TRATAMIENTO DEL DOLOR, LAS CONTRACTURAS Y EL STRESS CON EL CALOR
En el tiempo presente está de moda el uso de las camillas de masaje que tienen incorporadas piedras de jade que se calientan y de ese modo se hace el tratamiento del paciente con masaje y calor, lo cual es muy efectivo para producir relajación y mejora del dolor.
De la misma manera en los hospitales se usa en fisioterapia el calor y las compresas calientes y otros sistemas para producir el mismo efecto.
La humanidad ha utilizado el calor desde siempre como tratamiento ya sea de manera directa o combinada. En la medicina tradicional china se utiliza desde hace miles de años la moxibustión, que es calor producido por el cigarro de artemisa o por el uso de la artemisa sobre la piel.
También se usa el baño de sauna, los baños termales y muchas otras formas igualmente agradables y útiles.
Sin embargo, todas ellas implican un costo o desplazamiento de las personas a determinados lugares y la dependencia de estar bajo el tratamiento de alguien.
Pero desde hace muchos años hay alternativas que son muy sencillas y al alcance de todos sin costo alguno, una de estas alternativas es el uso de la plancha. Esta técnica fue descrita como parte de la “Medicina Soto” en Japón y como componente de la “Medicina Agradable”.
Esto lo aprendimos de nuestro maestro Atom Inoue, médico japonés que se dedicó a enseñar “Medicina Agradable” (Biosalud).
Para tal fin se utilizan elementos caseros, uno de ellos es la plancha, así de sencillo, la plancha. Cualquier persona se puede planchar y es muy efectivo. Nosotros lo hemos venido usando desde hace 15 años con muy buen resultado.
¿Qué se necesita? Una plancha, una toalla seca y un lugar donde recostarse.
A pesar de que haya un dolor en un lugar determinado, se recomienda comenzar boca arriba y se coloca una toalla seca doblada (muy importante esto, no usar vapor ni agua),
Empezar planchando el timo, para esto es importante tapar parte de la cara del paciente para evitar accidentes. Se pasa la plancha y con la mano libre se va colocando en el sitio planchado para facilitar la penetración del calor.
Así se va planchando el tórax, luego el hígado, el estómago, el bazo y todas las estructuras del abdomen. Poco a poco se va notando que el paciente se va relajando y su expresión va cambiando.
Se pueden planchar las extremidades según la necesidad y por supuesto los pies.
Una vez terminado se hace voltear al paciente y se empieza por los hombros, y se va descendiendo haciendo énfasis en los sitios de dolor o molestia, hasta planchar toda la espalda, sacro, glúteos, coxis.
La duración del planchado varía según las necesidades del paciente y el tiempo disponible.
De acuerdo al estado también se puede planchar más de una vez en el día.
En nuestra experiencia, sirve para toda clase de dolores, especialmente los dolores menstruales y lumbares, también para tratar las molestias de los pacientes con cáncer y sobre todo ensayar en cada paciente.
En general, no tiene contraindicaciones, salvo aquellos pacientes que reciben radioterapia en la zona irradiada. De resto, en nuestra experiencia se puede usar ampliamente.
Ventajas: es gratis, está a la disposición de cualquiera, en cualquier parte y lo puede aprender cualquiera.
En caso de no haber energía eléctrica se puede calentar piedra, se envuelve en trapo y se plancha.
Baltazar Mejía
Médico