Seguimos en estos tiempos de pandemia, haciéndonos preguntas: ¿Cómo son nuestras relaciones con la flora?
Relaciones no-saludables se manifiestan con la deforestación que contribuye al calentamiento global. Deforestar plantas y árboles es disminuir nuestras fuentes de oxígeno.
También con las fumigaciones que contaminan el suelo, el agua y el aire.
Francis Chaboussou, agrónomo en el Instituto Nacional Francés de Investigación Agrícola, publicó “Cosechas Sanas: una nueva revolución agrícola”, tras 50 años de investigación.
Su Teoría de la Trofobiosis, explica que el fracaso del uso de fungicidas, insecticidas y especialmente, herbicidas, para combatir “las plagas”. Cuando se presentan las “plagas”, es señal que “algo no estamos haciendo bien”.
Todo esto fortalece la necesidad de adoptar la Agroecología, tanto urbana como rural.
La Agroecología es lo fundamental para que sea efectiva la Soberanía Alimentaria: “el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica, y su derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo”.
La Agroecología es indispensable para cumplir con la Constitución de la Nación Argentina, que en su Artículo 41, primer párrafo, declara:
Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo.
Por otra parte, la Agroecología, puede hacer realidad lo que establece para todos los pueblos del mundo,el párrafo VII de La Declaración de Alma Ata sobre Atención Primaria de Salud, firmada en1978por 134 gobiernos y 67 organizaciones de las Naciones Unidas, organismos especializados y organizaciones no gubernamentales con relaciones oficiales con la OMS y la UNICEF,:
La atención primaria de salud… comprende…
la promoción del suministro de alimentos
y de una nutrición apropiada.
La invitación es trabajar en nuestro Ecosistema Local, cuidando la flora protegiéndola de la desforestación y de la fumigación y promoviendo la Agroecología-
En lo personal sentir la fraternidad con las plantas, como nos enseñaba Doña Santa, anciana campesina de Fortín Olmos, norte de Santa Fe, Argentina:
En primer lugar no es cosa de agarrar una planta así no más y arrancarla. No.
Las plantas son seres vivos que hizo Dios al igual que a mí y a todos nosotros, son nuestras hermanas.
Tenemos que tratarlas bien, hablarles, pedirles permiso si vamos a tomar algo de ellas para curar a alguien. Explicarles para quién es y porqué les vamos a pedir una hojita, o un cogollito o una flor.