Carta 246: 30/11/16

FIDEL

La noticia del fallecimiento de Fidel me conmueve. Revivencio vivencias. Comparto algunas pocas que salen del cuerpo.

Llego a Cuba por primera vez en 1987 enviado por el Gobierno de la Provincia del Chaco, Argentina, como observador del Sistema de Salud. Fue mi primera, y hasta ahora única, misión oficial al exterior.

Percibo la mística que Fidel transmite. En numerosas conversaciones se resalta el espíritu solidario e internacionalista de la cubanidad.

Me sorprende la participación de ciudadanas y ciudadanos en los asuntos políticos y el grado de información que poseen.

El último día de mi estadía abordo un taxi. El conductor me habla de la cantidad de hospitales y policlínicos con que cuenta la Ciudad.

Me explica cómo funcionan los consultorios médico/enfermera de familia.

 ¡Lo mismo que me dijeron el primer día las autoridades de la Dirección de Salud!

Además, se prodiga en detalles relatando cómo el propio Fidel ideó e impulsó esos consultorios.

Vuelvo en marzo de 1993, en pleno Período Especial, para participar del IV Seminario Internacional de Atención Primaria de Salud.

Durante el desarrollo de una Mesa donde médicos cubanos presentan sus trabajos en diferentes puntos de la Isla, llega Fidel. Escucha, dialoga con los asistentes, habla…

Ubicado en una butaca en el recinto del Palacio de las Convenciones, siento la mística que transmite.

La implosión de la Unión Soviética, hizo que Cuba quedara sin el 85% del comercio exterior. Veo con mis propios ojos cómo el pueblo aborda múltiples dificultades con humor. Observo empleo de bueyes, uso de bicicletas, carros tirados por caballos como transporte público y compartir solidariamente los pocos automotores que circulan.

Veo a Fidel por segunda vez en agosto de 2003. Me hallo trabajando en Asunción. En esos días asume Duarte Frutos como Presidente del Paraguay.

Fidel había concurrido a la ceremonia. Alguien me invita a la charla que iba a dar al día siguiente. Aborda muchos tópicos, entre ellos el heroísmo del pueblo paraguayo en la guerra de “La Triple Alianza”. 

En 1998, Fidel funda la Escuela Latinoamericana de Medicina. dirigida a quienes por razones económicas les resulta imposible estudiar en sus propios países.

Conozco varios jóvenes graduados en la misma. La excelente formación técnica y el espíritu humanista que los impregna, contagia Esperanza.

Las misiones médicas solidarias a diversos países se cuentan por miles.

Participando de la I Asamblea Mundial de los Pueblos, en Bangladesh, diciembre de 2000, vivencio una explosión de gratitud a Cuba por su internacionalismo solidario.

Tras la exposición de la delegación cubana, toda la Asamblea conformada por 1500 delegados de 94 países, se pone de pie y la ovación, en decenas de idiomas, se prolonga por largos 5 minutos. 

Allí presente, Hafdan Mahler, Director General de la OMS en los 70, recomienda hacer "una peregrinación" a Cuba, único país que tuvo la voluntad política de llevar los principios de Atención Primaria de Salud a todo el pueblo. 

Quiénes me conocen, saben de mi amor al Pueblo Cubano y de mi admiración por la Revolución liderada por Fidel. Cuba muestra a la Humanidad que es posible vivir solidariamente

            hasta la Victoria de la Vida Siempre!!

                                                                          Julio