Cuentos » Un Viaje Fantástico - Mario C. Mora

Última actualización: 28/04/2009
Mario Concepción Mora
 
Aprovechando un fin de semana largo y la invitación de mi amigo Julio que tengo en Formosa para ir a pasar unos días de descanso, decidí aceptar y me fui hasta allí, su casa está a la vera de la ruta Nacional 11, él y su familia me recibieron con alegría y yo también gocé al ver a mi amigo, sus seres queridos y de su hospitalidad.
Además de jugar al Ajedrez, que es nuestro hobby favorito, fuimos a pescar en el río Paraná. Una noche Julio tenía un casamiento, me invitó para acompañarlos, pero como yo allí era forastero, preferí ir a un club de Ajedrez, entonces me dio la llave de la casa y tomamos rumbos distintos, a mi regreso y para no perderme tomé por un atajo que desemboca en la ruta y desde allí empecé a caminar. La noche estaba maravillosa, la luna iluminaba casi tanto como el sol, las estrellas lucían más esplendorosas y en muchas más cantidades de las que yo estaba acostumbrado a ver, caminaba contemplando la hermosa majestuosidad del cielo, cuando de pronto, esa bella paz silenciosa, se transformó en una mezcla de asombro y miedo, cuando levanté de nuevo mi vista, me quedé atónito al ver un objeto plateado suspendido en el aire, venciendo la ley de gravedad, pues no escuchaba ningún ruido de motor ni de otra índole, despedía destellos muy intensos y de diversos colores, estaba a unos 500 metros de altura y con silencio increíble, de repente recibí un haz de luz y quedé sin poder articular movimiento ni gesto alguno, como petrificado, aunque consciente de todo lo que veía, el objeto tenía la forma de un plato con tapa, por lo que pensé que era el polémico plato volador.
Repentinamente se posó a unos 10 metros de mí y mi miedo se incrementó de tal forma, que elevé mis plegarias a Dios por un milagro. Pronto se abre una portezuela y se desliza una escalerilla, tal como un avión para abordar, sale un cuerpo de metal plateado, con escafandra y cables muy finos y se dirige hacia mí, y cuando estaba a unos 5 metros, extiende su brazo con la palma de su mano hacia arriba y me dijo, ven, no temas nada, somos tus amigos y vinimos a buscarte para hacer un viaje fantástico por el universo y luego te traeremos de nuevo aquí, al instante de extender su brazo todo mi cuerpo retomó su normalidad y ante esa voz suave de invitación y con el pensamiento de que el milagro, Dios me lo sirvió en bandeja, me dirigí hacia él y tomados de la mano, abordamos la nave, allí observé a sus compañeros sentados frente a complejas computadoras y tableros electrónicos, aunque aun estaba embargado por la emoción, mi miedo ya no era tal, tanto que entré en confianza y le pregunté su nombre, me llamo Eli, me dijo. A los pocos minutos ya estábamos tan alto que contemplaba a la Tierra como un inmenso globo brillante, con partes claras y oscuras, Eli me aclaró, que las claras corresponden a la tierra y las oscuras a los mares, le pregunté cómo es que en tan pocos minutos estábamos tan alejado de la Tierra,  porque viajamos a 75.000 kmts. por hora, aunque para uds. es una incomprensible velocidad, todavía es una ínfima parte de la velocidad de la luz que es de 300.000 kmts. por segundo,, pero Eli, la fricción del aire ¿no quema la nave?, me aclara que no, porque tiene un termo especial que resiste hasta esa velocidad.Pronto pasamos por Marte e íbamos hacia, Júpiter, veía pasar cantidad de aerolitos y me sorprendía que ninguno chocaba con la nave, Eli me explicó que no existía peligro de colisión, porque tiene un radar que desvía todo objeto a mucha distancia, seguimos viajando, hasta que el sueño me venció, a pesar de querer ver más cosas espectaculares para regocijo de mi vista.
Al despertar quedé absorto, estupefacto, ante tanta majestuosidad, el cielo estaba cubierto de millones de estrellas, con luces muy resplandecientes, muy intensas y mucho más grandes, lucían muy bellas, Eli notó mi perplejidad y atinó a decirme, lo que estás viendo Mario, es una galaxia y te parece que está muy cerca las estrellas , porque estás a miles de veces más cerca que desde la Tierra, sin embargo estamos a miles de años luz de distancia, aun así parecía poder tocar con las manos. Apoteótico, magnífico, sensacional, que sumado todos sus valores calificativos imaginarios, no alcanzan a explicar este súmmum de belleza, esta inconmensurable majestuosidad. Mi vista estaba gozando de un maravilloso recreo, una fiesta inenarrable, disfrutaba de esta imponente hermosura y me hacía sentir el más feliz de los mortales. De pronto vi una inmensa y larga masa de luz que atravesaba el firmamento, le pregunté a Eli que era eso, y me respondió que era la cola de un cometa. Ante tanta Grandiosidad, pensé en que todo lo que veía no podía ser obra de la casualidad, sino que allí estuvo el Supremo Creador, Eli me dijo que la Galaxia que estaba viendo era la nuestra y la de ellos. Seguimos navegando hasta que llegamos a su planeta, lo primero que me sorprendió era que las cosas eran todas iguales, las casas, los animales, las plantas y ellos mismos, las casas estaban en el medio de un bosque, las plantas habían en grandes cantidades, uniformes y todas muy frondosas, no hablaban sus habitantes nuestro idioma, sus caras diferían de la nuestra por lo ovalado, sus ojos, rasgados y menos separados que los nuestros, sus orejas más chicas y en sus bocas y narices con pocas diferencias a las nuestras, todos eran altos, elegantes. Otra cosa que me sorprendió es la ausencia del dinero, por sus calles que también eran iguales, los vehículos circulaban por avenidas más anchas que las nuestras, todos uniformes, no he visto aglomeración y sí un orden de circulación, también habían los semáforos, senda peatonal y mucho orden, yo seguía curioseando, cuando Eli me dijo que debíamos emprender el regreso, y aunque con mucho desagrado, obedecí.
Ya estábamos en pleno viaje de retorno y empecé a hacerle varias preguntas. Dime Eli, ¿hay otro sistema solar en nuestra galaxia?, solamente conocemos la e Uds. y la nuestra, pero sabemos que en la inmensidad del universo, hay millones de galaxias y en ellas muchos sistemas solares con diversidad de planetas, ¿cómo hablas tan bien nuestro idioma?, hace miles de años que venimos escudriñando a la Tierra y tú has sido el primero que trajimos a recorrer por el cosmos y enseguida aprendimos tu idioma.
¿Cómo pueden vivir sin dinero? Ah!, pusiste el dedo en las llagas, pero primero permíteme contestarte con otra pregunta, tus ancestros, ¿no vivieron felices durante miles de años, sin dinero?, pero entonces cada cual intercambia lo que fabrica, exactamente, y ahora te diré que te trajimos a ti precisamente para explicarte y que transmitas a tus congéneres algunas reflexiones que tienen que ver con la extinción de tu especie humana. En primer lugar, a partir de la creación del dinero, no tuvieron ni tendrán más paz, por ese vil metal, roban, crean guerras, asesinan, corrompen, secuestran y son capaces de vender a sus propias madres, por conseguir dinero pierden la salud y luego lo gastan todo para recuperarla, por eso te decía de la paz y felicidad de tus antepasados, es uno de los principales motivos de vuestros padecimientos. Ahora los pobres no tienen otra opción que ser un poco menos de esclavos, por la explotación de los que poseen riquezas, para poder subsistir. Pero lo más importante que queremos que les transmita a los que gobiernan todos los países de tu planeta que todo lo que es vida allí, sino cambian de actitud, está condenada a la extinción, que renuncien a acumular dinero y convivan con la naturaleza, cuidando la ecología, si no lo hacen, inexorablemente todos morirán. El efecto invernadero, producido por el agujero del ozono y este por el dióxido de carbono que envían los humanos, se produce entonces el recalentamiento del planeta, y los cambios climáticos producirán cataclismos, megasequías, inundaciones, terremotos, huracanes muy fuertes en intensidad, diles a tus colegas terrestres, cómo están haciendo estragos los huracanes “Iván” y “Jeanne” por el Caribe y los EE.UU. El ozono es el 1 % del aire que respiran y tienen vida gracias a él, porque los resguardan de las radiaciones solares. No te olvides para qué te trajimos, comunica estos consejos con urgencia, porque la Tierra está en terapia intensiva.
De súbito desperté de tan hermoso sueño, con una paz interior inexplicable, le había prometido a Eli, cumplimentar su pedido de vida en la Tierra, sólo que lamentablemente, tengo dudas de que escucharán a Eli.
Gracias a Dios por haber tenido este sueño divino, que para mí fue real ese placer de haber experimentado ese increíble y maravilloso viaje fantástico.

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