Seguimos en estos tiempos de pandemia, haciéndonos preguntas: ¿Cómo son nuestras relaciones con la fauna?
La Cultura Antropocéntrica, colocando al ser humano como amo del mundo, ha instalado un modelo civilizatorio que se caracteriza por someter a los animales como máquinas de producción, con afán lucrativo.
Se impone el cambio cultural. Es esencial recuperar el sentir que pertenecemos a la Madre Tierra, al Cosmos, a la Vida.Despojarnos del Antropocentrismo, dejar de creernos el centro de todo, y volver a lo natural.Lo natural es el Biocentrismo, sentir que somos vida dentro de la Vida.
Negamos con crueldad a nuestros hermanos los animales, la posibilidad que desarrollen naturalmente su vida. Gallinas esclavas obligadas día y noche a poner huevos, cerditos que nunca caminarán en su vida obligados a ingerir alimentos en exceso para lograr un peso excepcional en pocos meses, criaderos de pacúes, de salmones, de conejos y de otros seres vivos... Todos condenados a muerte en verdaderas cárceles en donde a corto plazo se ejecutará la sentencia.
Con este fin, se usan hormonas y antibióticos para su alimentación, lo que ha ocasionado un grave desequilibrio ecológico, generando resistencia bacteriana a los antibióticos, lo cual se considera calamidad mundial
La propuesta viene de sabidurías de culturas milenarias de los Pueblos Originarios y de las Comunidades Campesinas que han desarrollado la Agroecología. Estas comunidades conocen a sus animales por nombre propio. Pueblos que siempre se han sentido parte-de, pueblos que poseen el sensosaber que pertenecemos a la Vida.
La Nueva Ciencia, liderada por pléyade de mujeres y de hombres que bregan por el nuevo paradigma en la ciencia, se acerca esperanzadoramente a estas Sabidurías. Sabidurías provenientes de Paradigmas Culturales que tienen como centro a la Vida.
El cambio de Cultura Antropocéntrica propia de esta civilización que enferma y mata, a una Cultura Biocéntrica, generará también el cambio de paradigma de una ciencia de la manipulación y del control, a una ciencia cooperativa con la Vida.
Así, los especímenes de la especie humana nos sentiremos todas y todos que somos Naturaleza, que somos una hebra más en el tejido de la vida. Un encontrarNOS para pertenecerNOS.
Abrazando el Biocentrismo, vivenciamos que “el Otro” es toda forma de vida.Apelamos al concepto de Intersomos que nos presenta Sandra Payán:
Superar el antropocentrismo y avanzar hacia el biocentrismo, es asumir que somos en, para y con los otros, es decir, que “Intersomos”, (….) Intersomos con los demás seres humanos, con el sol, con las flores, con las nubes, con el mar… (*)
Siendo con el Otro que es, ser humano, suelo, aire, agua, árbol, flor, bacteria, animal, vamos hacia el encontrarnos con nosotros mismos.
Asumir el “coraje de ser” lo que somos, vida dentro de la Vida, transforma “mi cotidianeidad”.
¡Hasta la Victoria de Vida Siempre!
Julio
(*)
Sandra Payán; Intersomos; Cuadernos de La Internacional de la Esperanza, VIII.