Carta 225: 30/06/16
DOS VIVENCIAS
El domingo 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, tuve dos vivencias que me enseñaron y me movilizaron, como todas las vivencias.
Por la mañana presencié la descarga de miles de litros de combustible desde un enorme camión cisterna a los depósitos de una estación de expendio.
Inexorablemente me trajo la imagen de los millones de barriles de petróleo que se extraen por día del Planeta. ¿Cuántos millones de litros de combustible se queman diariamente?
La quema de combustibles fósiles es una de las principales causas del Calentamiento Global.
También acudieron a mi mente los millones de litros de agua que se usan en diversas partes del mundo con la tecnología llamada “fracking”… para obtener más hidrocarburos.
¿Qué consecuencias tiene esta succión para el Planeta? La extracción de petróleo siempre me ha generado la sensación de que se está provocando una mortal sangría a un organismo vivo.
“¡No se hiera más a nuestra Mapu para extraer petróleo!”
Viene a mi recuerdo la vehemencia con que una compañera perteneciente al Pueblo Originario Mapuche, pronunciara esta frase cuando relataba en el Congreso de Pediatría del año 2000, en Salta, los daños a la salud ocasionados por la actividad petrolera,
Esta vivencia matutina refirmó mi convicción del carácter biocida del modelo civilizatorio imperante. Dicho con “todas las letras”, un modelo suicida.
Ese mismo día por la tarde, participé de la celebración del Día Mundial del Ambiente, convocada por un Jardín de Infantes. Fue una esperanzadora vivencia.
Todas las niñitas y todos los niñitos, de 4 y 5 añitos de edad, alrededor de 200 que concurren al Jardincito, conforman la Brigada Ecológica, proyecto que esa institución desarrolla desde el 2000.
En lo que va del presente año, han realizado diversas actividades que hacen al cuidado de la Tierra, tales como fabricar juguetes con materiales reciclados y sembrar una huerta ecológica.
Me conmovió ver reflejado el entusiasmo en los rostros de las niñitas y de los niñitos quienes, junto a las y a los docentes, con gran alegría protagonizaban el evento de múltiples maneras; interpretando canciones, exponiendo dibujos y trabajos, plantando un árbol…
En tanto sentipensaba en los miles y miles y millones de Jardincitos y de Escuelas Primarias que realizan este trabajo de concientización para el cuidado de la vida, desde temprana y tierna edad, una especial brisa de Esperanza envolvía mi espíritu.
¿Tener Esperanza ante el poder monstruoso de los ejecutores del modelo anti-vida?
¡Cómo no tenerla! Las jóvenes generaciones que hoy están en los Jardincitos y en las Escuelas Primarias, preservarán y reforzarán el Amor a la Vida. Sabias acciones como las que llevan adelante las Brigadas Ecológicas contribuyen a ello.
El Amor a la Vida es más poderoso y es lo natural del ser humano.
Mi convicción es que las niñitas y los niñitos de hoy, serán quienes abracen definitivamente la Cultura Biocéntrica, la Cultura centrada en la Vida.
Surgirá una Nueva Ciencia y una Nueva Tecnología, respetuosas de la Vida, y será el florecer de Políticas Biocéntricas.
Hasta la Victoria de la Vida Siempre!
Julio