EL LEGADO DE JULIO MONSALVO

LA GACETILLA ALEGRÉMICA

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Publicación semanal difundiendo noticias y sentipensares que visibilizan y anuncian un Mundo Saludable con Alegremia y Amistosofía.

­­­­­­22 de agosto de 2021

Nro. 377

ENCONTRARNOS PARA ALIMENTAR EL ALMA

Vivencias de salud comunitaria en el barrio Lote 111 de la ciudad de Formosa

En el barrio Lote 111 de la ciudad de Formosa, se vive la salud comunitaria gracias a la generosidad y a la sabiduría de las vecinas que disponen permanentemente sus casas y sus corazones para el encuentro fraterno. Encuentro en el que se comparten haceres y saberes que hacen al Buen Vivir, y se entrelazan con afecto y confianza, las ganas de cuidar la vida.

Hace unos días, se volvió a disfrutar de un encuentro comunitario después de un tiempo en el que las complicadas condiciones de la pandemia no lo permitían. Se hizo evidente lo bien que hace encontrarse en ronda, mirarse a los ojos, escucharse y compartir sentimientos, saberes, sueños e historias.

Forman parte de la comunidad del Lote 111, instituciones que trabajan en territorio siendo red, entre ellas el Centro de Salud Liborsi, el NEP y FP (Nucleo de Educación Permanente y Formación Profesional) con sede en el barrio y el Programa Salud Comunitaria del Ministerio de la Comunidad, las cuales estuvieron presentes en esta actividad.

En esta ocasión, se convocaron alrededor de la ALIMENTACIÓN SALUDABLE, el INTERCAMBIO DE PLANTINES y el JUEGO, prácticas autogestivas que hacen a la salud de los ecosistemas y que como lo resaltó una participante del encuentro, se relacionan directamente con la superación de las causas de la pandemia que estamos viviendo en la actualidad.

Se degustaron budines, masitas dulces, untables saludables como mayonesas de vegetales y legumbres, escabeche y chucrut, y se compartieron sus recetas. Cada participante fue contando cómo hizo el preparado que llevó, generando un rico fluir de saberes y preguntas alrededor de la soberanía alimentaria.

Una mesa dispuesta para que les niñes preparen y jueguen con masas de colores para moldear, les permitió un espacio propio de protagonismo e integración. Luego se compartió con todas las participantes, la receta de la masa.

En el momento de intercambiar plantines, cada persona eligió los que deseaba llevar. Había plantines de mango, acerola, cítricos, palta, hojas de vista, suculentas, lazos de amor, incienso, flor de azúcar y muchos más. Compartir una planta, es compartir sus historias, vínculos, saberes y poderes, es por eso que este momento estuvo lleno de magia y de alegría.

Estas fueron algunas de las palabras expresadas durante el encuentro:

Este es un tiempo difícil en el que volvemos a juntarnos, hemos perdido seres queridos y es bueno y saludable compartir este espacio.

Nos hacen bien estos espacios en los que hablamos de lo que nos pasa y sentimos, y en los que sabemos que contamos con el otro.

Me siento parte de la comunidad y me encanta formar parte.

Encontrarnos me ayuda espiritualmente a crecer y me alimenta el alma.

Nos encontramos para conocer la comida saludable, podernos conocer y ayudar.

El aprendizaje siempre es mutuo, sobre todo en la parte humana.

Somos un equipo de trabajo en comunidad que va para un mismo lado.

El agradecimiento y la alegría abrazaron este encuentro, generando nuevos entusiasmos para continuar caminando la salud comunitaria hacia el amanecer de mundos mejores.

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