Más allá de la discapacidad » A Mariela: Mi Cuento - Julianito Cerno

Última actualización: 12/03/2023

 

A Mariela, por lo prometido:
Mi cuento
 
Un día, allá lejos, y hace tiempo, una niña muy pequeña de nombre Mariela, se sentía sola y triste mientras estaba sentada en su enorme casa sin compañía de nadie.
Miraba casi sin pestañear, un solitario piano, que estaba ubicado en el centro de una gran sala de estar.- Era un piano bello, pero silencioso.
Ella no entendía porque pesaba tanto el silencio del piano, porque sabía bien, que a veces, las manos de su mama lo acariciaban y el piano cantaba hermosas melodías…pero ahora, estaba mudo, y hacía tiempo que estaba mudo.-
La mama lo había olvidado acariciar, se decía ella, o tal vez, el piano estaba enfermito y ya no quería sonar….
No lo sabía.  Lo que si sabía bien, era que la ponía alegre ver que una a una, las teclas del piano se movían al compas de las manos de su mama…..
Y la felicidad no volvía……el piano, sin razón alguna, seguía callado…..
Pero la tristeza de su almita de niña cantarina, no duraría mucho.- Una tardecita, cuando el solcito entraba por la ventana de la sala de estar, y calentaba las teclas del piano, cayó desde un estante de la biblioteca un papel, que fue a ubicarse justo sobre el teclado, en un escaloncito que había allí.-
Y allí se quedo……esperando, tal vez, que Mariela se acercara…..
Y ella, como llamada por una vocecita extraña, sintió que debía mirar ese papel, que debía investigar que había en él, y se acerco….
Sobre el papel, pintado en líneas negras, habían cinco largas líneas que recorrían la hoja de lado a lado … sobre cada una de esas líneas, extrañas figuritas enlazaban sus manos la una con la otra, y sonaba una música hermosa que llenaba el aire en una melodía dulce y muy cálida…
Y Mariela se dijo: “bailan… esas letras bailan y cantan… no puede ser, es solo mi imaginación, pero claramente escucho la música y las veo ponerse en puntitas de pie, alzar sus manitos y enlazarse para la gran melodía…”
Mano con mano, sol con re, mi con do, la con fa, si sola y fuerte, cantaban para Mariela, la más bella canción que ella jamás había escuchado… al compas de la danza, iban unas con otras de maneras distintas, formando cantos y contracantos, sacando de sus adentros sonidos fuertes y débiles, de tonos grises y coloridos, creando en Mariela emociones que hacía mucho no sentía…….
Y ya no estuvo más sola.-
Desde ese día en adelante, ya no necesito que nadie acariciara el piano para alegrar su alma de niña.- Solo ponía su mirada en el pentagrama danzarín, y doña Música, vestida de diferentes tonos, comenzaba la danza y aparecía solo para ella…
Porque solo Mariela podía ver a las notas danzar y escuchar sus sonidos.- Solo ella, y nadie más…
Solo a ella le fue regalado el don…..porque solo ella sería capaz de creer en su pentagrama mágico.
 
 
 
                                             Juliano Cerno
7 años
Villa Ángela, Chaco, Argentina
 

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