Carta 180: 30/07/15
TERNURA
Decíamos en la Carta anterior que la Ternura es lo que caracteriza a una relación saludable.
Nos parece que siempre es oportuno recordar la Ternura. De ninguna manera para definirla, sino para reflexionar sobre algunas ideas que este sentimiento genera.
Con frecuencia se confunde Ternura con debilidad. Nada de eso.
La Ternura es poderosa. La Ternura es firmeza y es suavidad al mismo tiempo.
Firmeza para expresar y sobre todo para vivir las convicciones. Firmeza en el estar alerta defendiendo la vida. Defendiendo los Derechos Humanos y defendiendo los Derechos de la Madre Tierra.
La Ternura es suavidad. Jamás asume actitudes agresivas aun ante las agresiones. No cae en emplear los mismos métodos de la cultura dominante, individualista, con voracidad por dominar y tener.
La ternura es generosa. Cuida la autoestima propia y de las demás personas. No conoce la “egoemia”, tal como genialmente el amigo Luis Weinstein se refiere al egoísmo (egoemia: egoísmo en la sangre)
Siempre sentipiensa en el otro ser con el cual se relaciona. Otro ser que puede ser otra persona u otra forma de vida, tal como una planta, un animal, el suelo sobre, el agua, el aire.
La ternura es consciente que el mundo es diverso y por lo tanto respeta la diversidad. Jamás discrimina. Construye en y con la diversidad.
Es tolerante con los disensos y no juzga conductas de otras personas. Siempre está dispuesta al diálogo. Sabe ver lo mejor de cada ser, lo reconoce y lo acompaña para fortalecerlo.
“Si, es más fácil luchar, hablar, escribir y enseñar principios que traducirlos en el hacer sentir de cada día”, nos decía muy lúcidamente Luis Weinstein.
Es necesaria una gran valentía para transgredir la cultura dominante, cultura de muerte, que ha naturalizado el individualismo, la egoemia, el pretender imponer, las relaciones ríspidas, la negociación de los afectos y de los valores, el utilitarismo (doy a cambio de…).
Una gran valentía para vivenciar la Cultura de la Vida, Cultura de relaciones de Ternuras con alta alegremia.
Sentipensamos que vivenciar la Cultura de la Vida es ser revolucionaria o revolucionario.
Para ello es necesario cultivar la Paz Interior y la Alegremia en los paisajes interiores.
Paz Interior que abre los manantiales de Ternuras y Alegremia que genera los entusiasmos para vivir instante a instante el Amor a la Vida y a todas las manifestaciones de vida.
Hasta la Victoria de la Vida Siempre!
Julio