CARTAS...
Carta a mis “pacientes”
Cali, Diciembre de 2003
A mis “pacientes”...
Si supieran todo el bien que me hacen, todo lo que aprendo a su lado.
A través de ustedes me conozco, aprendo tanto de mí misma, cuando les hablo, cuando los siento. Aprendo de mi cuerpo a través del de ustedes.
Me impulsan permanentemente a preguntarme qué siento, y así mi sensibilidad y la confianza en mí se fortalecen día a día.
Sus cuerpos son una conexión con el Universo, sobre ellos mis manos inventan nuevas maneras de sentir.
Si supieran cuánto los necesito, cuánto le han servido a mi vida. Cuánto me han enseñado de la vida. Escuchándolos y viéndolos me entero del amor, de la entrega, de la humildad, de la bondad, del valor.
Me han salvado de tanto, han alejado de mí tristezas y desesperanzas, han desvanecido miedos y angustias, me han traído tanta luz, tanta.
Frente a ustedes me siento tan hermosamente humana, tan viva.
Mi vida se llena de sentido junto a sus problemas, miedos y tristezas; y se llena de júbilo y asombro junto a sus esperanzas y poderes.
Los momentos a su lado son sagrados, tienen sentido, así como sus cuerpos, sus vidas y la mía.
Sandra Isabel Payán
Carta a los que fueron mis “pacientes”
Cali, Abril de 2006
A los que fueron mis "pacientes":
Quiero que la próxima vez que nuestros ojos y nuestros cuerpos se encuentren, seamos seres libres y auténticos.
No quiero encontrarlos como "pacientes", ahora no quiero verlos así, ahora no me gusta lo que emerge al encontrarnos así.
Quiero que al encontrarnos veamos lo inmensos, lo sabios y lo poderosos que somos, ustedes y yo.
Que sepamos que no necesitamos inventar pretextos, que el querer es suficiente, y más.
Que sepamos que no necesitamos razones que justifiquen nuestros encuentros, ni normas que los determinen, ni modelos a seguir, ni instituciones, ni nada, que ustedes y yo con nuestros quereres somos suficientes, y más.
Que el encontrarnos es ilimitado, que somos lo inimaginado y que nos encontramos para cumplirle sólo, sólo a la Vida.
Sandra Isabel Payán