Salud Pública - Salud del Pueblo » !Vivimos gracias a las bacterias!Última actualización: 02/08/2019
“¡Vivimos gracias a las bacterias!”Se llama Julio Monsalvo y es argentino. Alguna vez fue pediatra y médico sanitarista, pero su encuentro "casi fortuito" con los Pueblos Originarios y Campesinos del norte de su país natal, 31 años atrás, le fue librando de a poco de la carga reduccionista, fragmentaria y funcionalista de la medicina a la occidental.
A todo esto, uno de sus grandes méritos es haber llevado esta sabiduría inefable a los centros académicos de varios países, en su calidad de catedrático universitario y autor de una infinidad de textos.
Hoy, a sus 69 años, Julio es un hombre-niño, dedicado por entero a luchar, pelear, educar, aprender y desaprender por la salud y la Vida1, desde una perspectiva que él mismo va a explicar en la siguiente entrevista.
Lo más maravilloso que me ha sucedido es haberme encontrado con esa sabiduría que me llevó a descubrir el sentido de pertenencia a la Vida. Gracias a ese descubrimiento, comencé a desaprender el paradigma antropocéntrico, en el cual nací y me crié, y al mismo tiempo, aprender el paradigma biocéntrico, propio de los Pueblos Originarios y del mundo campesino.
El paradigma antropocéntrico, que tiene como centro al ser humano, hace que éste se coloque fuera de la Naturaleza y crea ser el dueño de todo y que todo está a su disposición como una fuente de recursos. El utilitarismo y la competitividad son valores propios de este paradigma.
En tanto, el paradigma biocéntrico tiene como centro a la Vida misma. Todo ser tiene un valor intrínseco, no utilitario. La solidaridad y la cooperación son valores de este paradigma. Esto es fundamental porque si sentimos que pertenecemos a la Vida, se genera otra ética.
Para nada. No se trata de "cuidar" la Naturaleza, sino de "sentirnos" Naturaleza...
Fijémonos, por favor, en estas palabritas: "manejo", ¿con qué legitimidad nos atribuimos el manejo? "Racional", le rendimos culto a la razón y subestimamos los sentimientos, la intuición y hasta negamos el amor. "Recursos", los árboles, el aire, los ríos, los mares, etc., no los sentimos como Vida, ¡sino como recursos a nuestra disposición!
Esta visión de la salud que hemos llamado Salud de los Ecosistemas, ¡surge desde este sentimiento de pertenencia a la Naturaleza! ¡Es que la salud es una sola, es un proceso vital! La salud de los ecosistemas no es la suma de la salud de cada uno de sus componentes, sino la salud de las relaciones entre ellos y de cada uno de ellos con el todo. Esto también es una constatación científica
De la medicina quechua aprendí que existe una sola enfermedad: la pérdida del ánimo. Y que todo ese listado de alrededor de mil enfermedades son síntomas de esa única enfermedad.
La pérdida del ánimo se produce cuando rompemos la armonía de los ecosistemas. Talar un bosque, contaminar el suelo, el agua y el aire y otras acciones humanas agresivas con nuestro entorno, son tan generadoras de no-salud como las relaciones de explotación laboral, la corrupción, los engaños, las violencias, las guerras, etc.
La OMS, al hablar de enfermedades nuevas y reemergentes, dice que la causa del fenómeno es antropogénica2. Y entre las causalidades atribuidas al hombre, la OMS subraya la destrucción de los ecosistemas locales.
A pesar de ser plenamente conciente de que el modelo dominante nos oprime, me siento entusiasmado y esperanzado ante el maravilloso desafío y la magnífica oportunidad de ser protagonista de una era de cambio
Intentaré explicar el porqué de este estado de ánimo…
Pienso que el siglo XX será recordado en un futuro, si es que nuestra especie sobrevive, como el siglo de oro de la estupidez humana. Este tiempo histórico bien podría llamarse la Era Antibiótica3, ya que se caracteriza por la imposición de una moral capitalista genocida, etnocida y ecocida. La alarmante desaparición de especies vivas, la pérdida de biodiversidad, es uno de tantos indicadores que evidencian lo alienante que es este modelo.
Sin embargo, percibo que hay una revolución mundial en marcha por el cambio del paradigma antropocéntrico al biocéntrico. La inmensa mayoría de la humanidad, que quiere vivir, genera millones de propuestas y acciones concretas por ese "otro mundo posible" que ya está en construcción. La magnífica oportunidad a la que me refería, es justamente vivir este tiempo planetario ante el desafío de ser partícipe de esta revolución mundial.
Se dice que esta llamada resistencia es consecuencia del uso insensato de los antibióticos. Sin embargo, creo que esta aseveración es sólo una parte de la realidad. Pienso que la resistencia es esencialmente una manifestación de la inteligencia de la propia Vida que desarrolla estrategias para su continuidad.
Mi sentir es que las bacterias son seres vivos y por ser tales, con valor intrínseco en sí mismas, integrantes del tejido de la Vida.
Por ejemplo, la ciencia nos demuestra que las bacterias tienen un papel esencial en la regulación de nuestra atmósfera. Son como las enzimas de una célula. Influyen en la proporción de las reacciones químicas que hacen que desde hace millones de años tengamos una atmósfera con 21% de Oxígeno, 79% de Nitrógeno y 0,03% de dióxido de Carbono.
Por supuesto, la Teoría Gaia, de Lynn Margulis (microbióloga) y James Lovelock (químico atmosférico), nos demuestra que no es que esta atmósfera sea apta para la Vida, sino que la Vida misma la ha generado y la autorregula. Y en esto tienen un rol predominante las bacterias. ¡Vivimos gracias a que existen bacterias!
La Vida comenzó en el Planeta hace unos 3.000 millones de años. En los primeros 2.000 sólo existían microorganismos. Por mil millones de años las bacterias regularon la temperatura del Planeta y la composición química de la atmósfera. Los otros seres tales como plantas, animales y personas llegamos en los últimos mil millones de años y nuestra Vida depende de la relación que establezcamos con las bacterias.
Recordemos que el cuerpo humano es un ecosistema que pertenece a todo el ecosistema Planeta Tierra. El ser humano es una célula más, es Vida dentro de la Vida. Estamos rodeados de microorganismos y al mismo tiempo compuestos por ellos. Las bacterias regulan continuamente la Vida sobre la Tierra, habitando el suelo, las rocas, los mares y también todas las plantas, animales y seres humanos.
¡Absoluta verdad!
Nunca me lo exigieron.
Gracias.
Forma parte de la realidad que vivimos, vernos obligados a usar antibióticos en situaciones límite. Aunque no estoy tan convencido de que el “éxito” venga de la administración de antibióticos exclusivamente. En los procesos de salud y enfermedad, no hay linealidades ni verdades absolutas
Mi querido profesor de pediatría, Alberto Chattás, un día me dijo: “En otros tiempos las cataplasmas eran eficaces porque creíamos en las cataplasmas, como ahora creemos en los antibióticos”. Antes de la llegada de los antibióticos, en la década de los 30 del siglo pasado, Alberto había tratado a un niño afectado de neumonía doble con cataplasmas y el niño se sanó.
Mejor que prevenir es ganar en salud. Tenemos que prevenir, pero sin dejar de cuestionar el modelo que nos enferma. Un antibiótico quizás pueda prevenir una muerte, pero…
Si la humanidad sobrevive, seguramente evolucionará y viviremos con lo esencial, con lo que la sencilla y profunda sabiduría campesina nos propone.
Lo esencialmente básico son lo que hemos llamado “las A’s de la Esperanza": Aire, Agua, Alimento, Albergue, Amor, Arte, Aprendizaje, para vivir saludablemente con Alegremia5y en relación saludable con la Naturaleza, desde nuestro ecosistema local.
Quisiera que en todas las familias, comunidades y escuelas del mundo, se reflexione acerca de la inviabilidad de la continuidad de la Vida de la especie humana si seguimos con nuestro modelo civilizatorio. Quisiera que se aprenda de las culturas que vivencian el paradigma biocéntrico. Quisiera que se genere una nueva ética, quisiera que toda la Humanidad viva la Era de Alegremia.
NOTAS
1 Cuando Julio escribe Vida, Naturaleza o Pueblos Originarios, siempre lo hace con mayúscula inicial. Cuando te manda un e-mail, no te lo manda a blanco y negro, sino con letras de colores, porque la Vida es color.
2 Producidas por el ser humano.
3 Hace referencia al significado etimológico de la palabra. Antibiótico viene de dos raíces, una latina anti: contra y la otra griega biótico: relacionado con la Vida.En definitiva, significa contra la Vida.
4 Para Julio Monsalvo, los sentimientos y los pensamientos forman una sola realidad. La palabra sentipensares, acuñada por él, expresa explícitamente esa unidad.
5 Literalmente, alegría en la sangre. Un concepto elaborado por Julio Monsalvo, a partir de la sabiduría recogida en reuniones de trabajo, principalmente con mujeres campesinas.
EN POCAS PALABRAS
“Lo más maravilloso que me ha sucedido es haberme encontrado con la sabiduría de los Pueblos.”
“El paradigma antropocéntrico hace que el ser humano se coloque fuera de la Naturaleza.”
“El paradigma biocéntrico tiene como centro a la Vida misma.”
“Si sentimos que pertenecemos a la Vida, se genera otra ética.”
“No se trata de ‘cuidar’ la Naturaleza, sino de ‘sentirnos’ Naturaleza.”
“De la medicina quechua aprendí que existe una sola enfermedad: la pérdida del ánimo.”
“¡La salud es una sola, es un proceso vital!”
“La resistencia es en esencia una manifestación de la inteligencia de la propia Vida.”
“No es que la atmósfera sea apta para la Vida, sino que la Vida misma la ha generado.”
“Por mil millones de años las bacterias regularon la temperatura del Planeta.
“En otros tiempos las cataplasmas eran eficaces porque creíamos en las cataplasmas”.
“La OMS, al hablar de enfermedades nuevas y reemergentes, dice que la causa del fenómeno es antropogénica.”
“Las bacterias son seres vivos y por ser tales, con valor intrínseco en sí mismas, integrantes del tejido de la Vida.”
“Este tiempo histórico bien podría llamarse la Era Antibiótica.”
“Tenemos que prevenir, pero sin dejar de cuestionar el modelo que nos enferma.”
“A pesar de ser plenamente conciente de que el modelo dominante nos oprime, me siento entusiasmado.”
“La inmensa mayoría de la humanidad genera millones de propuestas y acciones concretas por ese ‘otro mundo posible’.”
“Lo esencialmente básico: Aire, Agua, Alimento, Albergue, Amor, Arte y Aprendizaje.”
“Quisiera que toda la Humanidad viva la Era de Alegremia.”
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