Carta 134: 26/06/14
CIENCIA Y CULTURA - I -
Paradigma de la Modernidad
La proclamación del “Día de la Ciencia Digna” el 16 de Junio pasado, en homenaje al Dr. Andrés Carrasco, me generó una serie de interrogantes y reflexiones.
Carrasco demostró el daño que ocasiona el glifosato a la salud. Confirmó en laboratorio los registros médicos de aumento de cánceres y de malformaciones congénitas en zonas donde se fumiga con agrotóxicos.
Divulgó este conocimiento para la defensa de la salud y de la vida.
¿No es la actitud que se espera habitualmente de todo científico?
Evidentemente no. Carrasco fue objeto de una campaña de desprestigio.
¿Qué está ocurriendo? ¿La ciencia y la técnica no deberían estar al servicio de la Humanidad toda?
El Prof. Juan Samaja afirma que la “tecnología investigativa contemporánea está cada vez más ligada a la comprensión del proceso de la ciencia como un hecho de la cultura” (*)
Cuando se habla de ciencia, se refiere a los conocimientos que se producen en el seno de la cultura occidental a pesar de no ser ésta la única cultura.
¿Por qué?
La cultura occidental es hegemónica desde los albores de la Era Moderna. Como fecha emblemática podemos citar 1492, comienzo de la invasión europea a nuestra Abya Yala (**) que se extiende luego a todo el Planeta.
La conquista militar va acompañada de la imposición de un estilo de vida antropocéntrico. Esta cultura antropocéntrica tiene como característica esencial que el ser humano se siente el centro de todo. Se sitúa fuera de la Naturaleza. Ve a la misma como “recursos” a su disposición y no como formas de vida.
El paradigma científico que se construye, reduccionista y mecanicista entre otras características, tiene la intencionalidad de dominio y control de la naturaleza.
Francis Bacon (1561-1626), padre del método científico, lo dijo con claridad: “subyugar a la naturaleza, presionarla para que nos entregue sus secretos, atarla a nuestro servicio y hacerla nuestra esclava”.
El citado Prof. Samaja expresa que además de las dos conocidas finalidades de la Ciencia, producir conocimientos por los conocimientos mismos y producir conocimientos por las consecuencias técnicas, existe una tercera que es la de contribuir a “los procesos de estabilidad ideológica y política de las sociedades humanas”.
¿Cuál es el proceso ideológico y político al cual la ciencia contribuye actualmente?
Hoy se hace cada vez más visible el inmenso poder que tienen las corporaciones sobre las sociedades humanas y aun sobre los Estados. ¿La ciencia y la técnica están al servicio de las mismas?
El propio Carrasco sostenía que la “revolución tecnológica que se da en distintos lugares del saber, en realidad está al servicio de sostener un modelo”. Negaba que exista la sociedad del conocimiento y dudaba si alguna vez la hubo.
En otras palabras, ciencia y técnica funcional a la moral utilitarista del capitalismo que pone valor monetario a todo, teniendo al lucro como objetivo excluyente.
En este contexto cultural, actitudes como la de Andrés Carrasco, poner la ciencia al servicio de la salud y de la vida de los pueblos, son más que esperanzadoras. Son signos visibles de otro Mundo Posible en construcción y que ya amanece.
Hasta la Victoria de la Vida Siempre!!
Julio
(*) Samaja, Juan; Epistemología y Metodología; EUDEBA; 1993
(**) Los Pueblos que siempre estuvieron aquí han decidido llamar a este Continente con el nombre que le dio el Pueblo Kuna, Abya Yala, “Tierra en Plena Madurez”, no aceptando la denominación “América”, impuesta por el invasor.