Carta 149: 23/10/14

DIÁLOGO

Entiendo el diálogo como un escuchar y expresar con una actitud de considerar y reconsiderar el propio punto de vista y así construir conceptos superiores que hacen al desarrollo personal.

Me he sentido muy alegrémico cuando la Vida me ha regalado encontrarme con personas con quienes se han dado instancias de diálogo.

Mis vivencias van desde presenciar conversaciones en las cuales cada uno expone su punto de vista serenamente hasta ser testigo de discusiones (a veces acaloradas) en las cuales cada uno defiende irreductiblemente su propia creencia.

A veces he escuchado exposiciones (por lo general extensas) del pensamiento propio expresados como verdad única. El pensamiento único va de la mano del fundamentalismo y éste de la intolerancia.

Esto se da en política, en religión, en la academia, en las instituciones, en las familias y… también en las parejas (que por esta razón tienden a desparejarse) y en general en la cotidianeidad.

Pareciera que la cultura del no-diálogo está atravesada por el poder patriarcal, que afecta por supuesto, a ambos géneros.

Estoy convencido que estamos amaneciendo a Otro Mundo Posible, en donde el poder será matrístico, es decir cuidador de la vida.

Poder matrístico cuidador de la vida en todas sus expresiones, respetuoso de la variedad de pensamientos y capaz de construir conocimientos colectivamente y de entretejer a todos los seres en relaciones saludables.

En ese Otro Mundo Posible por el cual trabajamos, lo habitual será el diálogo.

Hasta la Victoria  de la Vida Siempre!

                     Julio