LA GACETILLA ALEGRÉMICA

Publicación semanal difundiendo noticias y sentipensares que visibilizan y anuncian un Mundo Saludable con Alegremia y Amistosofía

 17 de Diciembre de 2019

Nro. 305

XXXIV CONGRESO NACIONAL DE MEDICINA GENERAL

Recién salgo del dentista. Me tengo que hacer un tratamiento de conducto. Quisiera saber por qué no pude prevenirlo. La idea de extraer una parte de mi cuerpo y desecharla me genera cierta nostalgia por mis tejidos.

También recién salgo de hablar con mis compañeras sobre el laburo de las socorristas. Me enteré que una compa le hizo masajitos con crema y un mejunje de yuyos en la espalda a una vecina mientras abortaba. Si tuviera que pasar por eso, quisiera que alguien me haga masajitos con olor a menta. ¿Sucede eso en los hospitales? ¿Podría suceder?

Pienso en la salud integral. Me acuerdo del XXXIV Congreso Nacional de Medicina General, Equipos de Salud y Encuentros con la Comunidad en el que tuve el privilegio de participar. Fue en Tucumán, los días 15, 16,17 y 18 de Noviembre. Me acuerdo cuando una de las disertantes, en la mesa central del domingo, nos contó del acceso a las ILE  (Interrupción Legal del Embarazo) a menores. Dijo “cuando expulsan es como si les volviera la infancia al cuerpo, se les nota en la cara”. ¡Qué hermoso!  También nos contó cómo estuvo tres días acompañando sus contracciones, haciéndole masajes y compañía cuando ninguno del equipo quería tocarla. Ese fue un relato triste, triste y necesario.

En el Congreso pasaron muchas cosas, pero lo que más pasó es que sentimos que estábamos en “nuestra salsa”: no había publicidades, encontramos gente muy linda con la que charlamos un montón y compartimos material. Escuchamos otras maneras de mirar y volvimos a Formosa valorando mucho nuestra tarea, con fuerza.

Es hermoso encontrarte con otres en un espacio así. Es como si la Academia de vez en cuando te diera una palmadita de aliento.

El primer día nos encontramos con Martín, un médico generalista que hizo su pasantía en el Programa de Salud Comunitaria. Nos pegamos un abrazo bellísimo. Él nos dijo “Esta vez no presenté nada, vine a buscar esto: abrazos, encuentro.”

Nos dijo digo, porque fuimos con la Clau. Alta compañera, parte del equipo técnico interdisciplinario que que también forma parte del Programa Salud Comunitaria, del Ministerio de la Comunidad de Formosa. Nos mandamos arengadas por el equipo, a presentar lo que no terminamos de entender mucho: nuestras reflexiones.

Presentamos un trabajo que estamos haciendo, le pusimos el nombre “La Salud en manos de la Comunidad: Sistematización en proceso de reflexiones sobre el Cuidado de la Salud Integral en Formosa.”

La idea un poco era compartir nuestras maneras de reflexionar sobre lo que hacemos.

Nos gusta mucho lo que hacemos en el Programa en Formosa: compartimos saberes y haceres sobre la salud integral, valoramos lo que sentipensamos sobre salud, fortalecemos nuestro autoestima compartiendo e intentamos organizarnos en comunidad para democratizar nuestro cuidado de la salud. Yo que sé… hay cosas que sabe el Centro de Salud, por ejemplo, como usar bien el misoprostol, pero también hay cosas que sabe la vecina, como por ejemplo, que el “cocú” es bueno para la presión alta, y que la hoja de mango es buena para el dengue. Y si, ese es el diálogo de saberes. En el lote 111, por ejemplo, mientras una médica le da turno a una señora para un PAP, otra vecina organiza las mesas y comparten jugos de colores. Todas juntas.

        En una reunión intersectorial (de las 23 que ya llevamos realizando a nivel Provincial) entendimos como Programa que la mirada intercultural es diferente, y aprendemos con compañeres de la Dirección de Educación Intercultural Bilingüe que nos tiran data muy importante para entendernos diversxs.

Todo esto queríamos compartir en el Congreso y claramente no llegamos en una ponencia de 10 minutos. Así que solo mostramos una partecita: les contamos que nos sentamos a pensar la tarea en nuestras reuniones de equipo. Que nos hacemos un lugar para la reflexión. En estas reuniones, de una vez por semana (a veces menos), nos sentamos en ronda con el equipo del Programa a revisar cómo estamos promocionando la salud.

Entendemos que ese mismo lugar para detenernos a pensar, es un lugar de acción en sí mismo, es un espacio que cuida la salud de nosotres como trabajadores, que nos permite revisar nuestra acción y la coherencia con nuestro propósito.

        Eso contamos en el Congreso. Aunque nos quedamos con ganas de hacerles masajes a todes, je. Elles también querían. La próxima, en San Luis el 2020, seguro llevamos una práctica… es que sin práctica, la teoría llega hasta ahí nomás. 

Después de la Ponencia, quienes nos escucharon, nos preguntaron sobre el concepto de Soberanía Alimentaria y nos dijeron que es la primera vez que escuchaban la existencia de un maestro de huerta, nuestro Alfredo.

Nosotras les preguntamos a todes para qué investigan y compartimos que investigamos para revisar nuestra tarea, para mejorarla, para aprender.

Conocimos experiencias re lindas, en Olavarría por ejemplo, se están haciendo preguntas como ¿Cuáles son los problemas reales de la comunidad? ¿Qué herramientas se pueden usar para la promoción de salud de manera participativa? Y buscan la vuelta haciendo espacios de intercambio de saberes. Son relindas. Nos sentimos súper identificadas. Es lindo encontrarse, te da fuerza.

Tanto de ida como de vuelta con la Clau, hablamos mucho de nosotras, nos contamos cosas muy profundas. Nos confiamos el relato. Nos animamos y cuidamos mucho. Eso seguro también fue salud para ambas.

No sé bien cómo se hace para que todas las epistemologías dialoguen. Para que todos los paradigmas se encuentren e intenten sanar tanta hegemonía médica, tanto cuerpo medicalizado, tanto cuerpo intervenido. Pero seguro que más o menos viene por ahí.

Por lo menos nosotres, esperanzamos que viene por ahí, encontrándonos.

Laura Morgan

Lic. en Nutrición y Promotora de Salud Comunitaria

Formosa, Argentina

lau.morgan@hotmail.com