UNIRNOS A LA INTERNACIONAL DE LA ESPERANZA, CON ALEGREMIA Y AMISTOSOFÍA
Reflexiones sobre el 1er. Encuentro Internacional de la Esperanza .
Cochabamba, Bolivia, 23-25/09/16
Este fin de semana pasada, nos reunimos cerca de 80 personas a compartir la amistad y la alegría en la perspectiva de seguir co-construyendo un Buen Vivir para todos y todas los seres vivos que habitamos esta Madre Tierra.
Personas de diferentes latitudes y experiencias hemos llegado hasta Cochabamba para dar continuidad al intercambio, a compartir las certezas, pero a la vez seguir preguntándonos y buscando formas de convivencia que nos permitan socializar la vida bonita, la vida alegre y la preocupación de unos con los otros/as.
El cierre de la Declaración de este encuentro lo sintetiza de esta manera: “Somos un círculo, dentro de un Círculo, Sin Inicio y Sin Final Que todos Vayamos Juntos Que Nadie se quede Atrás Que a Nadie le falte Nada Que todo sea de Todos los seres.
Ponencias cortas con dialogo compartido, talleres diversos de experiencias de preocupación por nosotros mismos, que tenían la misión de vivenciarlos y compartirlos a los demás. El saber para todos y todas.
Niños y niñas compartieron con nosotros. Madres de pequeñitas personas que de vez en cuando, entre las actividades, amamantaban a sus hijos; otros que revoloteaban jugando y de vez en cuando se sentaban al lado de su madre o padre a escuchar, a mirar lo que decíamos los adultos/as; otras dos hermosas niñas que nos deleitaron con su música de flauta; otro adolescente que nos dijo que hay que accionar la esperanza en vivir entre nosotros la vida.
Ellos y ellas estuvieron presentes para darnos y compartir su existencia, su vida y el deber nuestro de acompañarles y de que esta esperanza transformadora permita además pensar en las nuevas generaciones que tienen el derecho de recibir una Madre Tierra que es de todos/as y espacios donde la vida esté presente.
Nos llamamos a seguir estrechando vínculos, a seguir compartiendo las experiencias que se desarrollan en los lugares donde vivimos y trabajamos; y a seguir creyendo que tenemos que co-construir desde la potencialidad de las personas, recuperando a la Madre Tierra y a todos los seres vivos del planeta en la convivencia armoniosa, amistosófica y alegre.
Los niños, las niñas y los jóvenes se llaman AHORA, por lo tanto siendo sujetos sociales y políticos tienen el derecho a ser parte de la co–construcción de lo que vivimos, queremos y hacemos en nuestro medio, en la realidad. Tienen el derecho a ser protagónicos de este Buen vivir amable y armonioso que estamos viviendo entre todos y todas.
David Órdenes
Santiago de Chile
ordenesdavid@gmail.com