A 2.550 metros de altura, la hermosa ciudad de Cuenca del país ecuatorial, fue sede entre el 7 al 11 de octubre, de laprimera Asamblea del Movimiento de Salud de los Pueblos (MSP) de la región Latinoamérica, en el marco del Encuentro Internacional y Pluricultural: Buen Vivir y Salud, que desarrolló paralelamente dos eventos más, uno sobre resistencia bacteriana y otro en homenaje al Che Guevara, Salvador Allende y el médico ecuatoriano Eugenio Espejo.
Bajo el lema hacia una vida en plenitud y armonía entre la humanidad y la tierra, activistas por el derecho a la salud, al ambiente y a la vida de 19 países de América Latina y el Caribe, deliberaron sobre la crisis civilizatoria capitalista y su impacto en la salud y la naturaleza.
Esta Asamblea tuvo como telón de fondo la multitud de movilizaciones y luchas contra los grandes proyectos extractivos; la defensa de la tierra, el territorio y la soberanía alimentaria; la defensa de bienes públicos como el agua, la educación y la salud; la defensa de la producciones nacionales agrarias; entre otros asuntos, que se vienen dando con alta intensidad en este año de 2013 en la región de América Latina.
Los objetivos de la Asamblea fueron analizar la situación de salud y bienestar de los pueblos de la región, promover el debate y el intercambio de experiencias de lucha y resistencia por el derecho a la salud en la región y fortalecer el proceso organizativo y de movilización del MSP de América Latina.
Diversos paneles dieron cuenta de la situación que viven los pueblos de la región en donde prevalecen las desigualdades e injusticias sociales en salud, un predominio de la privatización de los sistemas de salud y una profundización del modelo extractivista con proyectos de explotación a gran escala de minerales y petróleo.
Otras voces refirieron cómo se resiste y se lucha en la región para que se garantice el derecho a la salud y se respeten los derechos de la naturaleza. Desde el sur de Chiapas hasta la Patagonia, se evidenciaron procesos y propuestas de resistencia en donde las propias comunidades enfrentan sus problemas de salud, de alimentación, de educación y buscan recuperar el control de su salud y defender su territorio como baluarte de la vida y la salud. Así como experiencias de gobiernos, como el de El Salvador que vienen desarrollando una política nacional de salud, en articulación con los sectores sociales, para avanzar en la garantía del derecho a la salud.
En relación al aspecto político-organizativo se dio un conjunto de deliberaciones entre los miembros del MSP presentes en la Asamblea, que fueron alrededor de unos 70, en torno a la comprensión, principios, forma organizativa y líneas de acción del MSP Latinoamérica.
Fue un consenso entender que el MSP es una red de redes, que vincula activistas, procesos y organizaciones que se identifican con los principios de la Carta de Salud de los Pueblos, documento constitutivo del Movimiento elaborado en el año 2000 en Bangladesh.
Como un elemento propio de la región se planteó en los principios incorporar la idea de soberanía de la salud, entendida como la recuperación de la salud en las manos de las comunidades, lo que implica un enfrentamiento a la medicalización de la sociedad y un reconocimiento y valoración de los conocimientos y prácticas en salud de los pueblos y la lucha por el reconocimiento e incorporación de estos en los sistemas de salud estatales. Se entendió, que esta soberanía es posible en tanto se cambie la matriz de la sociedad capitalista, para lo cual se requieren fortalecer los procesos de poder popular, vinculados a procesos de descolonización ideológica y cultural.
A su vez, también como parte de los principios se reiteró el de la defensa de la salud como derecho humano, el combate contra la privatización de la salud y la defensa y promoción de sistema de salud de carácter público, integral y universalistas.
En la parte organizativa se compartió la idea de trabajar a través de redes temáticas relacionadas con múltiples temas como los de ambiente, salud y soberanía alimentaria; extractivismo industrial y su impacto en la salud y la naturaleza; derecho a la salud; sistemas universales de salud; y como temas emergentes ligados a las dinámicas de la región los de interculturalidad y contrahegemonía, narcotráfico y su impacto en la salud, tratados de libre comercio y sus efectos en la garantía del derecho a la salud y la alimentación.
Se ratificó la necesidad de trabajar en una línea de educación popular en salud, de fortalecer los procesos comunicativos hacia adentro y hacia afuera del MSP y profundizar un eje de generación de conocimiento desde un enfoque de ciencia popular.
Por último, se mantuvo la decisión que el grupo de América latina había realizado en Ciudad del Cabo en la tercera asamblea mundial del MSP, de tener una dupla coordinadora por subregiones del continente: Centro- América, Región Andina, Brasil y Cono Sur.
Sin lugar a dudas hubo una enorme riqueza en los procesos de intercambio de experiencia y de saberes en la Asamblea, un compartir y fortalecimiento de las confraternidades que propicia el MSP, pero falto más deliberación para avanzar en lo político-organizativo del Movimiento y en el establecimiento de la agenda del grupo de América Latina para el próximo periodo, deuda que deberá ser trabajada por la coordinación definida en la Asamblea y por los núcleos locales y nacionales del MSP.
Se puede decir Jallalla! como voz ancestral aymara, en tanto la Asamblea dejo esperanzas, satisfacciones y agradecimientos por la vida y la salud y renovó el espíritu de lucha por una nueva sociedad y una nueva salud en América Latina y el Caribe.
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