Artículos Varios » Modelo Productivo - JuanYahdjianÚltima actualización: 05/09/2011
MODELO PRODUCTIVO (MP)
SUS CONSECUENCIAS SOCIALES, POLÍTICAS Y EN LA SALUD DE LOS ARGENTINOS
“Cinco siglos igual”, el saqueo continúa, el capitalismo mundial nos delega el rol de País exportador de productos primarios, nada cambió, el mismo Modelo que depreda el suelo, nos roba el agua y envenena nuestras vidas. Cambió sí, el ritmo y la cantidad de los productos que exportamos, las nuevas tecnologías y la maquinaria que se utilizan “extrae” con mayor velocidad y menor mano de obra y no permite reposición de los bienes naturales, como el suelo, el agua etc. Veremos cómo unos pocos se favorecen y muy muchos nos perjudicamos y también haremos propuestas para un cambio necesario de Modelo Productivo. Ojalá entendamos que nos espera un futuro de hambre, parecido al africano, si no reaccionamos a tiempo. El desafío principal es discutir un Modelo que defiende y quiere profundizar “el poder” (política de Estado) y aparentemente tiene aceptación de la mayoría. El “pensamiento único” es también compartido con la oposición; no hubo críticas valederas en sus campañas.
¿DE QUÉ HABLAMOS?
Los commodities son productos primarios destinados a la exportación y en esta nota trataremos los casos de la soja y la pasta de papel, como paradigmas de la exportación argentina, aunque sabemos que se exportan muchos otros.
SOJA:
La soja es una variedad forrajera y transgénica. Los granos no se utilizan como semillas, el productor debe comprarlas para la nueva siembra y “el paquete” se completa con insumos varios como agrotóxicos, herbicidas, fertilizantes químicos etc.
Por cada tonelada de soja, listo para exportar, se utilizan mil toneladas de agua (agua virtual, ver Walter Pengue).
PASTA DE PAPEL:
En Misiones, además de la madera exportamos pasta de papel, producto que se obtiene principalmente del pino eliotis, variedad exótica, que es rentable por su rápido crecimiento para lo cual absorbe mucha cantidad de agua en la unidad de tiempo (robo de agua, ver escrito de Juan Yahdjian). A diferencia de la soja, esta actividad tiene el privilegio de ser subsidiada con la Ley forestal 25.080, desde el Gobierno nacional y varias excepciones impositivas municipales y provinciales.
CÓMO PRODUCIMOS:
Sabemos que la producción de soja ha crecido enormemente en los últimos años, gracias a los precios internacionales. Consecuencia del mismo podemos nombrar el desplazamiento de la frontera agrícola, el reemplazo de otros cultivos o cría de animales, el desplazamiento de agricultores, el desmonte, etc.
La última campaña de la soja interesó 20 millones de hectáreas, más de la mitad de la superficie sembrada total de la Argentina. Y se utilizaron unos 300 millones de litros de glifosato, veneno mata yuyos, en sus distintas formas y concentraciones.
Los seres vivos resistimos ante las agresiones, queremos seguir viviendo. Para producir el mismo efecto herbicida hay que aumentar la dosis y concentración de los agrotóxicos, ejemplo: roundup plus, max, ultra etc.
¿PARA QUIÉN PRODUCIMOS?
La soja, en su gran mayoría, está destinada para alimentar chanchos de la China. En cuanto a la pasta de papel, se destina a las fábricas de papel del extranjero.
QUIÉNES SE BENEFICIAN:
Principalmente el Gobierno, con las retenciones y otros impuestos. Junto con el IVA que se mantiene más allá que el 20-25%, los récords de recaudaciones que se repiten en los últimos años, son el resultado de estas políticas. Los planes sociales, los subsidios y el aumento del consumo pesan fuertemente en la adhesión que tiene la Presidente. Lo recaudado es repartido según el grado de acatamiento al Gobierno central.
Se benefician las multinacionales como Monsanto, Cargill, Syngenta, etc. Alguno de ellos tiene sus propios puertos cercanos a Rosario y autorizados por el mismo Gobierno. Exportadores e Importadores, bancos, pooles de siembra, los grandes productores, fabricantes de implementos agrarios y otros pocos cierran la lista.
QUIÉNES SE PERJUDICAN:
La sociedad en general y los pobres en particular. Para que la producción de soja sea rentable se usan grandes maquinarias y se concentran las producciones. El pequeño productor debe desplazarse, también por las fumigaciones: el veneno mata y los más expuestos son los que lo manipulan y también las poblaciones vecinas y lejanas. Pero el veneno sigue siendo veneno siempre, y se potencializa cuando se combina con otros venenos (sinergia). Todos ellos terminan en los seres vivos (bioacumulación) y en nosotros en particular porque tenemos pocos mecanismos para metabolizarlos y expulsarlos, muchas veces rebalsados por la cantidad que absorbemos ( ver “consumidor final”, Juan Yahdjian). Para facilitar el uso de la maquinaria, siembra directa, fumigaciones aéreas, que aumentan la rentabilidad de la soja, las unidades productivas se concentran con la consiguiente expulsión de familias enteras de pequeños productores. Hace unos dos años Federación Agraria Argentina denunciaba que más de 800.000 familias se habían desplazado del campo a los centros urbanos.
Algo parecido ocurre con los pinos resinosos que se siembran en Misiones para la producción de pasta de papel. Acidifican el suelo y son incompatibles con otros cultivos, la cría de animales y la vida en general.
Para que sea rentable el pino debe crecer rápido y para ello necesita absorber mucha agua de las napas y su disminución en algunos parajes, es motivo de migraciones.
El monte habla de biodiversidad, agua, aire, suelo fértil, alimentos, medicinas, regulación de clima, de humedad etc. La reforestación necesita la deforestación previa.
La duplicación de la población de la Ciudad de Eldorado, entre los dos últimos censos, es prueba de la expulsión de productores y su asentamiento en los cinturones de pobreza de pueblos y ciudades (ver Censos 2001 y 2010, 40 y 80 mil habitantes).
Si más del 70% de los argentinos vivimos en centros urbanos, tendencia a agravarse, según el actual MP, cabe preguntarnos: ¿quién producirá los alimentos para las generaciones futuras?
EFECTOS NEGATIVOS:
· Concentración de Tierra y riquezas en pocas manos.
· Los monocultivos son insustentables y en el caso del pino, luego de dos generaciones sobreviene el desierto verde.
· Desplazamiento de campesinos: Agricultura sin agricultores.
· Desplazamiento de Pueblos Originarios.
· Aumento de la pobreza, la desocupación, la trata de personas, etc.
· Usina de violencia.
· Degradación del suelo, el ambiente, el aire etc.
· Robo del agua, del territorio y del sol.
· Cambio climático y alteraciones del ciclo del agua.
· Pérdida de la biodiversidad.
· Deterioro de la Salud de la población, por el uso masivo de venenos.
· Probada modificación de genes, dando lugar a mutaciones incalculables y futuros inciertos.
· Disturbios hormonales en seres vivos y humanos.
LA SALUD:
Son muchas las enfermedades que nos deja el Modelo Productivo vigente y en su mayoría, difícil de diagnosticar. Los agrotóxicos no circulan en sangre, se depositan en los tejidos, principalmente donde predomina la grasa, como es el caso del cerebro. Su presencia es causa de disminución de calidad de vida y una gran cantidad de síntomas y enfermedades, que no siempre tiene relación con el contacto con el veneno.
Además de los muchos transtornos de los que manipulan o se encuentran cercanos, se describen cambios de conducta, disminución de defensas, de la capacidad intelectual, cuadros depresivos, dolores inexplicables de cabeza, mareos y otras alteraciones nerviosas y hasta enfermedades malignas.
En algunos países se usa el Glifosato para el suicidio de jóvenes, como el caso de Taiwan, Corea y Japón, con un reporte de 2727 casos con letalidad del 6 al 29%. (Ver informe de Médicos de Pueblos Fumigados, mayo 2011, Rosario))Son conocidos también los cambios hormonales o disturbios producidos por los agrotóxicos, probados en animales y en el hombre.
¿Y QUÉ PROPONEMOS?
· Cambio del Modelo Productivo, cuestionando el pensamiento único.
· Prohibir la producción y el uso de agrotóxicos y otros venenos. No basta con “parar de fumigar”, hay que parar de producir y de importar, por el peligro cierto de que terminen en nosotros (consumidor final).
· Frenar el éxodo del campo. Con políticas de apoyo a la producción regional.
· Promover la agricultura familiar, la producción local de alimentos sanos y su comercialización.
· Soberanía Alimentaria, Soberanía Política, Soberanía…
· Facilitar el retorno de campesinos y pueblos originarios expulsados.
· Legislar en contra de la concentración de la tierra.
· Valorizar nuestras semillas tradicionales, que como el caso de soja, pueden ser más rentables (ver Carlos Vicente) que las transgénicas.
· Evitar los cultivos destinados a los agrocombustibles.
· Legislar una reforma agraria consensuada con las agrupaciones de pequeños productores.
El modelo de País que defiende el Gobierno incluye al MP que proponemos cambiar. El desafío es también para los que dicen que se pueden mejorar las políticas “desde adentro”
Juan Yahdjian
Médico, miembro del Movimiento Social Misiones,
del Espacio Ecuménico
y del Foro de Pensamiento y Construcción Social.
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