Carta 362: 01/04/19

RECORDANDO A CARLOS GATTINONI

Este 2 de abril de 2019, se cumplen 30 años de la partida de Carlos Gattinoni, Obispo de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina. Rindo mi modesto homenaje a este querido amigo y pastor.

Me acerqué a la Iglesia Metodista en 1969, el mismo día en que la Asamblea de la Iglesia, se declaraba independiente y autónoma de la iglesia norteamericana y elegía a Carlos Gattinoni como su primer Obispo.

Poco tiempo después, conocí a Carlos en la ciudad de Córdoba. Casi de inmediato me introdujo en la filosofía y en la metodología de la acción no-violenta por la Justicia Social y los Derechos Humanos.

Luego nos dio presencialmente un fuerte apoyo en Cosquín, donde habíamos formado un grupo ecuménico de acción no-violenta.

Recuerdo cuando durante una conferencia en la cual relataba ejemplos de acciones no-violentas en diferentes países, uno de los asistentes se paró y preguntó, con cierta agresividad, cuál era el “fundamento bíblico”. La respuesta fue contundente: “¡Amarás a tu prójimo como a ti mismo!”

Tuve el regalo de la Vida de trabajar con él, en la Junta General de la Iglesia Metodista entre 1973 y 1977,

Tengo grabada la imagen de Carlos Gattinoni. Siento gran admiración por sus compromisos sociales y humanos, sin descuidar y estar atento siempre a su labor pastoral, acompañando a quien lo necesitara.

En esos años yo trabajaba intensamente como pediatra en la ciudad de Cosquín, desarrollando también actividades gremiales y docentes… Me aconsejó fraternalmente que hiciera “la pausa dominical”.

Tenía un gran compromiso con los Derechos Humanos. Fundó la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos en Argentina junto con otras personas como el futuro presidente Raúl Alfonsín y el recordado Jaime De Nevares, Obispo de la Iglesia Católica en Neuquén.

Años después integra, por designación presidencial, la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), presidida por Ernesto Sábato.

La misma sesionaba en el Teatro Municipal Gral. José de San Martín, de la Ciudad de Buenos Aires. Pasé a saludarlo y hacerle una consulta de carácter personal… inmediatamente acudió al hall para conversar conmigo. Atesoro sus amorosos consejos.

¡Gracias a la Vida por la vida de Carlos Gattinoni, quien sigue inspirando siendo fuente de Esperanza!

¡Hasta la Victoria de la Vida Siempre!

Julio