En estos tiempos de pandemia, percibimos que muchas personas, se están planteando la necesidad de ser amables con la Naturaleza, a la cual pertenecemos.
En Cartas anteriores, hemos considerado nuestra relación con el Suelo y con Aire. Hoy nos preguntamos sobre nuestra relación con el Agua.
Los seres humanos estamos conformados en gran parte por agua.
Los recién nacidos tienen entre un 70% y 80% de agua. A partir de un año, baja a entre el 60% y el 70%.
En adultos, el porcentaje se mueve entre 50% y 65% y en ancianos, menos del 50%.
Compartimos expresiones de mujeres campesinas reflexionando sobre las Necesidades Vitales Indispensables:
También el Agua… Dios nos envía el agua de lluvia que es pura, ¿por qué tenemos que hervirla o ponerle cloro? ¿Quién la contamina?
Estas “doñas”, como se llaman así mismas con mucho cariño las mujeres campesinas en el norte argentino, no han naturalizado para nada que se contamine el agua.
Existen enfermedades infecciosas hídricas, que se transmiten por el agua contaminada. Otras son causadas por la presencia de metales pesados, por sustancias tóxicas usadas en la megaminería, como el cianuro, o por fumigaciones con agrotóxicos.
El 97.5% del agua en la tierra se encuentra en los océanos y mares de agua salada. El agua cubre alrededor del 70% de la superficie de la Tierra.
Únicamente el restante 2.5% es agua dulce.
El agua dulce se encuentra en la superficie de la Tierra en ríos, lagos, lagunas, arroyos, humedales, glaciares. Bajo la superficie en acuíferos y corrientes subterráneas.
Los cursos de agua dulce, son contaminados por el tracking, la minería a cielo abierto, las fumigaciones y las basuras.
Los mares son contaminados por derrames de petróleo. Los océanos se hallan acidificados a causa de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera procedentes de las actividades humanas. El aumento del dióxido de carbono disuelto favorece la reacción con el carbonato cálcico causando que el océano se vuelva más ácido.
La contaminación por plásticos es enorme. Se los halla hasta 10.000 metros de profundidad.
Al mismo tiempo, existe mucha consciencia defendiendo el agua en numerosos lugares del mundo en forma organizada. Es necesario transformar las causas estructurales. Hacemos votos porque haya un cambio civilizatorio: abandonar el extractivismo depredador por el cuidado de la Vida en todas sus manifestaciones.
Es esencial en lo personal, sentir que el agua es vida, valorarla, cuidarla y dialogar con ella.