EL CARACOLITO
El caracolito vagaba solo por la plaza.
Sólo por ser él tan pequeño
LAPLAZA ERA INMENSA.
La baba se pegaba en las ramas,
en las baldosas, en los vidrios…
Y caminaba así, sin querer pensar en nada,
porque la soledad es difícil de entender.
Es como si no hubiese aire y uno anduviese igual:
falta el placer de respirar.
Encaramarse a la rama más pequeña, la más alta, la más lejana,
y encontrarse, aún en la noche más fría y oscura,
titilando apenas las estrellas en lo alto,
con su amor que perdió una tarde, la caracolita,
porque LA PLAZA ERA INMENSA.
Eso quiere.
Carlos Cristian Italiano
Merlo, San Luis, Argentina