El Silencio Profundo, que de tanto en tanto nos visita, invita a sentipensar lo esencial.
A renovar y a fortalecer el sentimiento que debe estar presente día a día: “el Amor es lo único importante”, como muy bien dice nuestro querido amigo cubano Jorge Daniel García Salmán, Doctor en Ciencias.
Esto “único importante”, el Amor, se concreta en múltiples aspectos. Mencionamos algunos que sentimos:
·Amarse a una misma/uno mismo.
·Vivir relaciones saludables con una misma/uno mismo.
·Vivir relaciones saludables con la familia, con vecinas y vecinos, con compañeras y compañeros, con la comunidad.
·Vivir relaciones saludables con toda manifestación de la Vida: suelo, aire, agua, microorganismos, flora, fauna.
·Sentir que pertenecemos al tejido de la Vida, de cual somos una hebra más, tan importante como la de la planta o del insecto.
·Sentir como propio el dolor de otro ser humano.
·Cuidar la Vida en nuestro Ecosistema Local.
· Preguntarse frente a cada decisión y acción cotidiana: “¿Este emprendimiento o actividad que realizamos en nuestro Ecosistema Local, aporta a la Salud o a la no-salud de los Ecosistemas?”
·Cultivar la Alegremia y la Amistosofía.
·Trabajar por la Paz y para que toda persona y toda comunidad, disfrute disponiendo de las Necesidades Vitales Indispensables: Aire puro, Agua limpia, Alimentos saludables, Albergue digno, Amor en las relaciones, Arte que alimenta el espíritu y da espacios de creatividad.
·Contribuir a la formulación y más aún a la ejecución de Políticas Públicas Biocéntricas.
·Dialogar con la niña o con el niño interior, que siempre está.
·Preguntarnos: ¿en qué aspectos concretos podemos cuidar la Vida?
Permanentemente, recordar que hemos venido al mundo a ser felices viviendo en Amor.