Cartas que salen del cuerpo » Nro. 441 - Esperanza y Alegremia: Niñas y Niños Qom - 27/09/20

Última actualización: 25/09/2020

Esperanza y Alegremia: Niñas y Niños Qom - Carta que sale del Cuerpo N° 441

Cartas que salen del Cuerpo    

La columna editorial del sitio www.altaalegremia.com.ar  

Carta 441: 27/09/20

 

NIÑAS Y NIÑOS QOM

Hacía poco menos de un año que había llegado al Oeste chaqueño. Son los primeros meses del 77. Tórrida siesta manejando una camioneta por las “picadas” del monte. A mi lado el joven Rubén Rodríguez, mi indispensable traductor. Un excelente enfermero, destacado bacilocopista y también un infatigable agente sanitario.

      Largos silencios. Ya había aprendido que sólo se habla cuando se tiene algo importante que decir.

      Transcurre el silencio en minutos y en kilómetros. Imágenes de vivencias en esos meses que llevo en la zona y que revivencio. De pronto me decido a hablar:

-      Rubén...

-      ¿Sí?

-      Mirá lo que estoy pensando... Me has llevado a varias comunidades en el monte... y me estoy dando cuenta de  algo...

-      ¿De qué?

-      Que nunca vi a una mamá o a un papá que le pegue a un chico...

-      Pero... Julio... ¿Es que ustedes le pegan a los chicos?

        Nos decía el querido amigo Jean Charpentier, quien en los 70 trajo la Pedagogía de la Alternancia, con las Escuelas de Familias Agrícolas, sociólogo rural a quien conocí años después: “Cada uno descubre su cultura cuando descubre la del otro…” 

             Cuestión de valores en una cultura y en otra... ¿O quizás nos damos cuenta de nuestros anti-valores? 

Lo más bello en mi vida es el haber compartido y continuar compartiendo con personas, familias y comunidades de pueblos originarios del Nordeste argentino. Sus cosmovisiones de pertenencia al ecosistema local, el-ser-parte-de, se expresa en actitudes que responden a otra ética: el respeto a la Vida. De ellos aprendí las cosas más importantes para mi vida. No por alguien en particular sino por el diario convivir.

          Tengo el convencimiento que si somos los suficientemente humildes para permitirnos receptar las enseñanzas de los Pueblos Originarios que priorizan el respeto a la Vida, podemos construir un mundo diferente con relaciones sociales, políticas, económicas y ambientales, más justas y saludables.

Así, en la cotidianidad, de manera práctica, sin ningún sustento teórico .previo, comienzo a vivenciar el diálogo intercultural. 

 

                (1)

 

        Hasta la Victoria de la Vida Siempre!

                                                   Julio

 

(1)  Niños indígenas alrededor de una antigua olla de barro danzan alegres entonando cantos y melodías en agradecimiento por la comida, por el aire, por el agua, por el sol. (Jafeth Gómez)

 

 

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