Crónicas y Artículos » Sostenibilidad de la vida y espiritualidad guaraníÚltima actualización: 26/02/2010
SOSTENIBILIDAD DE LA VIDA Y ESPIRITUALIDAD GUARANÍ
Los datos científicos nos hacen mirar con preocupación el futuro de nuestro planeta. La pregunta por las posibilidades de vida, si puede sostenerse, nutrirse y recrearse, exige no sólo un abordaje técnico sino también espiritual.
Una espiritualidad centrada en la sustentabilidad de la vida puede suscitar y acompañar el necesario cambio de paradigma que la vida del planeta reclama.
En el marco de esa búsqueda el Grupo Amerindia desarrolló su taller. Presentamos una síntesis de los aportes ofrecidos por Margot Bremen y AlirioCáceres Aguirre.
(M. Bremen es religiosa del Sagrado Corazón. Biblista. Reside en Paraguay)
En la espiritualidad guaraní el modo de vivir está sostenido por una relación de reciprocidad con la tierra que busca siempre de nuevo el equilibrio perfecto en la convivencia eco-humana. Los guaraníes no son antropocéntricos, sino se conciben como parte de la naturaleza y del cosmos: “Pertenecemos más a la tierra que ella a nosotros”.
Ellos están conscientes que la tierra puede vivir sin ellos, pero ellos no sin tierra. Conciben la vida en la interrelación trifacética ente, Dios, la tierra y los seres humanos (relación ecoteándrica), La visión guaraní es totalmente biocéntrica. La naturaleza les revela las leyes de vida y en ellas descubren la sabiduría y los designios divinos de sostener el equilibrio en su convivencia con la tierra. La estrecha relación de su vida con una tierra con inestabilidades y desequilibrios les somete a frecuentes renovaciones en su búsqueda de la tierra sin mal.
Durante miles de años, los guaraníes han sacado del monte materiales sin perjudicar o alterar el eco-sistema. El mismo monte les inspiraba e invitaba a la sostenibilidad. Hoy ya hay pueblos indígenas que presentan públicamente su proyecto de sostenibilidad de la tierra. He aquí el ejemplo de la articulación de 390 pueblos amazónicos que presentan su proyecto común. Volviendo a la Maloca su visión del buen vivir (sostenibilidad): “Con nuestra visión del “buen vivir”[1] afirmamos nuestra alteridad a este sistema moderno desde nuestra manera milenaria de ocupar nuestro hábitat. Es el compromiso de nuestra vida temporal que sigue a miles de otras vidas en tiempos pasados, presentes y futuros y se inscribe en el cumplimiento de nuestro deber espiritual de salvaguardar nuestras tierras sagradas. Esta visión integral da sentido a los hombres y las mujeres de un pueblo en sus búsquedas del origen y del fin de la vida”[2]. Esta visión integradora e integral es fruto de una espiritualidad que la vida de la misma tierra les ha brindado. Las dos recientes Constituciones de Ecuador y Bolivia son otros ejemplos más de la búsqueda de la tan necesaria sostenibilidad.
Frente a la mercantilización de la tierra, la espiritualidad guaraní propone la sacralidad de la tierra.
Frente a la homogenización de cultivos y pensamientos, la espiritualidad guaraní propone la complementariedad de la diversidad de vidas y culturas.
Frente a la desintegración social y el creciente individualismo, la espiritualidad guaraní propone las interrelaciones y el sentido comunitario para llegar a la comunidad cósmica.
Frente al consumismo, derroche y lujo a costa de la depredación de la naturaleza, espiritualidad guaraní propone la austeridad y un vivir de lo necesario.
Frente al desequilibrio social y ecológico, la espiritualidad guaraní propone la armonía en la convivencia con la tierra.
Frente al status quo del bienestar de una sociedad, la espiritualidad guaraní propone estar en permanente camino de renovación.
Frente a una actitud exclusivista y excluyente, la espiritualidad guaraní propone una actitud incluyente e integradora desde una visión holística.
Frente a un eje etnocéntrico y antropocéntrico de la vida, la espiritualidad guaraní propone el eje cósmico.
Frente a los megaproyectos de las multinacionales, la espiritualidad guaraní propone servirse en medida justa de lo que ofrece su medio ambiente local.
Frente a un sistema que promueve la independencia económica de unos pocos, causando la dependencia de otros muchos, la espiritualidad guaraní propone la interdependencia entre todos.
Frente al sueño de abundancia de capital, la espiritualidad guaraní propone la abundancia de vida que Ñamandú manifiesta en la diversidad de vida (abundancia no es amontonamiento o acumulación sino interrelación entre lo diverso para complementar y enriquecerse mutualmente).
[1] /Cf. Las dos nuevas Constituciones latinoamericanas de 2008 que presentan como su Proyecto de Vida el “Buen Vivir”.
[2] /Volviendo a la Maloca”, Proyecto de 390 Pueblos Indígenas de la Cuenca Amazónica.
Publicado en la Revista Nueva Tierra. Nº70/ julio 2009.
Democracia y opción por los pobres
(Digitalizado y enviado por gentileza de Carmen Trombotto, trombottos@yahoo.com.ar)
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