundizando este año, ya que la elaboración de una tesis es un ida y vuelta constante en el que todo el tiempo nos interpela a pensar sobre aquello producido, en esta lógica de complejidad.
Consideramos que la producción de conocimiento a lo largo de este, nuestro proceso, pone en juego una serie de cuestiones que tienen que ver no solamente con la importancia en la formación profesional de uno, sino también con el crecimiento personal que significa investigar sobre un determinado tema con relevancia académica y poder sostenerlo con el trabajo arduo y cotidiano, que pone en evidencia el atravesamiento de nuestro modos de pensar, representaciones sociales, prejuicios, que tantas veces pueden jugarnos en contra y generar momento de inseguridad sobre lo que estamos produciendo.
Por último, dejamos abierta la posibilidad a quienes se encuentren interesados a seguir en la búsqueda de nuevos interrogantes, ya que nuestro trabajo no es algo acabado, sino que sentimos que puede generar algún ruido, como nos sucedió (y nos sigue sucediendo) a nosotras en relación al tema.
Además a partir de nuestra experiencia, apostamos a que se siga valorando la construcción colectiva del conocimiento, ya que consideramos que se constituye en un dialogo que aporta otras miradas, que no siempre coinciden, pero esto no es un obstáculos, sino que permite complejizar la elaboración del propio trabajo.
Volviendo a la raíz
Cerrando para abrir…
En este devenir de nuestro trabajo de tesis, hemos deliberado sobre como enunciar a este apartado, porque no sentimos que el conocimiento aquí producido sea acabado, sino que nos parece interesante que siga generando interrogantes sobre los que podamos volver en otro momento, por eso lo denominamos Volver a la raíz haciendo referencia, a ese continuo devenir que nunca es algo estático y siempre obliga a volver a ese primer interrogante que nos movilizó, y que nunca se cierra ni se concluye, es una apertura constante, es el motor de la búsqueda.
La primera inquietud que nos movilizó a adentrarnos en el campo de la salud, fue la necesidad de dar a conocer otros espacios que no habíamos transitado, y otras voces que no habíamos tenido en cuenta a la hora de pensar el proceso de salud. Además por búsquedas personales que nos han llevado y nos llevan a repensar en lo cotidiano la existencia de otras posibilidades, de poder pensar desde otro posicionamiento, pensado a su vez nuestras propias intervenciones como futuras trabajadoras sociales.
Al comenzar con la búsqueda de bibliografía, la puesta en escena de nuestros prejuicios, concepciones, representaciones, y la idea final de conocer justamente las concepciones del proceso de salud de los participantes de un movimiento de salud popular como es Laicrimpo, nos enfrentamos con el desafío de no naturalizar algunas cuestiones que ya conocíamos por nuestra participación en el encuentro y el contacto que hicimos con los entrevistados, buscando profundizar sobre las heterogéneas concepciones o formas de entender a la salud que tienen los participantes, y poder ir construyendo un conocimiento sobre este mismo proceso, tensionando en todo momento los aportes teóricos de los autores y la experiencia de los entrevistados que solamente se constituyen en un recorte sobre el total de participantes de Laicrimpo.
Resulta pertinente destacar que este proceso es fruto de una búsqueda constante atravesada por distintos momentos personales, en un continuo aprendizaje. Es así como jugó fuertemente la incertidumbre sobre lo que estábamos construyendo, y la ansiedad de encontrarnos con el trabajo terminado, lo cual nos permitió ir manejando nuestros propios tiempos (reconociendo nuestras potencias y obstáculos) y los tiempos académicos (entregas realizadas, devoluciones, plan de actividades) para llegar al día de hoy, compartiéndola con ustedes.
Teniendo en cuenta el objetivo principal que guió nuestra investigación: conocer las concepciones existentes sobre el proceso de salud de los sujetos que participan en Laicrimpo, como el hecho de haber participado del último encuentro anual (2009) como primer ingreso al campo, para continuar luego con la participación en diferentes instancias, la construcción del marco teórico, la realización de las entrevistas que fueron enriquecidas con las observaciones, nos permitieron llegar a las siguientes conclusiones:
Acercarnos al conocimiento sobre las concepciones de los participantes de Laicrimpo, en el recorte (muestra) realizado, nos permitió dar cuenta de que mas allá de las mismas, los recorridos personales de cada uno, es decir aquellas características que los hacen particulares, se relacionan de manera directa con el presente de los mismos. En este punto es necesario remarcar que lo particular tiene que ver con el contexto donde han estado, su formación, su trabajo, las lecturas realizadas, el modo de relacionarse con los otros. Lo mencionado nos interesa porque tiene que ver con la forma de entender, en este caso, el proceso de salud.
Al momento de hablar de las concepciones del proceso de salud, no hacemos alusión a una única forma de entender el mismo; sino que la idea misma de proceso, da cuenta de una manera más dinámica de pensar la salud.
La idea de proceso no es sobre algo acabado, cerrado sino que plantea la necesidad continua de ir definiéndose de acuerdo a las búsquedas en relación a prácticas y saberes en la idea de una vida más saludable donde se ponen en juego los diferentes paradigmas existentes en relación a la salud.
Al interior del movimiento, el proceso de salud se traduce en una idea de la misma en tanto forma de estar: es decir se puede estar saludable o sentirse saludable, y en este sentido, ellos definen como sentipensar – intersomos. Estos dos conceptos dan cuenta de la coherencia entre lo que piensan y lo que sienten, como una totalidad y una manera de no fragmentar, ya que se piensan parte del todo, en este caso de la naturaleza misma, por eso intersomos: somos tierra, somos agua, somos fuego, somos aire.
Además este intersomos lo plantean en los modos de relacionarse con el otro, no solamente con el medio natural que los rodea, y a partir de sentir que la otra persona tiene que ver con uno mismo, el vinculo que se establece es distinto y genera otras cuestiones tanto a nivel personal como social.
Pensar los vínculos de una manera mas amorosa y armoniosa en nuestro contexto actual, aparece como algo difícil de lograr, inclusive en las entrevistas mantenidas nos manifestaron que una de las particularidades del espacio del movimiento tiene que ver con estos modos de relacionarse, basados en el intercambio desinteresados de los saberes y de las prácticas, la solidaridad, la horizontalidad, la circulación de la palabra, la libre participación, y sobre todo el reconocimiento que existe de que todos saben y todos pueden.
Si bien los participantes hacen un reconocimiento de que existe un atravesamiento de los saberes médicos hegemónicos en todos los espacios, también advierten que está en la predisposición de cada uno en hacer una elección entre los diferentes paradigmas a la hora de pensar en la salud, y que en el movimiento no se busca deslegitimar los logros que ha tenido y tiene la medicina tradicional, sino que la propuesta de Laicrimpo va mas allá de sostener un tipo de paradigma determinado, porque consideran que la salud es mucho mas compleja y no se limita únicamente a lo médico, a las acciones de prevención y promoción, sino que tiene sus raíces en la vida cotidiana de cada sujeto, y en la manera en que el sujeto se relaciona con el todo y se cuida a si mismo.
En este sentido pueden establecerse relaciones mas dañinas al pensar al hombre por fuera de la naturaleza y que utiliza la misma como un recurso a ser explotado sin importar las consecuencias, o bien pensar relaciones mas saludables donde el hombres es parte de esa naturaleza, es una relación de retroalimentación, donde al cuidarse a uno mismo cuida al otro.
En esta misma idea de pensar en distintas formas de relacionarse con el otro, a partir de la experiencia que han tenido los participantes (siempre haciendo referencia a la muestra que tomamos para entrevistar), ellos sostienen que también se puede hablar de una salud de la relaciones, en un plano mucho mas amplio que abarca los distintos vínculos que el sujeto puede establecer desde su propia familia hacia la comunidad toda, siendo respetuosos de toda forma de vida, y toda forma de pensar.
Entonces hablar de la salud de las relaciones, implica ir incorporando otros elementos al concepto de salud, pensar en una salud integral, que va mas allá de la medicina y las instituciones afines. Pensar en la salud integral es justamente hacer visible el derecho a vivir en salud, ya no se habla únicamente del acceso a la salud, porque para Laicrimpo todos tenemos salud: todos poseemos saberes y prácticas de la vida cotidiana que de alguna manera ponemos en juego a la hora de vivir mas saludablemente o no.
El hecho de pensar que la salud también tiene que ver con las relaciones y los vínculos que establecemos con otros sujetos, esto posiciona al sujeto en un lugar central y dinámico, donde ya no es el “paciente” que espera o depende de alguien con un saber mas jerarquizado, sino que el mismo posee las herramientas necesarias para el cuidado de si mismo.
Pensar de este modo el proceso de salud, plantea un cambio radical con la visión tradicional de la medicina hegemónica, para quien estos nuevos paradigmas se instalan en el colectivo social como “terapias alternativas” o “prácticas alternativas”, sobre los cuales se han instalado una serie de prejuicios, a la hora de poner en juego la veracidad de los mismos.
En lo que fue nuestro proceso de investigación, fuimos atravesadas por estos prejuicios que dan cuenta de la fuerte carga valorativa que ha hecho el modelo médico hegemónico en nuestra formación, y de que manera esto nos ha influenciado a la hora de pensar que cualquier tipo de iniciativa por fuera de este modelo hegemónico, se constituye en una alternativa, es decir alternativo a lo otro que se presenta como hegemónico.
Este lugar de alternativo que se le ha designado a este tipo de experiencias, en este caso al movimiento Laicrimpo, es el que alimenta estos prejuicios y pone en disputa qué es realmente lo alternativo, si es el término adecuado para denominarlo y quienes serían los destinatarios de las mismas.
Cabe aclarar, que el propio movimiento de Laicrimpo se autodefine como Movimiento de Salud Popular, donde convergen una variedad de prácticas basadas principalmente en saberes ancestrales y campesinos, por eso la importancia de la recuperación de los mismos. Además el término popular, hace alusión a la idea de totalidad en cuanto a la participación y el alcance, sin hacer distinción de ningún tipo: etnia, clase, títulos, etc.
En palabras de los entrevistados, ellos reconocen que en algún momento se han cuestionado si este tipo de saberes y prácticas no son en realidad una manera de acceder al cuidado de la salud, a ciertos sectores que están por fuera del sistema formal de salud, reforzando la desigualdad y el ingreso restrictivo al mismo. Es decir, quien no se encuentra contenido por este sistema, estaría recurriendo a estos espacios en busca justamente de una “medicina acorde a sus posibilidades”, porque recordemos que en laicrimpo la idea fuerza tiene que ver con el intercambio desinteresado, y el acompañamiento del otro en los “estados de no salud”.
Si bien es un cuestionamiento que se han planteado, reconocen que por su experiencia y años de participación, les han hecho entender que “no es un medicina pobre para pobres”, sino que tiene raíces más profundas, porque justamente se alimenta de este intercambio continuo entre los participantes, donde se sigue defendiendo la no mercantilización de la salud y el derecho a vivir saludablemente.
Este vivir saludablemente, es para los participantes, poder aprender a generar uno mismo condiciones saludables en la vida cotidiana (alimentación, relaciones, cuidado corporal y del medio ambiente, entre otros) que no necesariamente significan estar “contenidos por el sistema de salud”, porque si realmente se busca ganar en salud se puede prescindir de establecer relaciones de dependencia con “el médico” (médico en tanto referente del sistema de salud).
A partir de las entrevistas realizadas podemos reconocer las diferentes concepciones existentes sobre el proceso de salud, porque dan cuenta del cambio que se produjo (y se produce, porque es continuo) al pensar en salud de otra manera, donde el pensar y el hacer van unidos y existe una consecución. Pensar de esta manera los ha llevado a experimentar otras prácticas saludables en su vida cotidiana, a cambiar la forma de relacionarse, de actuar, a transitar los diferentes espacios institucionales o no de otra manera; si bien reconocen que en algunas oportunidades les cuesta trasmitir o sostener esta idea, no dejan de hacerlo, este cambio de pensamiento y de actitudes no es algo que se da de una vez para siempre, sino que es un proceso que debe ser alimentando en la cotidianidad.
A partir de lo desarrollado nos preguntarnos… cuál es el aporte de la heterogeneidad de concepciones para pensar las intervenciones desde Trabajo social?
La importancia de las concepciones para la profesión del Trabajo Social para pensar la salud, a partir de un modelo biocéntrico, es poder correrse del modelo hegemónico establecido y pensar en otra posibilidad que no se quede en la relación directa salud – enfermedad – atención, sino que contemple las particularidades de quienes sienten una pertenencia con la vida misma, la importancia de establecer relaciones horizontales con circulación de la palabra y el saber, tanto de los sujetos como de los profesionales.
En síntesis tiene que ver con otros modos de intervención y de concebir los derechos de los cuales son portadores los sujetos, en este caso el derecho a la salud.
Si bien no se trata de un proceso fácil, empezar a disputar otros saberes, es un primer paso valioso tanto para la profesión como para el mismo campo de la salud, y que ésta disputa de saberes comience en la academia de formación de futuros profesionales como así también en otras instituciones, allana el camino y da otras perspectivas.
Pensando en las potencialidades del Trabajo social, es oportuno aprovechar los diferentes intersticios para convocar al diálogo a quienes estén interesados a pensar propuestas de trabajo a nivel de lo comunitario, donde todos sean protagonistas de vivir cada vez más saludables, siendo respetuosos de las diferentes voces que pueden enriquecen el proceso.
Hablar de la salud como proceso desde un movimiento de salud, es afrontar el desafío de atrevernos a pensar en otros modos de intervención y enunciación de los problemas sociales, que está relacionado con la óptica desde la cual estamos posicionados, y que en este sentido nos permite pararnos desde un pensamiento complejo, porque pensar la salud implica pensar la totalidad y la multiplicidad de estrategias que llevan adelante los sujetos para sentirse saludables.
Reconociéndonos como futuras profesionales del trabajo social, y pensándonos como sujetos sociales, el planteo de la salud en manos de la comunidad, interpela a nuevas formas de relación con el otro al momento de intervenir, reconociendo el atravesamiento de lo subjetivo tanto en el plano personal como profesional, ya que el diálogo interdisciplinario al interior del campo de la salud, donde históricamente la profesión de la medicina ha sido un ícono dentro del mismo, nos pone en un lugar de disputa y defensa de aquellos saberes y prácticas válidas para el cuidado de salud de la comunidad.
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[2] Payán de La Roche, julio Cesar “Cuadernillos 4: medicinas tradicionales, naturales y bioenergéticas”. Universidad Nacional de Rosario – Facultad de Medicina. Carrera de Post-Grado “ESPECIALIZACIÓN EN MEDICINA GENERAL Y FAMILIAR”. 2008
[3] De Jong, Eloisa, Basso Raquel y otros. “Reflexiones en torno a las concepciones teórico-metodológicas del trabajo social en relación con la familia” en “La investigación en trabajo social” Volumen IV. Secretaría de Extensión e Investigación. FTS. UNER. Paraná 2005
[4] Garcilaso Graciela, Romero Nancy. “Concepciones de Trabajadores y Profesionales de distintas agencias del Sistema Penal sobre la delincuencia”. Tesis de grado de la Licenciatura en Trabajo Social. FTS. UNER
[5] Kormblit, AL. “La salud y la enfermedad: aspectos biológicos y sociales”. Editorial AIQUE. Buenos Aires 2000
[6] Pardo Antonio. ¿Qué es la Salud?Publicado en Revista de Medicina de la Universidad de Navarra, 1997
[8]Pardo Antonio. “Que es la salud” – Artículo electrónico. Sitio Web de la Facultad de Medicina, Ciencias y Farmacia - Universidad de Navarra. España. Septiembre de 2003
[9]De La Roche Julio Cesar Payán “Cuadernillos 4: medicinas tradicionales, naturales y bioenergéticas”. Universidad Nacional de Rosario – Facultad de Medicina. Carrera de Post-Grado “Especialización en medicina general y familiar”. 2008
[10]Laurell, Cristina. “La Salud – Enfermedad como Proceso Social”. Publicación Revista Latinoamericana de Salud. Nº 2. Nueva Imagen. México. 1982.
[12] García García, José Luis. “Documento Enfermedad y Cultura” Revista Jano. Enero 1985. España
[13]Menéndez Eduardo. “El modelo médico y la salud de los trabajadores” Centro de estudios para la Salud. Salud Colectiva. Volumen nº 1. La Plata. 2005
[14] Menéndez Eduardo. “El modelo médico y la salud de los trabajadores” Centro de estudios para la Salud. Salud Colectiva. Volumen nº 1. La Plata. 2005
[15]Menéndez Eduardo. “El modelo médico y la salud de los trabajadores”. Centro de estudios para la salud “Salud colectiva” vlo. 1 nº 1. Enero/abril 2005
[16] Payán, Sandra “Para pensarnos, para vernos, para encontrarnos”. en: http://www.altaalegremia.com.ar/contenidos/Reflexiones_sobre_Paradigmas_concepciones_Salud.html. 2009
[17] Monsalvo, Julio. “Salud de las relaciones. Las enseñanzas de Doña Vivencia” en http://www.altaalegremia.com.ar/contenidos/Sld_Relaciones_Ensenanzas_Dona_Vivencia.html 2009
[18] Ídem. anterior
[19] Robello, Caridad. Rojas Isabel. “La participación comunitaria y el medio ambiente”. Revista Enfermer. Cuba. 2002
[20] Monsalvo Julio. “Escenarios de Participación”. Ponencia presentada en las “Primeras Jornadas de Atención Primaria de Salud” de la “Red de Atención Primaria de Salud” y Centro Formador de Medicina General del Hospital Misericordia de Córdoba, 4 y 5 de octubre de 2002
[21] Monsalvo, Julio. “Comentarios acerca del enfoque de la metodología de investigación cualitativa para ser aplicada al cuidado de la salud de los ecosistemas en un trabajo conjunto de los sectores educación y salud” Documento de uso interno – Formosa 2003
[22] Documento extraído en http://www.altaalegremia.com.ar/contenidos/LAICRIMPO_-_SALUD.html. 2009
[23] Goethe, GP – Leconte Md. “Etnografía y diseño cualitativo en investigación educativa” Ediciones Morata S.A – Madrid 1988
[25] Monsalvo, Julio “Ciencias Sociales, Ciencias del Hombre y Salud. Cuadernillo 6 Metodología de la Investigación Cualitativa”. Universidad Nacional de Rosario – Facultad de Medicina. Carrera de Post – Grado “Especialización en medicina general y familiar”. Rosario 2008
[26] Ídem anterior.
[27]Ana Rosato, Mauricio Boivin. Victoria Arribas “Capitulo 4: Observación Participante” en “Constructores de Otredad”. Editorial Antropofagia. Buenos Aires 2004
[28]Guber Rosana. Segunda Parte, capitulo V “¿Adonde y con quienes? Preliminares y reformulaciones de la delimitación del campo” en “El Salvaje Metropolitano”. Edit. Legasa – Buenos Aires 1991.
[29] Guber, Rosana. “El salvaje metropolitano. Reconstrucción del conocimiento social en el trabajo de campo”. Editorial Paidós. Buenos Aires 2004
[30] Laicrimpitos: hace referencia a los encuentros regionales o por provincia que se realizan durante el año, antes del encuentro nacional. Esta denominación fue tomada a partir de las voces de los participantes.
[31] Definición de Salud de la OMS: “El estado de completo bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedades”
[32] De Jong, Eloisa, Basso Raquel y otros. “Reflexiones en torno a las concepciones teórico-metodológicas del trabajo social en relación con la familia” en “La investigación en trabajo social” Volumen IV. Secretaría de Extensión e Investigación. FTS. UNER. Paraná 2005
[33] Monsalvo, Julio. Cap. 5 “Salud: Esperanza y Alegremia. Sensopensar salud desde las vivencias” en en “La salud en el oeste indígena chaqueño. Realidades socioculturales y rituales”. Programa de apoyo y fortalecimiento de la red sanitaria y mejoramiento de la disponibilidad alimentaria en comunidades predominantemente indígenas, especialmente del impenetrable chaco. Edit. EDIPEN. Resistencia – Chaco 2005
[34] Paradigma Antropocéntrico, separados de la Naturaleza; patriarcal; manipulación, dominación, control; relaciones piramidales; competir; capitalismo, utilitarismo, mercantilismo; tener; racionalidad sin ternura; dualista; reduccionismo, descripción de la naturaleza; análisis y especialización; positivismo y pensamiento único; mecanicismo; dependencia
[35] Paradigma Biocéntrico, somos Naturaleza; matrístico; Auto-eco-organización, emergencia, incertidumbre; relaciones horizontales; cooperar; solidaridad; ser-estar; ternura y autenticidad; holístico; ecosistémico, síntesis, transdisciplinariedad; subjetividad y múltiples racionalidades; tejido vital; autonomía y libertad; respeto, inclusión, equidad y sustentabilidad vital
[36] Referencia Marco Teórico – página 15.
[37] Menéndez Eduardo. “El modelo médico y la salud de los trabajadores”. Centro de estudios para la salud “Salud colectiva” vlo. 1 nº 1. Enero/abril 2005
[38] Sacchi Mónica, Hausberger Margarita, Pereyra Adriana. Percepción del proceso de salud- enfermedad- atención y aspectos que influyen en la baja utilización del sistema de salud, en familias pobres de la ciudad de SALTA. Revista Salud Colectiva. Buenos Aires. Septiembre - diciembre. 2007
[39] García García, José Luis. “Documento Enfermedad y Cultura” Revista Jano. Enero 1985. España
[40] Menéndez Eduardo. “El modelo médico y la salud de los trabajadores” Centro de estudios para la Salud. Salud Colectiva. Volumen nº 1. La Plata. 2005
[41] Samaja, J. “Epistemología de la salud. Reproducción social, subjetividad, y transdisciplina”. Edit. Lugar. Buenos Aires 2004
[42] “LAICRIMPO – SALUD: Un movimiento de Salud Popular” articulo extraído de la página http://www.altaalegremia.com.ar/contenidos/LAICRIMPO_-_SALUD.html. 2009
[43] Art. nº 80 “El Estado reconoce a la salud como un proceso de equilibrio bio-psico-espirirual y social y no solamente ausencia de de afección o enfermedad, y un derecho humano fundamental, tanto de los individuos como de la comunidad, contemplando sus diferentes pautas culturales.
Asumirá la estrategia de la atención primaria de la salud, comprensiva e integral, como núcleo fundamental del sistema de salud, conforme con el espíritu de la justicia social”. Constitución de la Provincia de Formosa.
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