LA CONVIVENCIA
En una sociedad nadie puede decir que no convive con el otro, sea en su hogar, su trabajo o con sus amigos. Por eso es necesario reflexionar acerca de la CONVIVENCIA.
La persona que sabe convivir tiene más alegría. El hogar es el lugar donde pasamos la mayor parte del tiempo. Debería ser un lugar donde se haya aprendido a CONVIVIR.
Las relaciones entre las personas no son fáciles de cuidar. Me pregunto muchas veces porqué la gente no puede o no sabe vivir en armonía con los demás.
A veces pienso que las personas no nacieron para convivir pero tampoco para estar solas, entonces algo no funciona bien. Esta contradicción no permite la armonía y sin armonía no hay alegría. Estas contradicciones no serían difíciles de superar si hubiera compresión, decisión y amor.
Las contradicciones son solamente sentimientos opuestos, pero en este ir y venir de sentimientos siempre hay uno de ellos que es más importante. Será necesario tener claro cuál es ese sentimiento para poder ser sincero con uno mismo. Ese es el momento de animarse a decidir en consecuencia.
Convivir exige una actitud atenta a la necesidad del otro. El egoísmo dificulta la convivencia. Convivir es aceptar al otro como es y a partir de allí estar atento a sus necesidades. Para ello el diálogo es indispensable.
Convivir es vivir con el otro, significa compartir mi vida con el otro. No es vivir la vida del otro ni esperar que sea como yo quiero.
La convivencia para que sea en armonía necesita ser construida entre todos, todos los días. Cada uno es una pieza diferente pero que unidas a las otras forma un paisaje armónico.
LA CONVIVENCIA
En una sociedad nadie puede decir que no convive con el otro, sea en su hogar, su trabajo o con sus amigos. Por eso es necesario reflexionar acerca de la CONVIVENCIA.
La persona que sabe convivir tiene más alegría. El hogar es el lugar donde pasamos la mayor parte del tiempo. Debería ser un lugar donde se haya aprendido a CONVIVIR.
Las relaciones entre las personas no son fáciles de cuidar. Me pregunto muchas veces porqué la gente no puede o no sabe vivir en armonía con los demás.
A veces pienso que las personas no nacieron para convivir pero tampoco para estar solas, entonces algo no funciona bien. Esta contradicción no permite la armonía y sin armonía no hay alegría. Estas contradicciones no serían difíciles de superar si hubiera compresión, decisión y amor.
Las contradicciones son solamente sentimientos opuestos, pero en este ir y venir de sentimientos siempre hay uno de ellos que es más importante. Será necesario tener claro cuál es ese sentimiento para poder ser sincero con uno mismo. Ese es el momento de animarse a decidir en consecuencia.
Convivir exige una actitud atenta a la necesidad del otro. El egoísmo dificulta la convivencia. Convivir es aceptar al otro como es y a partir de allí estar atento a sus necesidades. Para ello el diálogo es indispensable.
Convivir es vivir con el otro, significa compartir mi vida con el otro. No es vivir la vida del otro ni esperar que sea como yo quiero.
La convivencia para que sea en armonía necesita ser construida entre todos, todos los días. Cada uno es una pieza diferente pero que unidas a las otras forma un paisaje armónico.
Matias Cepeda
Villa Angela, Chaco, Argentina
mcepeda10@yahoo.com.ar
4 de febrero de 2014